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martes, 30 de abril de 2024

Anales de Cataluña, Narciso Feliu de la Peña y Farell, 1709

(Nota del editor: Se corrige parcialmente la ortografía en castellano.) 

Imagen: Biblioteca de Catalunya. Llibres Pere Borrás: MCMXIX: D. Vi**

Biblioteca de Catalunya. Llibres Pere Borrás: MCMXIX

Anales de Cataluña y epílogo breve de los progresos, y famosos hechos de la nación Catalana, de sus Santos, Reliquias, Conventos, y singulares Grandezas; y de los más señalados, y Eminentes Varones, que en Santidad, Armas, y Letras han florecido desde la primera Población de España Año del Mundo 1788, antes del Nacimiento de Christo 2174. y del Diluvio 143. hasta el presente de 1709.


Divididos en tres tomos.

Tomo primero.

Contiene los sucesos desde la primera población de España, hasta el Año de 1163.

Su autor

Don Narciso Feliu de la Peña y Farell, cavallero del Orden de San-Tiago.


Conságrale a la majestad suprema de Christo crucificado.

Con dos copiosos índices.

El primero de los libros, y capítulos: y el segundo de todo lo particular, y notable por el orden Alfabético.

Con licencia de los superiores.

Barcelona: Por Joseph Llopis impresor, Año 1709.

A costa de Iván Pablo Martí, Juan Piferrer, Jayme Batlle, Joseph Llopis, y Jayme Surià. Libreros.

Véndense en sus Casas en la Librería, Plaças del Ángel, y San-Tiago, y Calle de la Paja.

A la majestad suprema de Christo crucificado.

Divino Criador, Redemptor y Clementissimo Señor.

Dedico a vuestra Deidad Suprema, lo que es tan vuestro, como los soberanos favores que aveis (habéis) liberal, y misericordioso concedido à esta Provincia, llamándola la primera de la Gentilidad à la noticia de vuestra soberana Doctrina, eligiendo à vuestro Santo Apóstol, y Maestro nuestro, San-Tiago, para plantar en ella el salutífero Árbol de nuestra Redempcion, (1: Lib. 6. cap. 4. deste primero Tomo.) para producir tan opimos (óptimos) frutos, y tan célebres, y valientes Campeones, como los que pelearon constantes en defensa de la Fè, alistados en vuestro invencible Exercito, por el Patrocinio de vuestra Santissima Madre, que también lo es nuestra, y particular Protectora; deviendo à su cariñoso afecto la Doctrina de nuestro Santo Apóstol, las glorias, y constancia de la Fè, y los que siguieron vuestra Cruz, y vitorias, cuyos progressos se refieren en este primer Tomo: No dudo que sus méritos obligaràn a vuestras divinas misericordias, á admitir por ellos, los frutos de mi corta capacidad. Supíicoos Soberano Señor, que atendiendo á los méritos de vuestros Escogidos sea servida vuestra Divina Clemencia, acceptar, corregir, y enmendar quanto humilde os consagra mi rendido, y reconocido obsequio. Ruégoos Eterno Señor, que todo lo contenido en esta Obra sea á mayor gloria vuestra, y ejemplo para el acierto de todos los vuestros, aunque ingratos hijos. Servíos Señor inmenso de enmendar nuestros defectos con vuestra gracia, y que logremos imitar las eminentes virtudes de los que fieles siguieron las glorias de vuestro soberano Patíbulo, y fructífero Madero. Defendednos Señor, asistidnos, y favorecednos para que sigamos vuestro camino, y consigamos eternamente gozar de vuestros divinos favores, y á mí en particular favorecedme Señor con vuestra gracia para el acierto en la relación, que emprendo.


Soberano Señor:

De V. D. M. indigno hijo.

Rendido à Vuestros Pies.

Don Narciso Feliu de la Peña y Farell.     

Al letor (lector.)

Es la historia, vida de la memoria, maestra de la vida, mensajera de la antigüedad, testimonio de los tiempos, luz de la verdad, (1: Cicero lib. 2. de orat.) norte del acierto, y guía para no tropezar: (2: Virg. Foelix quem faciunt aliena pericula cautum.) Da forma a la vida política, edifica la espiritual, ilustra la doctrina, adorna la elocuencia, asiste a la prudencia, y favorece a todas las ciencias: (3: David de lect. Hist. Riseb. In comen. Hist. Pezel. In orat. Vitemb. De fruc. Hist. Grin. De fructu leg. Hist.) 

A la teología en las historias del nuevo, y viejo Testamento: A la jurisprudencia en la relación de los Decretos de los Concilios, y Pontífices, y en las Sentencias, y Doctrinas de los Santos Padres, en las consultas, y opiniones de los jurisconsultos distinguiendo los tiempos, y en los Decretos, y Leyes de los Emperadores: A la Medicina en los sucesos de los tiempos, en la noticia de enfermedades, y en la inteligencia experimentada de las propriedades de Plantas, simples, y Minerales: A la Physica (física) con la relación de las propriedades de los Animales: A la Moral con los (exemplos) ejemplos de virtud, y contrarios: A la Rethorica (retórica) para dilatarla con ejemplos: A la Poesía para imitación: Y a la Gramática para exposición de Lugares, y Nombres. Ella es fomento, y favor de todas las disciplinas, por ella comprehende (comprende) el hombre lo pasado, atiende a lo presente, y se previene para lo venidero. (4: Polib. Lib. I. S. Greg. Nazianz. ad Nico.)

Quae sint, quae fuerint, quae mox ventura trahantur.

Cuidó el Espíritu Santo que no faltase memoria de las acciones del Testamento Viejo hasta el divino Nacimiento; y de la vida, y muerte de Jesús, con los hechos de los Santos Apóstoles, en los Libros del Testamento nuevo. Vigilante la Iglesia, para que no quedasen sepultadas en el olvido las victorias de los Santos Mártires, eligió Prothonotarios (protonotarios), y Coronistas (cronistas) que refiriesen, y diesen Fé de sus (triumphos) triunfos. (5: Euseb. Lib. 4. cap. 14. Platin. In vitas Pont. Baronio in Martir.)

Conservó Noé la memoria del Diluvio, y sucesos antecedentes en la Ara, o Piedra en la cual los esculpió al salir del Arca: sus descendientes los hijos de Set, en columnas de mármol, y ladrillo: (6: Beroso lib. I. cap. 4. Beut. Par. I. cap. 2. Josepho de Antiq. Lib. I cap. 4.)

Los Persas, Medos, Egypcios (egipcios), Caldeos, y Asirios, en la Hierva (hierba) Papirus (papiro), en pergaminos, y en tablas de hierro, y bronce: los griegos, romanos, cartagineses, y otros, solícitos cuidaron eternizar la memoria de los hechos de sus paisanos con piedras, mármoles, y bronces, en pirámides, y obeliscos, dejando la relación de los sucesos en general, y particular en sus Anales: (7: Ester. 6. Aulo Gelio noc. Atic. Lib. 3. Tulio 2. Ret. Tácito Anales.)

Y hasta los Alarabes (árabes, alarbes) (siendo nación tan bárbara) tuvieron en Razis, y Anafange, sus analistas; pero lo que en estas naciones fue vanidad culpable por el fin, en los católicos fue obligación debida para el acierto, y para no apartarse de la senda de la verdad, y para que con la noticia de las cosas pasadas queden prevenidos los hombres en las venideras; por esto nuestro Señor por San Juan cap. 5. dijo a los Judíos que mirasen las Escrituras.

El cuidado de todas las naciones más políticas de Europa, como españoles, italianos, alemanes, franceses, y otros, “però jamàs” escribir, contenta con las Escrituras, y Privilegios que conserva en sus Archivos, y en las aprobaciones de los Soberanos Oráculos de los Serenísimos Reyes, que en ellos se guardan para crédito de sus Vitorias, y Proezas, (que es cierto lo es) pero no para el Universal Teatro del Orbe.

Advirtiendo ocultas las noticias de tales testigos, y que las acciones de la Nación Catalana, sólo se hallaban como en bosquejo en sus fragmentos, y en los extranjeros, por falta de noticias, o por el afecto minoradas, disimuladas, o equivocadas; y habiendo leído a unos, y a otros, y advertido cuanto se minoraba, y menoscababa el crédito de la Nación, anhelaba mi afecto dar a la luz, lo que advertía como en sombra, aunque me detenía la gravedad del empeño; pero movido de un mal formado Librillo de un Canónigo de París que tiznaba el crédito de la Nación en uno de sus mayores hechos, y de mayor crédito que fue la gloriosa defensa de Barcelona en el asedio por los franceses año 1697, diciendo que a instancias de los paisanos entregaron la Plaça los Generales, (siendo tan evidentemente falso, pues delante de las más políticas, y belicosas Naciones del Orbe manifestaron su valor, y constancia, declarando no convenir en la entrega, ni haber llegado el tiempo de ejecutarla, como constará de la auténtica relación en el tomo tercero en el año 1697.) con el favor divino, me pareció preciso, y muy de mi obligación, no sólo dar escarmiento al mal ideado volumen, si también manifestar al universal Teatro del Orbe las noticias, y progresos gloriosos de la Nación Catalana desde la primera Población de la Provincia hasta el presente año 1709, para que se advierta, y mire como en espejo el atento, recto, valeroso, y constante obrar de la Nación, y se infiera que no ha admitido escoria, ni liga tan fino metal, y que jamás la ha podido admitir. (8: Victor. Lib. 38. var. lecti. Res gesta ideò literarum monumentis consecrantur, ut ab oblivionis injuria, & ab invidorum morsibus vindicentur.)

Es tan dilatado el asunto, y copioso lo que debo referir que pedía muchos, y dilatados volúmenes; pero por no molestar, y para no omitir la relación de los sucesos, he elegido el estilo lacónico, y formar un Resumen breve de los sucesos de mayor nota, eclesiásticos, y seculares, con la relación de los hechos, y vidas de los eminentes, e ilustres varones, que en santidad, armas, y letras, esmaltaron con su glorioso obrar el oro de esta provincia, y de las reliquias, e invenciones prodigiosas de las imágenes de nuestra Señora, dividiéndolo en tres Tomos, que es a lo que se ha podido reducir (no sé si con acierto.)

(9: Séneca Epist. 39. Comentarios quos desideras diligenter ornatos, & in angustum coactos componam, sed vide ne plus profectura sit oratio ordinaria, quam haec quae nunc vulgo breviarium dicitur, olim cum latinè loqueremur sumarium vocabantur. Orat. Dum brevis esse cupio obscurus fio.)

Consagrando el primero a Jesús Dios, y Señor nuestro Crucificado: El segundo al Rey nuestro Señor: Y el tercero al Principado de Cataluña, para cumplir con la obligación de Dios, Rey, y Patria, que à (ha) sido el fin de mis tareas.

Siendo Catalán, y natural de Barcelona parece debía escribir esta obra en el Catalán Idioma; pero para que se dilaten las noticias, y por los papeles, y libros que en la Centuria de 1600 se han escrito en Idioma Castellano, desdorando algunas acciones de Cataluña; debiendo manifestar su equivocación, no puedo escusar (excusar) la respuesta en la Lengua Castellana, para que igualmente se entienda el cargo, y la defensa, la equivocación, y la verdad; que para asegurarla en dicha Centuria, y en las antecedentes, me he valido de las Escrituras auténticas, Privilegios, Actos de Cortes, Relaciones de los Serenísimos Señores Reyes, y de los Dietarios, y Libros del Real Archivo de Barcelona, del de la misma Ciudad, del de la Deputación (Diputación), que es el del Principado, de Lerida (Lérida), de Tortosa, de Perpiñan (Perpiñán, Perpignan), y de las demás Ciudades, y Villas del Principado; no omitiendo registrar por mí, o por sujetos de todo crédito los referidos, como también los de las Iglesias, y Conventos, y en falta de esto apadrinan la verdad que refiero autores extranjeros, y faltando estos me asisten los Catalanes en las relaciones de su tiempo: (10: Beyerlinc. Teat. Vitae Humanae. Tu nihil magnum finis interire nil mori clarum patens reserva posteris nostris monumentae scaecli condita libris sola fucatis variare dictis, paginas nescis sed aperta quidquid. Veritas prodit rè sine per avum simplice penna. Quintil. Lib. 10. inst. Cujus proprium est vera sine ostentatione scribere. Estrabon lib. I. Geor. Honestè factis veritas suficit.)

Omito autoridades cuando admiten todos lo que refiero: al margen por números, hallarás las escrituras auténticas que aseguran mi narrativa, y a la fin de los capítulos los sujetos, y familias que ha podido advertir mi desvelo, haber concurrido en las Conquistas, y hazañas, designados por el mismo Abecedario: no dudo faltarán muchos que con sus proezas ilustraron a su Patria: no haberlo advertido fue poca diligencia, y cuidado de los Antiguos, y no culpa mía, como tampoco lo es haber omitido algunos de nuestro tiempo, por no noticiármelo, por más que lo he solicitado.

Podrás advertir, que la relación que emprendo, como la escribo por Anales, si no puedes hallarla cumplida en el primer año, la podrás buscar en el año que se ejecutó la conclusión del hecho, por el índice alfabético, quedando enteramente satisfecho en lo que te importará entender, hallando consuelo en tus deseos.

Podrás también notar que en el primer tomo escribiendo de la segunda población de España después de la Seca de 26 años, y tres de la lluvia no aseguro año, y no se debe reparar en tres más, o menos que comenzase a poblarse, porque en tal variedad de autores, y en cosa tan antigua no es fácil hallar verdad constante. También en este mismo tomo hablando desde Tubal hasta Abidis primeros Reyes de España, fundo la relación en la tradición confirmada con todo el torrente de los autores españoles, y de otras naciones; omitiendo satisfacer al P. Mariana tom. I. lib. I. cap. 7, que duda de algunos; porque no hallo razón para la duda; ni para asegurar el crédito hallo más que la autoridad de los autores que cito en las relaciones de los hechos de los primeros Reyes, y las mismas palabras del P. Mariana al fin de dicho capítulo, que son las siguientes:

No me atrevo a reprobar lo que graves autores testificaron, y dijeron. Suplícote adviertas, y corrijas los defectos de método, locución, y los demás que no habré comprendido, y añadas noticias a lo que refiero si las hallas mejores, disimulando las faltas por los efectos de mi fina voluntad. VALE.

Protesta del autor.

Obedeciendo gustoso a los Decretos Apostólicos, y particularmente a los del Sumo Pontífice Urbano VIII, expedidos en la Sagrada Congregación de la Santa, y General Inquisición Romana en 13 de Março del año 1625, en 5 de Junio de 1631, y en 3 de Julio de 1634, acerca de los que escriben vidas, milagros, revelaciones, y otros beneficios divinos de personas que murieron con fama de Santidad, y no están Canonizadas, ni Beatificadas; en la relación, y noticias de los Varones Insignes en santidad, y hablando de sus virtudes, martirios, milagros, profecías, revelaciones, y otros divinos beneficios, y en los términos de gracia, y gloria, y otros semejantes que uso calificando, y aplaudiendo sus acciones, no quiero, ni es mi intento tampoco, se les dé más crédito, y autoridad, ni tengan otro sentido, que el que se debe a una sencilla fé humana, falible, y no aprobada, ni calificada por Santa Iglesia (Catholica) Católica Romana, menos escribiendo de los Santos Canonizados, y de lo aprobado por la Santa Iglesia; y assi mismo protesto que no es mi intención calificar de Santos, o Bienaventurados a las personas que no lo están por la Iglesia: y cuando uso del título de Santos, y Bienaventurados, no lo tomo en la propria, y rigurosa significación que induzga (induzca) culto, sino en la vulgar, con que a las Personas pías de más aprobada, y cuidadosa vida, aún viviendo las suelen llamar Santas.


Fee (Fé) de erratas.

Pag. 5, columna 1, lin. 19. Varueserias, lee Varvessorias.

Pag. 9, col. 1, lin. 17 & pag. 12, col. 1, lin. 13. Ametistes, lee Ametistos.

Pag. 12, col. 1, lin. 39. Puente, lee Puerta.

Pag. 33, col. 2, lin. 9. Jugo, lee yugo.

Pag. 79, col. 2, lin. 39. Govern, lee governó (gobernó).

Pag. 83, col. 2, al margen. Sertorio, lee Cayo Annio.

Pag. 86, col. 2, lin. 4. Mauscrito, lee manuscrito.

Pag. 94, col. 1, lin. 12. Dieron zelo, lee dieronsela (se la dieron).

Pag. 96, col. 2, lin. 37. Virgen, lee virtud.

Pag. 101, col. 1, lin. 14. Madre Dios, lee Madre de Dios.

Pag. 154, col. 1, lin. 6. Dol, del.

Pag. 249, col. 1, lin. 43. Arrastró, lee arrostró.

Pag. 266, col. 1, lin. 42. Quatra, lee quatro (cuatro).

Pag. 288, col. 2, lin. 13. Almarà, lee Almatà, 

y en el margen, y sumario, pag. 290, col. 2, lin. 16. Celiberia, lee Celtiberia

Pag. 290, col. 2, lin. 51. Año 114, lee 1014.

Pag. 154, col. 1, lin. 5. Barcolona, lee Barcelona.

Pag. 314, col. 2, lin. 18. Año 1160, lee 1190.

Pag. 318, col. 1, lin. 22. Alemany, lee Aleman (Alemán).

Pag. 325, col. 1, lin. 5. Dulce, lee Almodis.

Pag. 331, col. 1, lin. 39. De Torá, lee del Tura. 

Pag. 331, col. 2, lin. 31. De Lermens, lee Termens.

Pag. 352, col. 1, lin. 51. Postuma, lee Castuma.

Pag. 352, col. 1, lin. 52. Adea, lee Aldea.

En el prólogo pag. 3, lin. 35. Prozeas, lee Proezas.


Tabla de los capítulos contenidos en este primer tomo.

(Se omiten las páginas)

Libro 1.

Cap. 1. De la fundación, nombre, división, y límites de Cataluña, y de la división de España, y Francia.

Cap. 2De los montes de Cataluña.

Cap. 3. De los ríos, fuentes, y estanques particulares de Cataluña.

Cap. 4. De las minas de Cataluña, y de algunas cosas particulares.

Cap. 5. De algunos baños particulares, y de las continuas maravillas del cielo en Cataluña: de su abundancia, y fertilidad.

Cap. 6. De las imágenes de la Virgen, que ha manifestado milagrosamente el cielo en esta Provincia, de cuyas invenciones no se ha podido hallar el tiempo.

Cap. 7. Refiérense las reliquias de los cuerpos de los santos extranjeros, que se hallan venerados en esta Provincia, a más de los naturales, y forasteros, de cuyas vidas, y traslaciones se hallará noticia en los años que sucedieron, por el discurso de esta obra.

Cap. 8. De los hospitales en suma de esta Provincia, y de los Conventos, y Prioratos, de cuya fundación se ignora el tiempo, con la de los que en este tiempo están derruidos.

Cap. 9. De la militar orden de San Juan Bautista, su fundación, aumento, encomiendas, y prioratos en Cataluña.

Libro 2.

Cap. 1. De Tubal primero Rey.

Cap. 2. De Hibero segundo Rey, y de sus hechos. (Ibero, Ebro)

Cap. 3. De Jubala tercero Rey.

Cap. 4. De Brigo cuarto Rey, y de sus obras.

Cap. 5. De Tago quinto Rey.

Cap. 6. De Beto seto Rey.

Cap. 7. De Deabo africano, nombrado Gerión, séptimo Rey.

Cap. 8. De los Geriones, octavos Reyes.

Cap. 9. De Hispalo, noveno Rey.

Cap. 10. De Hispan décimo Rey. 

Cap. 11. De Hércules Líbico undécimo Rey.

Cap. 12. De Hespero duodécimo Rey.

Cap. 13. De Atlante décimo tercio Rey.

Cap. 14. De Sicoro décimo cuarto Rey.

Cap. 15. De Sicano décimo quinto Rey.

Cap. 16. De Siceleo décimo sexto Rey.

Cap. 17. De Luso décimo séptimo Rey.

Cap. 18. De Sículo décimo octavo Rey.

Cap. 19. De Testa décimo nono Rey.

Cap. 20. De Romo vigésimo Rey.

Cap. 21. De Palato, o Palatuo, vigésimo primero Rey.

Cap. 22. De Heritreo vigésimo segundo Rey.

Cap. 23. De Gorgoris vigésimo tercio Rey.

Cap. 24. De Abidis vigésimo cuarto Rey.


Libro 3.

Cap. 1. De la división de Cataluña en diferentes pueblos, o provincias.

Cap. 2. Como se despobló España por la sequedad.

Cap. 3. De la población segunda de España.

Cap. 4. De la venida, y poblaciones de los Rodios.

Cap. 5. Del incendio de los Pirineos.

Cap. 6. De la entrada de los Phrigios (Frigios), Phenisses (Fenicios), y del valor de Theron Catalan.

Cap. 7. De la venida de los Egipcios, y del valor de Theron.

Cap. 8. De la venida de diferentes naciones hasta la peste, y segunda Seca de España.

Cap. 9. De la hambre, peste, y segunda sequedad de España.

Libro 4.

Cap. 1. De la venida de los marselleses: fundación de Ampurias, y como dilató su dominio Cartago en España.

Cap. 2. Noticias en Cataluña de los romanos, a quien favorece: pasa a Cataluña Amiclar, y guerra contra Betulones, y otros: y embajada a Alejandro Magno.

Cap. 3. Fortifícase Barcelonaguerra de Betulones: pasa Aníbal a Ampuriasbatalla, y muerte de Amiclar.

Cap. 4. Pasa Aníbal a Cartago, y esta nombra general de España a Asdrúbal: paz de Roma, y Asdrúbaldivisión primera de Españagobierno de Aníbal, y oposición de Cataluña.

Cap. 5. Viene Gneo Scipion (Escipión) a Cataluña, amistades que logra, y lo que ejecuta: vence a los de Cartago con el favor de Cataluña.

Cap. 6. Victorias de Escipión, destrucción de Atanagria, y Ausa, y prodigios.

Cap. 7. Victorias de Escipión asistido de Cataluña, que se defiende del Cartaginés, y guerras de Indíbil, y Mandonio Catalan.

Cap. 8. Ocupadas, y demolidas Cartago vieja, y Rubricata, vencido Asdrúbal, y otros muchos lances.

Cap. 9. Vencen los catalanes, y romanos a Asdrúbal Calvo: ilústrase Tarragona, y excelencias de Barcelona.

Cap. 10. Derrota, y muerte de los Escipiones, su sepulcro: venida de Nerón, y del hijo de Escipión: rendimiento de Cartagena. (Cartago nova)

Cap. 11. Valor, y cortesía de Escipión con las mujeres que se hallaron en Cartagena.

Cap. 12. Victorias de Escipión: ajústanse las Provincias de España a la Citerior, nómbranla Tarraconense: guerras de Cataluña.

Libro 5.

Cap. 1. Guerras en Cataluña contra romanos, hasta la venida del cónsul Catón.

Cap. 2. De la venida del cónsul Catón, y sus guerras en Cataluña.

Cap. 3. Guerras de Catón en Cataluña, con sus pueblos hasta que se concluyó la paz, y vuelta de Catón a Roma.

Cap. 4. Guerras en Cataluña de romanos: gobierno de ellos hasta el año 169, antes de Cristo: privilegios concedidos por los romanos: trátase de la fundación de Calaf.

Cap. 5. De los cónsules, pretores, procónsules, y legados que vinieron a Cataluña hasta el año 100 antes de Cristo, y de los sucesos, y victorias de Catalanes contra los Cimbrios.

Cap. 6. Guerras en Cataluña contra romanos, y Sertorio: Y a favor de Sertorio hasta su retirada a África: nota de Spurio Pompeyano, de la piedra de su sepulcro.

Cap. 7. Guerras de Cataluña en defensa de Sertorio, y de este contra Pompeyo, hasta la muerte de Sertorio: trofeos de Pompeyo por sus victorias: vuelve a Roma: favorece a Cataluña: estatua que le consagró Manresa: edificios de este tiempo de esta ciudad, y argollas de Atalavaca, y otras.

Cap. 8. Del gobierno de Cataluña hasta el año 52 antes de Cristo: de la fundación del templo de Esculapio en Barcelona: memorias de Aulo Mevio de Vique: y guerras en Ruisellon (Rosellón).

Cap. 9. Entran los capitanes de Pompeyo en Cataluña: Fabio capitán de César les vence, y hace retirar a Lérida: entrada de César, y hechos de Fabio.

Cap. 10. Viene César a Lérida, pone asedio a la ciudad: encuentros con los dos ejércitos, hasta que concordaron César, y Afranio, por causa de la falta de agua del ejército de Afranio, y muerte de Pompeyo.

Cap. 11. Entran los hijos de Pompeyo en España, les defiende Cataluña: vuelve César, y les vence: ocúltase Sexto Pompeyo en Cataluña: muerte de César, que hizo colonia a Tarragona, y a Ampurias.

Cap. 12. Pasa Sexto Pompeyo a Roma: guerra en Cataluña de los Ceretanos, y Salusios contra Octaviano: principio de la cuenta de la Era del César: y destrucción del templo de Bona.

Cap. 13. Reside en Tarragona Octaviano: confírmala colonia: conságranle templo: concluye la fábrica del castillo Octaviano: nombra colonia a Barcelona, y municipal a Lérida: firma, y decreta el edicto para registrarse el orbe, en Tarragona: vuélvese a Roma, y hace nuestro Señor milagro en Gerona.

Libro 6.

Cap. 1. Del santísimo nacimiento en la noche: participa España de la claridad, y en el día aparecen tres soles: refiérense los hechos de Augusto hasta su muerte: de la venida a esta provincia del cuerpo de San Forcián, y háblase de los Santos Inocentes.

Cap. 2. Sucesos de Tiberio hasta su muerte: van de Cataluña a visitar a nuestro Señor, y a su santísima madre, que recibe bajo su patrocinio a España: en Cataluña se adoraba (a) Dios, antes de la venida de los Santos Apóstoles, y de la muerte de Dios nuestro Señor para nuestra salud.

Cap. 3. Del primer gentil que recibió la fé en el santo bautismo, que fue Cayo Cornelio centurión, Catalan: y de las memorias de Tiberio.

Cap. 4. De la venida de nuestro santo Apóstol a Cataluña, y principio de nuestra Santa Fé: de San Ethereo obispo de Barcelona, y de San Agatodoro de Tarragona.

Cap. 5. Del imperio de Calígula, y Claudio: venida de San Pedro: de los santos obispos Teodosio, Víctor, y Aecio: de la venida de San Saturnino (Sadurní): obispado de Roda, y fundación de algunos lugares.

Cap. 6. De los emperadores Nerón, Galba, Otón, Vitelio, y Vespasiano: de San Rufo obispo de Tortosa: venida de San Pablo a Cataluña: templo de Santa Tecla en Tarragona: de San Lucio obispo de Barcelona: de San Hieromeo, y fundación de Gualba.

Cap. 7. De los emperadores Vespasiano, Tito, Domiciano, Nerva, y Trajano: de los Aletos: de los varones insignes de Tarragona, Barcelona, y Tortosa: de San Philoteo mártir de Barcelona, y de San Deodato segundo, su obispo: de los santos Lino, Cleto, y Clemente, pontífices.

Cap. 8. De los barceloneses Lucio Licino Sura, Lucio Licino segundo, y Publio Licino: guerras de Ampurias contra Roma, y muerte de Trajano.

Cap. 9. De Adriano emperador: las gracias que concedió a las ciudades de Cataluña: los hombres insignes que florecieron en esta Era: y de la muerte de Adriano, y martirio de los Pontífices Evaristo, y Alejandro primero.

Cap. 10. De las poblaciones antiguas de tiempo de los romanos que se hallaban aún en Cataluña, a más (además) de las referidas (en el) capítulo 9.

Cap. 11. De los emperadores Antonino Pío, Antonino Vero, y Marco Aurelio: de la villa de Terrassa (Terrasa), y sus hijos Serennio, y Quinto Grannio: de Cecilio Obtato, y Lucio Furio de Barcelona, y de sus obispos: de Cayo Julio Joscho de Tarragona, y de los santos Bonoso, y Maximiano de Blanes, y de Mequinensa: martirio en Manresa de San Lucio obispo: de los santos diáconos Absalon, y Largo, y de los santos Pontífices, Sixto primero, Telesphoro, Higinio, Pío primero, Aniceto, Soter, y Eleuterio.

Cap. 12. De los emperadores desde Commodo hasta Maximino: de los obispos de Barcelona hasta San Severo primero: de las fundaciones de Albià, Albi, y Albiol: de San Andeloto: de los santos Pontífices Víctor, Seferino, y Calixto.

Cap. 13. Martirio de San Magino: destrúyese el templo de Venus de Monserrate: de los emperadores desde Maximino hasta Decio: memorias de Philipo (Filipo, Felipe), y fundación de San Martín de Gerona: de San Ponciano, y de San Antero Papa.   

Cap. 14. De los emperadores desde Decio hasta Valeriano, y Galieno: de los santos mártires Luciano, Marciano, Fructuoso, Augurio, Eulogio, Verona, y Senon: cual fue Cervera: guerra en Cataluña contra alemanes: de San Fabiano Pontífice, y mártir: y de San Cornelio.

Cap. 15. De los emperadores, desde Aureliano, hasta Diocleciano: de San Licerio, de San Estefano (Esteve, Esteban, Stephanus) Papa, de San Sixto, de San Dionysio (Dionisio), de San Félix, y de los santos mártires Severo primero, cuatro clérigos, Emeterio, Celio, y Rústico: salen los alemanes de Cataluña: memorias de Caro, y Carino en Tarragona que la reedifican: y de Lucio Pontífice.

Cap. 16. De San Vicente de Colibre: de San Feliu Apóstol de Gerona: de San Narciso, y de San Feliu su diácono: de San Invento, y 360 mártires de Gerona: de San Román, San Invento, San Horoncio, Aquilina, Víctor, Germán, Paulino, Justo, y Suylo (Suilo): de San Emeterio, y San Celedonio, y de su traslación: de San Salidonio (Celedonio, Salidonio, Celoni), y de San Avito: de los discípulos de San Narciso, y de su traslación a Gerona: de San Flamidiano: de la invención (hallazgo) de algunos Santos Cuerpos: de San Eutichiano: y de las Santas Formas de Gerona.

Cap. 17. De nuestra invencible capitana, ilustre heroína, y protomártir Santa Eulalia.

Cap. 18. De San Feliu de Barcelona, de Santa Julia, de los santos Fileto, Leda, sus hijos, y cincuenta y cinco mártires de Barcelona, y de San Cucufate (Cugat).

Cap. 19. De las santas Juliana, y Simproniana de Barcelona: de San Sergio, y San Anastasio, y 73 mártires de Barcelona: de San Prudencio de Tarragona: de San Ponce, de San Sixto, y de San Eovaldo de Ampurdan: de San Marcelino, de S. Engracia, y S. Calamanda: fin del imperio de Dioclesiano: de Constantino.

Cap. 20. De Constantino Magno: primer Concilio de España, en Colibre: elección de (Arçobispados) arzobispados, y obispados: fundación de Constantí, y la Selva: reedificación de Elna: de San Marcos.

Cap. 21. De los santos Severo, Ponciano, y Senadino de Barcelona: de los santos obispos de Vique, tres Justos, Euterio, y Lázaro: de San Pretexato obispo de Barcelona: del Santo Pontífice Dámaso: de los emperadores, de Juliano hasta Teodosio: de Santa Marina: de San Valentino.

Cap. 22. De Himerio arzobispo de Tarragona, y su consulta al Papa: de San Paciano, Lucio Dextero, Ripario, Desiderio, y Sisino: de Santa Cerenilla, y San Marciano de Barcelona: del hereje Vigilancio francés, y de Valente, y Teodosio emperadores.

Cap. 23. De San Lampidio obispo de Barcelona, San Paulino, y Santa Terasia (Teresa): muere Teodosio, y suceden Arcadio, y Honorio: discípulos de San Agustín en Barcelona: fundaciones de conventos del Carmen, San Antonio, y San Agustín: de San Olimpo, de Barcelona: entrada de los vándalos: defienden los Catalanes al imperio: de Santa Cordula, y Santa Candia: de San Dalmacio, y de San Marco Máximo: de Siricio.

Cap. 24. Guerras de Máximo, y Geroncio, opónenseles los Catalanes: mátase Geroncio: destruyen los vándalos a Tarragona, crece Barcelona, y quedan los Alanos en Cataluña.

Libro 7.

Cap. 1. Origen de los Godos: sus expediciones hasta entrar en Cataluña: donde elige Corte a Barcelona Athaulpho (Ataúlfo : Adolf : Adolfo): fabrica el Real Palacio: y funda su Monarquía.

Cap. 2. De Ataúlfo: de su sepulcro: de Sigerico, y Vvalia (Walia) Reyes Godos: de Paulo Orosio, y de los dos santos sacerdotes Avitos de Tarragona: de San Bonifacio, y San Paulo de la misma ciudad: de San Sixto, Sosimo, y Bonifacio.

Cap. 3. De los Reyes Theodoredo (Teodoredo), Turisimundo, y Theodorico (Teodorico): vencen los Catalanes a Atila: de San Nundinario obispo de Barcelona: Cisma en Barcelona, y Cisma, y Concilio General en Tarragona: es reedificada: vida de San Vidal de Gerona: de San Honorato, San León, y San Sixto.

Cap. 4. De los reyes Teodorico, y Eurico: de San Severo segundo obispo de Barcelona, en cuyo tiempo se formaron las Leyes Góticas: de San Segismundo, fundación de su iglesia, y de San Marçal: de San Simplicio Papa natural de Barcelona, y de San Ascanio.

Cap. 5. De Alarico, y pérdida de su Reyno: vida de Gesaleico tirano, y de Amalerico: Juan arzobispo de Tarragona: Concilios de Tarragona, Gerona y Lérida: Letanías en Cataluña: bayles (bailes): de San Orencio arzobispo de Tarragona, de San Emiliano de Libia, y de San Paladio: de los Pontífices Félix III, Gelasio, y Anastasio.

Cap. 6. Del santo obispo de Barcelona Paternio: de los santos de Gerona Justo, Justiniano, Nebridio, y Elpidio: de San Justo de Vique: de los Concilios de Valencia, Zaragoça (Zaragoza), y Barcelona: martirios de la reina Clotilda: muerte de Amalarico: de San Gaudioso de Tarragona: Juan primero.

Cap. 7. De Theudio: victoria de los catalanes: vienen los monjes de San Benito a visitar a San Narciso: fundación del convento de Monistrol: milagros de las fuentes: de Agila, y Atangildo: de San Nasario, y Bonifacio.

Cap. 8. De los reyes Luyva, y Leovigildo: de los príncipes San Hermenegildo (Armengol), y Recaredo: raros prodigios, y persecución contra la iglesia: martirio de San Hermenegildo: de San Ascanio segundo, de San Juan, y del santo obispo Dominio: fundación de Ripoll: milagro de las fuentes: muerte de Leovigildo.

Cap. 9. De Recaredo católico rey, tuvo su Corte en Tarragona: vencen los Catalanes a los franceses: confírmase el primer Concilio de España en Colibre: Concilios de Toledo, Zaragoza, y Barcelona, que es Metrópoli de los Godos: residen en ella los ministros: principio de los Duques, y Condes, y del castigo de los Açotes (azotes). 

Cap. 10. De los reyes Luyva, y Vviterico (Witerico): fundación de San Pedro de Roda, y venida de las santas reliquias: de los reyes Gundemaro, Sisebuto, Recaredo, y Suyntila: Concilios de Toledo, Barcelona, Egara, y Tarragona: de San Nonito, de Pedro obispo de Lérida, de Liberato natural de Gerona, y de San Gregorio Magno.

Cap. 11. De los reyes Sisenando, Cintila, Tulga, y Chindasvinto: Concilios en Toledo, y sus decretos: de San Severo III. Antigüedad del título de católicos en los Reyes de España: fundación de Centellas: antigüedad de Tarragona: nota de si ha tenido obispo Manresa: de Isabel Joyense.

Cap. 12. Como Tarragona, y no Toledo, es Primada de las Españas: fúndase en razón, y se satisface a las dudas.      

Cap. 13. De los reyes Recesvinto, y Vvamba (Wamba): fundación de Requesens, y memorias en Cataluña de Recesvinto: de Quiricio obispo de Barcelona: eclipse del sol en España: guerras contra navarros, y contra Paulo: asegúrase el buen proceder de Cataluña: de los Papas Martino, Eugenio, Vitalino, Deodato, y Domno.

Cap. 14. De los reyes Ervigio, Égica, Witiza, y Rodrigo: de San Cypriano (Cipriano) de Tarragona, y de San Idalio de Barcelona: de Berenguer, y Guillermo, obispos de Barcelona: principio de la pérdida de España: de Agato, León, Benedicto, y Juan pontífices.

Cap. 15. De la pérdida de España: muerte de Rodrigo: conquistas de los Moros: de como se defendieron Tortosa, Lérida, Tarragona, Barcelona, Livia, y Puigcerdan: de los lugares de Cataluña, que no se sujetaron a los Moros: de los tributos que pagaban los lugares abiertos: pondérase el valor Catalan (catalán): escóndense las santas imágenes: milagro en las monjas benitas.

Libro 8.

Cap. 1. Prosiguen en los Moros sus conquistas: oposición de los catalanes, retirados en los lugares fuertes: embajada a Carlos Martel, su socorro, y guerras hasta la venida de Otger: de San (santa) Celeriana: de nuestra Señora de Salgar.

Cap. 2. Entrada de Otger, y nueve barones: principio de sus proezas, aseguradas con la tradición, escrituras antiguas, y autores extranjeros.

Cap. 3. Del origen del nombre de Cataluña: de llamarse Principado, y del idioma, crédito, y estimación en las historias extranjeras, y en la voz de sus Señores.

Cap. 4. Victorias de Otger Gotlant (Catalon según Bofarull), cerco de Ampurias, y de su muerte: sucede Dapifer, de sus victorias, y forma de gobierno: de las fundaciones de iglesias, y división de las tierras adquiridas.

Cap. 5. Estado de Cataluña: varias recuperaciones de Barcelona por los catalanes: entra Carlo Magno en Cataluña: sus victorias: epítome de su santa vida: pruébanse sus entradas: fundación de Arles, refiérense sus reliquias.

Cap. 6. Asisten los catalanes a Carlos para cobrar a Narbona: entra a Cataluña: sujeta hasta Gerona: milagros sucedidos: victorias de Carlos, y de Benito de Cabrera con los paisanos: recuperación de Barcelona: fundaciones de Carlos: convento de San Daniel, y Valle de María, y su manifestación: de nuestra Señora del Coll. (Collado, Puig, Pueyo, podium.)

Cap. 7. De Félix obispo de Urgel: pérdida de Barcelona, Gerona, y Vique: recuperación de Gerona, y Barcelona: victoria de Carlos, y sus fundaciones en las dos entradas: victorias, y trabajos de Barcelona, y reedificación de San Feliu.

Cap. 8. Invención de la santa imagen de la virgen de Vilalleons: de San Emerio, y santa Cándida: estado de Cataluña, que elige a Carlos: sujétasele Zatto: recuperan los catalanes a Barcelona: vuélvese a perder: entra Ludovico: llama a toda Cataluña, que le nombra Señor. 

Cap. 9. De la última restauración de Barcelona por los catalanes, presente Ludovico Pío; al cual admiten gustosos: del gobierno de Barcelona, y de algunos particulares servicios: fundaciones de Ludovico.

Cap. 10. Invención de la santa imagen de nuestra Señora de Mongrony: fundación de San Justo, y Pastor, y de San Pedro de Barcelona: victorias de Ludovico: confirma los obispados: elige condes, vizcondes, nobles, varvesores, barones, vegueres, bayles (bailes), y senescal: asegúranse, y señálanse los distritos de Cataluña.

Libro 9.

Cap. 1. Parte Ludovico a Aquisgrán (Aachen, Aix-la-Chapelle), elige gobernador de Barcelona a Bera: de sus victorias, y acusación: elección de Bernardo: victorias de Armengol conde de Ampurias: quejas de los catalanes: privilegios de Ludovico: reedifícanse los conventos de Gerri, y San Ginés de las Fuentes: fundación de San Quirse (Quirze).

Cap. 2. De los hechos de Ludovico Pío hasta su muerte: de los de Bernardo gobernador de Barcelona, y de su muerte: proezas de los catalanes en defensa de su Patria, y de Ludovico (Lluís, Lluïs, Luis, Ludwig).

Cap. 3. De San Wistremiro: de la invención de la imagen de nuestra Señora de Obach: de Guillermo hijo del conde Bernardo: entréganse los catalanes a Carlos Calvo: concédeles privilegio que lo declara: y nombra conde gobernador a Wifredo de Arria.

Cap. 4. Defiéndense los privilegios de Ludovico Pío, y Carlos Calvo, de la calumnia de la Idea de Cataluña: y todos los privilegios, del engaño de Cataluña desengañada.

Cap. 5. De Wifredo primero conde de Barcelona: su muerte por traición de Salomón, al cual mató Wifredo segundo: victorias de los catalanes, y muerte peleando del obispo Cruilles: valor de Bernardo conde de Ribagorça (Ripacurtia, Ribagorza): háblase de la victoria, y muerte del Dragón: y fundación de Ovarra (Obarra).

Cap. 6. Gobierno de Wifredo, sus victorias en Francia, y vuelta a Barcelona, con la concesión del condado en feudo honroso: dale las Armas el Emperador: y se defiende esta verdad, de la novedad.

Cap. 7. Victorias del conde Wifredo contra los Moros: sácales de sus tierras: favores de nuestra Señora: invención, y primera traslación del cuerpo de Santa Eulalia: reedificación de Manresa.

Cap. 8. Victorias, y muerte de Borrell, o Wifredo II, milagrosa invención de la Virgen de Ripoll: fundación de iglesias, y conventos de San Juan de las Abadesas, y de Monserrate: invención de la Santa Imagen: vide (vida) de fray Juan Guarín, y de San Julio: nuestra Señora de Foix.

Cap. 9. De Wifredo Borrell: de Miron, y Seniofredo (Suñer, Sunyer) condes de Barcelona: de Suñer conde de Urgel: reedifícanse San Pablo del Campo, y los castillos de (Olerdula) Olérdola, y Solsona: victorias de los catalanes: asegúrase haber defendido a España: varias fundaciones, de Santa Ana de Barcelona, de la O, de Campredon, y de Roda.

Cap. 10. Elección de Borrell, y exclusión de Cabreta, del condado de Barcelona: motivo del viaje de Borrell a Roma: consigue la unión del arzobispado de Tarragona al obispado de Vique: pérdida, y recuperación de Barcelona: victorias en Aragón, y Castilla: varias fundaciones.

Cap. 11. Victorias del conde Borrell: pérdida de Barcelona: déjanla los Moros: muerte de Borrell: sus hijos, y mujeres: de sor Matrall, de San Eudaldo, y San Pancracio: iglesias de San Saturnino en Urgel, de Olérdola, de Santa María de Linares (Llinars), y del Pino (Pi) de Barcelona.

Libro 10.

Cap. 1. Victorias de Raymundo Borrell conde de Barcelona, que sucedió a su padre, y de Armengol conde de Urgel: nuestra Señora de Almatà: victoria de Osma: guerras de Castilla: entran los Moros en Cataluña, son vencidos en Cerdaña, y Albesa: victorias en (Cordova) Córdoba: convento de Canigò: venida de San Galderique.

Cap. 2. Reedifica, y asiste Borrell a las iglesias: vida, y muerte del santo Abad Otón: martirio del abad Juan, y once monjes de San Cucufate: reedifícase la iglesia de Elna: martirio, y traslación de las santas Eulalia, y Julia de Mérida: reedifícase la iglesia de San Pedro: de las iglesias de Santa María de Egara, y de San Adrián de Besòs: reedifícase Besalú: erección de obispado: convento de San Juan de las Abadesas: alabanzas de Barcelona: muerte del conde Raymundo: soberanía del condado de Barcelona.

Cap. 3. De Berenguer Borrell conde de Barcelona, sus virtudes, y poco cuidado: fundación de San Cucufate de Barcelona: unión de Monserrate a Ripoll: concordia del conde con su madre: privilegio de Barcelona: vida de San Armengol, y su muerte: del obispo de Barcelona Deodato: iglesias de nuestra Señora del Puerto, y de San Sebastián de Aviñonet: corporales de Ivorra (Iborra): invención de las imágenes de nuestra Señora del buen reposo, y Nuria: adelántanse los Moros: victoria prodigiosa de los catalanes: muerte, e hijos del conde.

Cap. 4. Sucede Raymundo Berenguer I a su padre Berenguer: casa con Doña Isabel: saca los Moros del Llobregat, y Panadès (Penedés, Penitensis), después del Campo: quiere reedificar Tarragona, dala en feudo: reedifica el hospital, y catedral de Barcelona: guerras: ajuste con el de Cerdaña: victorias en Ribagorza: iglesia de Cardona: vida de San Eribaldo: venida de Santa Madrona, de su martirio: fundación de Santa María de Besalú: religión de San Juan.

Cap. 5. Muere Doña Isabel: casa el conde con Almodis: iglesia de San Miguel de Barcelona: asisten los catalanes en las victorias del Rey don Ramiro de Aragón: pleitos con Ermesenda, y concordia: victorias del conde contra los Moros de Aragón: asegura al Campo de Tarragona: fortifica Tárrega: se consagra la iglesia catedral de Barcelona: antigüedad de la iglesia de San Jayme (Jaime): convento de Cervià.

Cap. 6. Victorias de los condes de Urgel, y de Barcelona: de los catalanes en Aragón: conquista de Barbastro: muerte del de Urgel: invención de nuestra Señora de la Gleba: victorias de Arnaldo Miron de Tost: fundación del Archiprestado (arciprestazgo) de Ager: victorias, y conciertos del conde de Barcelona en Francia: población de Perpiñán: admisión del oficio romano: formación de los Usajes: consagración del templo de Solsona: nuestra Señora del Milagro de Balaguer.

Cap. 7. Sujétanse los de los Estados de Francia la (al) conde: sus victorias en Aragón, y en toda España: vence a los Reyes Moros, y se le sujetan: engaño de la historia del Cid: fundaciones de San Pedro de Riudebillas (Riudebitlles), y Santa María de Seròs: muerte, entierro, e hijos del conde: fundaciones de San Salvador de Breda, y San Pol.

Cap. 8. De los condes Ramón (Ramon, aún no se ponía tilde) Berenguer, y Berenguer Ramón: de la muerte de Ramón: de la tutela del niño Don Ramón: victorias de Berenguer, y su defensa: Concilio en Besalú: reforma del Estado eclesiástico: victorias del conde de Urgel: conquista de Toledo, Campo de Tarragona, y Balaguer: victorias en Aragón: reedifícanse Tarragona, y Bañolas: fúndase San Adrián (Adriàn en el original): vida de San Sabino, y muerte del de Urgel, y del de Barcelona.

Cap. 9. Expedición de los catalanes en la Tierra Santa, Suria, y Siria.

Cap. 10. Del conde don Ramón Berenguer III. Sus casamientos: victorias en Cataluña, y Francia: del conde Armengol de Mayeruca: sus victorias en Castilla, y Cataluña: victorias de los catalanes en Aragón, y conquista de Huesca: recupérase Balaguer: fúndanse muchos conventos, e iglesias: recae el condado de Besalú al de Barcelona: fúndanse los conventos de Villabertrán, y Terrassa: háblase de las iglesias del Estany, y Manresa.

Cap. 11. Conquista de Mallorca, y descripción de las Islas Baleares: victoria contra Moros en Llobregat: conquista de Zaragoza: espadas de San Martín, y Vilardell: trátase del Dragón: libra el conde a la emperatriz: San Olaguer obispo de Barcelona, arzobispo de Tarragona, y Legado à Latere: del santo Durán: va el conde a Génova, y Pisa: reedifícase San Pablo: nuestra Señora de Mongrony, de Torà, y Cervià: conquistas de Taraçona (Tarazona), Calatayud, y Daroca: población de Olot.

Cap. 12. Victorias contra los Moros de Lérida, y Tortosa, siendo Legado San Olaguer: ríndese el Rey Moro de Valencia: concordias de San Olaguer, y juramento de fidelidad del conde de Ampurias: vida de San Odón: guerra, y concordia con el de Tolosa: batalla de Corbins: pasa el de Aragón a Cataluña: guerras, y paz con los (Ginoveses) genoveses, y con el de Ampurias: reedifícase Tarragona: entra en la religión de los Templarios el conde, y muere santamente.

Cap. 13. De los Estados de los serenísimos condes de Barcelona, y sus sucesores, que posee la Francia, y como los tiene ocupados; y de los títulos, por los cuales pertenecen a los Católicos Reyes de España.

Cap. 14. De la sucesión del conde don Ramón Berenguer IV, de sus virtudes, y concordias: muerte del Rey de Aragón don Alonso (Alfonso I el Batallador): sucesión de don Ramiro: casamiento del conde con la princesa (más adelante escribe Reyna, de Aragón) doña Petronila: capítulos, y conciertos: venida de los Templarios: unión de los reyes por medio de San Olaguer: de la vida, y muerte del santo: guerras, y concordia en Aragón: invención de nuestra Señora de Misericordia: concordias con el rey de Castilla, y con los Templarios.

Cap. 15. Guerras, y victorias en la Proença (Provenza): muerte del conde Berenguer Ramón: encárgase de aquellos Estados el conde don Ramón, y de su sobrino: sus victorias en Francia, y contra el Rey de Navarra, y concordia: conquista de Almería, donde se halló el plato de esmeralda: milagros de San (Estevan) Esteban, y San Ginés en la libertad de Galcerán de (Pinòs) Pinós, y de Sanferní: reedifican los ángeles la iglesia de San Miguel de Barcelona.

Cap. 16. Conquista de Tortosa: asistencias de Barcelona: privilegios, y gracias concedidas: conquistas de Lérida, Fraga, Mequinenza, y otras: conságranse las iglesias de Lérida, y Gerri: defensa milagrosa de Tortosa por las mujeres: sus privilegios: noticias de varios conventos de canónigos reglares: consúmase el matrimonio del conde, y la reyna: guerras, y concordias en la Provenza: ajuste con Castilla: fundación, y dotación de iglesias en el obispado de Tortosa.

Cap. 17. Victorias en Valencia: ocupa el conde a Borja: nace en Barcelona el príncipe don Ramón (futuro Alfonso II): fundaciones de Santas Cruces, y Poblet: victorias de los catalanes con los Moros de las Montañas de Prades: conquista de Miravet: cesión de los genoveses de la parte de Tortosa: nombran los de Bearne señor al conde: invenciones de nuestra Señora de Parrellas, y de la Aldea: reedifícase Santa Eulalia de Mérida: fúndanse las pabordias (o pavordias) de Barcelona: victorias en la Provenza, Narbona, y Navarra: fundación de Calatrava, y de la religión de San Antonio, &c.

Cap. 18. Sujétase al conde el Rey Moro de Murcia: alianzas con (Ingalaterra) Inglaterra: victorias en Tolosa, y en la Provenza: alianzas con el emperador, que no consigue se quite la obediencia al verdadero Pontífice: vida del santo varón Miron: pasa a Turín el conde: su muerte, milagros, y Testamento: vida, y martirio de San Bernardo de Alzira: donación del feudo de la Provenza, &c. 

Anales de Cataluña, Narciso Feliu de la Peña y Farell, 1709


Tomo primero de los Anales de Cataluña.

Libro 1.

Contiene su población, división, breve descripción de sus montes, ríos, fuentes, baños, minas, y otras maravillas, con la relación de invenciones de imágenes de N. Señora, de los cuerpos santos extranjeros, que la favorecen, y de los conventos cuyas fundaciones se ignoran.

https://liburutegibiltegi.bizkaia.eus/handle/20.500.11938/78007

https://www.cervantesvirtual.com/obra/anales-de-cataluna-y-epilogo-breve-de-los-progressos-y-famosos-hechos-de-la-nacion-tomo-segundo-contiene-los-sucessos-desde-el-ano-de-1163-hasta-los-de-1458--su-autor-narciso-feliu-de-la-pena-y-farell/

https://bibliotecafloridablanca.um.es/bibliotecafloridablanca/handle/11169/6100

https://books.google.com.gt/books?id=x-VAAQAAMAAJ

http://culturahistorica.org/wp-content/uploads/2020/02/sanchez-marcos-feliu_de_la_penya.pdf

http://bdh.bne.es/bnesearch/biblioteca/Anales%20de%20Catalu%C3%B1a%20y%20ep%C3%ADlogo%20breve%20de%20los%20progressos,%20y%20famosos%20%20%20%20%20%20%20%20%20%20%20%20%20%20%20%20hechos%20de%20la%20nacion%20catalana%20...%20%20:%20%20divididos%20en%20tres%20tomos%20...%20;%20su%20autor%20Don%20Narciso%20Feliu%20de%20la%20%20%20%20%20%20%20%20%20%20%20%20%20%20%20%20Pe%C3%B1a%20y%20Farell,%20...%20/qls/Feliu%20de%20la%20Pe%C3%B1a%20y%20Farrel,%20Narciso/qls/bdh0000163814;jsessionid=3E861A8EFC48F54934B3E0901ED7EF02

https://www.cervantesvirtual.com/obras/autor/feliu-de-la-pena-y-farell-narciso-39665

https://datos.bne.es/resource/XX886118

https://es.wikipedia.org/wiki/Narc%C3%ADs_Feliu_de_la_Penya

https://dbe.rah.es/biografias/57136/narciso-feliu-de-la-pena-y-farrell

https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/287618.pdf

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Pòrtic.

En més d'una ocasió m'he referit a l'alt interès que té l'obra del barceloní Narcís Feliu de la Penya com a símbol de la voluntat de redreçament del país quan les coses han anat malament. A la darreria del segle XVII, i coincidint amb un període de creixents dificultats per mantenir vives i operatives les institucions nacionals de govern, Catalunya havia arribat a una situació econòmica molt preocupant. Un ben perceptible desànim col·lectiu planava damunt de la societat, que havia perdut una bona part de la vitalitat d'altres temps. Sense oblidar tampoc que, en les darreres dècades del segle XVII, Catalunya hagué de fer front a diverses guerres amb França, els exèrcits de la qual es plantaren a les portes de la capital catalana el 1697.

Enmig d'aquest clima difícil, va sorgir la veu i l'acció de Feliu de la Penya, el qual, fent-se ressò de petits nuclis preocupats per l'avenir de Catalunya, va saber promoure accions que permetessin reactivar l'economia del país. L'exemple més significatiu d'aquest desig obstinat de contribuir a millorar les coses va ser el seu llibre Fénix de Cataluña, obra que va ser publicada el 1683. Feliu de la Penya no es va limitar, però, a deixar per escrit les seves propostes de redreçament. Era també un home d'acció, com calia en aquella malaurada conjuntura. Va participar de manera activa en les institucions econòmiques de Catalunya, es va moure a l'exterior, va saber cercar, dins la més dinàmica Europa d'aquell final de segle (els Països Baixos, Anglaterra, França o Alemanya), nous models tecnològics susceptibles d'ésser aplicats a la indústria catalana. Feliu de la Penya va ser, doncs, en certa manera i quan això no era freqüent, un gran europeista.

Fa anys la Generalitat de Catalunya va promoure una nova edició facsímil del Fénix de Cataluña, conscient que, en fer-ho, posava a l'abast dels ciutadans una obra exemplar d'un estudiós i home d'empresa preocupat per les coses de Catalunya. En donar suport, des de la Comissió 1898 del Departament de la Presidència, a una agosarada aventura editorial privada per publicar els tres impressionants volums dels Anales de Cataluña, de Narcís Feliu de la Penya, estem segurs que contribuïm a fer possible que la personalitat d'aquest català exemplar sigui més ben coneguda per aquelles persones interessades a trobar en el passat actituds positives, susceptibles de projectar-se cap al futur.

Perquè Narcís Feliu de la Penya, en produir-se el plet successori que, a la fi, portaria la destrucció violenta de les institucions de govern de Catalunya i un dels més sistemàtics intents d'anorrear la nostra personalitat nacional, va restar fidel al país. Va donar suport, fins a la seva mort, a la causa defensada per la Generalitat i al seu candidat, l'arxiduc Carles d'Àustria, el nostre Carles III, enfront del sobirà imposat per la poderosa màquina bèl·lica de França i Espanya.

Feliu de la Penya, doncs, ens interessa avui. Interessa els historiadors, que trobaran en aquesta obra una informació de gran utilitat en la seva tasca apassionant de reconstruir el passat col·lectiu. Interessa els polítics, perquè va exemplaritzar actituds i capteniments de valor permanent. I interessa, en definitiva, i és el més important, el conjunt de la ciutadania, perquè li ensenya que la lleialtat al país s'expressa tant en la defensa dels seus símbols permanents com també en el treball i l'esforç quotidià que permet avançar i fer front a les dificultats quan aquestes es presenten. Com a president de la Generalitat em plau felicitar aquells que s'han decidit a promoure aquesta magnífica i bella reedició d'una de les obres més emblemàtiques publicades mai a Catalunya.


Jordi Pujol

President de la
Generalitat de Catalunya

domingo, 30 de octubre de 2022

Joseph Martí y Folguera. Poemas catalans.

Poemas catalans. (Plural as)

Joseph Martí y Folguera. (y griega)



https://archive.org/details/bub_gb_6f0yKnOlolAC/page/n5/mode/2up

Lo camp estava en flor; la primavera ab sa bellesa virginal l' omplía. Era 'l temps en que 'l cor ama y espera; era 'l temps del amor y la poesía. L' hora, la del matí. Lo sol naixía de la mar blanquinosa, y tot lo espay cap á la llum s' obría com una inmensa rosa.

Tentació.


Lo camp estava en flor; la primavera

ab sa bellesa virginal lomplía.

Era
 'l temps en que 'l cor ama y espera;

era 
'l temps del amor y la poesía.

L' hora, la del matíLo sol naixía

de la mar blanquinosa,

y
 tot lo espay cap á la llum s
obría

com una inmensa rosa.
 

De la montanya tot cantant baixava

una tendra y senzilla pageseta,

bella com aquell día que esclatava,

bella com l' ideal que té 'l poeta.

De setze á divuyt anys, llesta y bufona,

lleujera com si fos una oreneta

al desplegar son ala,

poncelleta fresquíssima de dona,

que, com las altras flors, perfum exhala:

tal era la pagesa que corría

pe 'l camp, aquell matí de primavera,

en lo temps del amor y la poesía,

en lo temps en que 'l cor ama y espera.


Cullint, cullint anava

pe 'ls marges que trobava

una flor y altra flor... rosas, roellas,

gesamins y clavells, y ab totas ellas,

lo coll, lo pit, las trenas s' adornava.


De quan en quan al veure 's

retratada en las ayguas cristallinas

de fonts y reguerons, podía creure 's

mes bella que adornada ab pedras finas.

Y com que 's convencía de se' hermosa,

s' esvanía llavors, y era ditxosa.


Mes ¿quína noya, si realment es bella,

no está esvanida com ho estava ella?


¿Cóm li dirém? potsé' que 's diu María;

es un nom que li escau; de gracia plena,

entre flors com la Verge apareixía.

María, donchs, la noya s' anomena.


De sopte 's va aturar. A la girada

d' un caminal, va veure una masía

de rich aspecte y elegant fatxada.

Hi lluhía sas galas la escultura

agermanada sempre

ab superba y variada arquitectura;

un parch exuberant la rodejava,

y tota la masía respirava

un no sé qué de luxo y d' hermosura.


Sentadas al devant de la masía,

sota un axam d' acacias,

sentadas en cadiras capritxosas

hi estavan tres senyoras tan hermosas,

que os juro que semblavan las tres Gracias.

Las va mirar atentament María,

reparant, mes que en ellas,

en los vestits riquíssims que portavan

y en las joyas tan bellas

que ab onadas de llum enlluernavan.

«Tan mateix - va pensar la tendra noya -

escau molt mes la mes petita joya

que la flor mes bonica;

tan mateix lo vestit d' aqueixa mena

es molt millor que 'l meu.» Y ab fonda pena

va dir María : « ¡Quí pogués ser rica! »


Y encara estava en aquell lloch la noya,

mirant tota parada

á las senyoras elegants y finas

que li tenían l' ánima robada,

y mes que donas terrenals com ella

potser las creya aparicions divinas:

quan de repent de la masía aquella

un jove va sortir, que, la mirada

al escampar pe 'l horisont espléndit,

se va adonar de la gentil pagesa,

y li llensá una ullada

mes que la llum de sol d' istiu encesa.

María al veure 's en tal lloch sorpresa,

tímida y sofocada,

va abaixa' 'ls ulls, á la superba torre
(no fique abaixá, sino abaixa + apóstrofe)

va girá' 'l cap, y va pegar á corre.

Mes tot corrent la tendre pageseta

sentía que la imatge d' aquell luxo

encara, encara la tenía inquieta;

y ja del tot esclava

d' un intens pensament la pobre xica,

ab veu baixa, molt baixa murmurava:

« ¡Quí fos rica, Dèu meu! ¡quí fos ben rica! »


II


La nit arriba, y en humil estancia,

que careix de riquesa y elegancia,

María s' hi recull.

Vol dormir la senzilla pageseta,

mes com que aquella déria la te inquieta,

no pot aclucar l' ull.


Pensa en las grans senyoras, en las ricas

joyas qu' ellas portavan tan bonicas,

en l' or, que fa gosar,

y també, també pensa la donzella

en aquell jove que tal volta en ella

may mes hi ha de pensar.


Veu cotxes devant seu, superbas galas,

se sent com un aucell tot lligat d' alas,

y desitja... ni ho sab...

ni ho sab lo que desitja en sas taleas,

y sent com una formigor d' ideas

que li encenen lo cap.


« So guapa;- exclama la gentil pagesa-

so guapa, mes ¿qué 'n trech de ma guapesa?

¿qué 'n trech sense tresors?

La hermosura! .. es inútil ensalsarla.

¿Qué 'n trech, si per lluhirla y adornarla

no tinch res mes que flors?»


Y 'l mateix pensament, gegant, atlétich,

furga que furga en lo capet poétich

de la noya gentil;

y omplintlo d' esperansas y projectes,

mil formas pren, mil variats aspectes,

y després, altres mil.


Y la noya está alegre, riu, suspira,

y d' un cantó de llit al altre 's gira,

y no está quieta may.

Y 'ls brillants y las perlas en que pensa,

los veu com se destacan de la inmensa

fosquedat del espay.


Axeca 'ls brassos nus per' agafarlos,

y veu com s' evaporan al tocarlos,

y al punt esclata en plors.

¡ En lloch de perlas y diamants sols troba,

per entre 'ls plechs de la revolta roba,

las olvidadas flors !


Y aixís passa la nit, adelerada,

per un desitj assedegat tentada,

de vanitat y orgull.

Y en va dormir intenta la fadrina,

que ab la déria fatal que l' amohina,

no pot aclucar l' ull.


III


Anant pe 'l camp, i lendemá, María

va trobá al jove aquell de la masía.

Ell va acostarshi, va detindre 's ella,

y veu 's aquí, com sempre, altra vegada

la perillosa, la fatal parella.


- Ahí 't vaig repara', pagesa hermosa,

y des d' aquell instant, en res mes penso.

- Jo, senyor... jo que valch tan poca cosa,

he fixat sa atenció... may ho diría.

- Donchs es cert, noya; ¿cóm te dius?

- María.


- María! bonich nom que ja venero;

¡bonich!.. si 'l portas tú ¿cóm no ha de serho?

Ta mirada puríssima y serena

va penetrá' en mon cor, d' encisos plena,

y en éll va obrirhi, angelical fadrina,

de simpatía una profunda vena. »


Y li agafa una ma, qu' ella abandona

potser sens' adonarsen, y una estona,

sens dirse res, se miran,

y tendrament suspiran.


- Oh! no 't so indiferent; si vols negarho,

no ho podrás fer; si fora una mentida!

y tú no sabs mentir, ¿A qué ocultarho?

ja comenso á ser I' amo de ta vida.

- Sí, sí, també he pensat...

- Oh ma estimada!

- Mes jo, pobre pagesa...

- Qui be adora,

sab veure en sa pagesa, sa senyora.

- Jo senyora?

- Ho serás.

- ¿Ab ricas joyas

m' adornaré?

- Nasqueren las mes finas

per' adornar tas perfeccions divinas.

Tindrás vestits que inspirarán enveja,

donzellas que 't serveixin com esclavas,

y ton desitj, que aquí cautíu s' agita,

volará en la opulencia, sense trabas.

- ¿Y no es somni 'l que sento?

- Nos rodeja la realitat tan sols; en mi palpita

l' amor inmens; tú n' ets ma soberana.

Mira 'm, so jo que parlo; á tos peus llenso

lo que tinch, lo que valch; parla, demana.

Vull lo que vols, y lo que pensas penso. »


Y aixís, de parauleta en parauleta,

lo jove va tentant á la fadrina,

y es ¡ay! cada mirada una sageta

que al cor li clava enverinada espina.


Ella no pensa en defensarse; al cántich

de la fatal sirena s' abandona,

y 'l pensament, la voluntat sens esma,

y 'l cor, y tota la existencia dona.


- ¿M' estimas com jo á tu?

- Molt mes encara.

- Vindrás ab mi?

- ¿Cóm no si 'm sento atreta

per tú, com per lo flam la papallona?


- ¿Me seguirás?

- Al fi del mon.

- María,

ves al pinar avuy al caure 'l día.

Comensarem á ser des d' aquell' hora,

jo 'l mes humil esclau, tú la senyora. »


Y per volta primera

ell ab petons de foch li clou los llavis,

y sens darli sisquera

temps de referse d' emocions tan fortas,

desapareix á poch á poch, girantse,

y 's pert entre 'l fullatge de las hortas.


IV


María 's va quedar embadalida,

omplerts, lo cap de fum, y 'l cor de foch.

La sort ó la desgracia de sa vida,

tal volta 's decidía en aquell lloch.


No 's dava compte, no, d' ella mateixa;

mil ideas l' anavan combatent.

¿Llensava una riatlla ó be una queixa?

¿son cor estava trist ó be content?


Encara á sas orellas ressonava

del gentil jove aquell l' accent profon:

«María ¿'m seguirás?» li preguntava,

y ella li responía: «Al fi del mon.»


¿Lo seguiría donchs? Y tremolosa,

sens adonarse 'n, va deixá' aquell lloch;

distreta, ab los ulls baixos, silenciosa,

anava caminant á poch á poch.


De repent al alsar la greu mirada

vegé la creu del terme en lo camí,

y ella al replá s' hi va sentar cansada,

com si quelcom la retingués allí.


Era potsé' 'l que allí la retenía,

de la comarca l' ángel tutelar,

aquell ángel d' amor y poesía

que vetlla en cada poble cada llar.


La creu s' alsava mística y severa,

mostrant oberts sos brassos maternals,

peró María tancá 'ls ulls lleujera

y 's va perdre entre un nus de caminals.


Va trobar mes avall la vella hermita,

visitada pe 'ls pobles del voltant,

tan neta, tan bonica, tan petita,

niu de pau y d' amor pe 'l caminant.


Va entrar en ella sens donarse 'n compte

y caygué ajonollada prop l' altar,

y al sant veyent, li va semblar de prompte

que li volgués la imatge enrahonar.


«No te 'n vagis.» Semblava que li deya

per la buydor del temple dolsa veu;

peró á María un' altra veu l' atreya,

y del temple fugí, com de la creu.


S' anava mentrestant acostant l' hora

de la cita amorosa en lo pinar,

y envolta ja en la flama tentadora,

ni sisquera sabía vacilar.


Ple de misteri y de tristesa, 'l día

cayent anava. Era l' instant suprem.

Y per forsa rihent ¡pobre María!

ja tentada del tot, va dir: «Anem.»


V


Ha passat temps. En la ciutat, María

s' ha convertit en una gran senyora.

La pagesa d' ahí resplandeix ara

ab tot lo brill del luxo y de la moda.

Te galas, te criadas, te cambreras,

 cotxes que l' estotjan com á joya,

te diamants qu' enlluernan y fascinan,

te perlas molt mes netas que las gotas

de la rosada quan de caure acaba

en la mes fresca y virginal corola.

Te tot lo que somniava y que volía,

tot lo que va tentar son cor de noya:

es talment una amable soberana;

es talment una dama encantadora.


En passeigs y teatros coneguda,

ella sempre ha de dur las millors robas;

elegant, ben tallada, es la sirena

que atrau á tots los pescadors á l' hora.

Deix anar per hont passa una ratxada,

una estela fortíssima d' aroma,

no pas del de las flors de primavera,

de violetas, de clavells ó rosas,

sinó perfum artificial que en capsas

diminutas ó en frévolas ampollas

reb de la India expressament: esencias,

pols finas, esperits, estranyas drogas.


Oh! deixeula passar. Al voltant d' ella

una corrent magnética s' hi forma

d' admiració fervent. Feuli lloch, feuli,

espirituals y masculinas collas.

Es vostra reyna que somríu quan passa;

es vostra reyna que somríu erótica;

que promet ab miradas y riatlletas

un cel d' amor com als fidels Mahoma.


¿Te encara aquell amant? ¡qui sab hont para!

María, com gran dama, es capritxosa,

es coqueta y altiva, y busca, busca

flamas novas com viva papallona.

Aquell amant, lo tentador espléndit,

va passar á tentat; durá una estona;

y ara fins lo seu nom pera María

jau del olvit en l' ignorada tomba.

Era rich, mes no prou; un altre, un altre

molt mes rich qu' ell va desitjar la dona;

y tan bella com pérfida y astuta

¡cóm ab tants homes ha jugat traydora!


Frenética ha rigut y en sibaríticas

festas ella ha apurat l' última copa.

Del licor de la vida assedegada,

no crech que deixat n' haji ni una gota.

Peró la reyna, la superba diva,

¿es ab tant d' or y tant plaher, ditxosa?

¿No sent al fons de l' ánima perduda

una amargura inesplicable y fonda?

¿no hi ha un secret afany que la rosega?

en sas tremendas soletats ¿no plora?

¡Aquella creu y aquella imatge antiga,

que li deyan: «No 't moguis, pobre noya»!

¡Aquella creu y aquella antiga imatge

que ara potser li diuhen: «Torna! torna!»


VI


Ha passat molt mes temps. Del mon cansada,

sense trobar la ditxa en lo plaher,

li ve á María, de la edat passada,

un recort falaguer.


Li ve 'l desitj de visitar sa terra,

aquells camps que vessavan tant perfum,

y de nou veure la llunyana serra

plena de fosca y llum.


Ab delirant afany ella s' hi atansa;

ja hi es prop, ja hi arriva ab dols amor;

sembla que una ratxada d' esperansa

li purifiqui 'l cor!


¡Oh quíns camps tan florits! ¡quínas planuras!

¡quín no sé qué de bell en lo voltant!

¡son aquellas mateixas hermosuras

qu' ella anyorava tant!


Ja veu la creu del terme que l' invita

á ajonollarse y á resar ab fé;

ja troba al pas aquella pobre hermita

ahont s' hi está tan bé!


¡Mes ay, Deu meu, que la infelís María

no troba 'ls mots ab que aprengué á resar!

del plaher axordada en l' armonía,

se li van olvidar.


No 's calma 'l seu afany; no l' aconsolan

aquells llochs, nius de pau y de treball;

y llágrimas amargas li rodolan

cara avall, cara avall.


Sent com al lluny ressona la campana

de son poblet, hont vetlla la virtut;

sembla ab son to que comptes li demana

del temps qu' ella ha perdut (.)

Tot lo camp se vesteix de primavera,

mes en son cor María, en dol etern,

no la pot sentir, no; ni un raig sisquera;

en son cor hi ha l' hivern.


Es rica, es opulenta, es gran senyora,

va plena de brillants, de perlas, d' or;

la riquesa, la llum, tota defora;

á dintre, la foscor.


Ara mira ab enveja á las fadrinas

que contentas prop d' ella veu passar,

vestidas pobrement, sens pedras finas,

mes rihent sens parar.


Y en l' abisme de mal y de tristesa

en que ella 's troba, sens remey potser,

exclama al fi: « Quí pogués ser pagesa!

Dèu meu! ¡quí ho pogués ser!


Oh! ¡quí pogués tornar al temps d' enrera

sens que lo que ha passat hagués passat,

quan jo sols ab las flors de primavera

me podía adornar!»


Mes no, mes no, que inútilment s' exclama;

no tornará may mes lo temps d' avans;

y condemnada está l' altiva dama

á adornarse ab brillants.


Condemnada está á viure en l' amargura

entre 'l frenétich pler y 'l boig amor,

y á amagar sempre ab sa riatlla impura

la pena del seu cor.


LO SALT DE LA REYNA MORA


Allá dalt á Ciurana  potent s' hi aferra,  com si fos guayta monstre  de l' alta serra,



Allá dalt á Ciurana

potent s' hi aferra,

com si fos guayta monstre

de l' alta serra,


un castell espantable

de pedra tosca,

que del temps las petjadas

mostra en sa fosca.


Per gegants semblan fetas

parets y portas;

¡tanta n' es sa doblaria!

¡tant ne son fortas!


Golas los fossos semblan

que l' infern bada;

la Mort des de 'l fons negre

llansa una ullada.


Del castell n' es mestressa

rica senyora,

la jove, la bonica,

la reyna mora.


----


Fins hont s' exten la vista

des de Ciurana,

respectada y volguda,

la reyna hi mana.


No s' entreté, no, en festas,

ni 'l pler l' amolla;

fa ensajar á batallas

sa brava colla.


Ella es la mes ardida

dels que comanda;

passa 'l fosso ab son poltro

de banda á banda.


Mes que 'l cor, com las donas,

d' amor á batre,

té 'l bras com los atletas

fet á combatre.


Ella es de son domini

la guardadora,

que de bo de  es reyna

la reyna mora.


----


Dels alarbs Catalunya

va quedant lliure,

y ella encare á Ciurana

potent pot viure.


¿Quí gosará atansarse

á l' alta serra?

solament las ventadas

li mouhen guerra.


Mes Berenguer ja dona

la veu d' alarma,

y per nova conquesta

tothom pren l' arma.


Han caygut las hosts moras

una per una;

ja no mes té á Ciurana

la Mitja-Lluna.


Conquistém fins al Ebro;

ha sonat l' hora;

y en sa corrent s' enfongui

la reyna mora.

____


Quan ho sab la regina

¡com corre y cuyta!

¡cóm á sos braus prepara

pera la lluyta!


La reyna está resolta;

jura y rejura

pam á pam defensarse

des de sa altura.


No 's rendeix la lleona;

no 's rendeix ella;

ja veurán si de brava

n' es tant com bella.


Ans que veure 's vensuda,

ans que donarse,

per l' aspre abim de rocas

ha d' estimbarse.


Y mentres que fa vía

l' host invasora,

esmola espasa y llansa

la reyna mora.

____

Ja la colla cristiana

puja la serra;

ix de trenta mil bocas

un crit de guerra.


Los de dalt de Ciurana

«Guerra!» responen;

y en un moment las duas

hosts se confonen.


De totas parts ne cauhen

¡com la Mort sega!

Si sech lo camp patía,

ja en sanch se rega.


Los uns avant y fora!

cap á Ciurana!

No torna may á enrera

l' host catalana.


Y adalt als seus anima

y 's bat á l' hora,

dreta demunt la sella,

la reyna mora.

___

Ja soldats no li quedan;

los últims cauhen;

xops de sanch se revolcan;

sa y enllá jauhen.


Llavors llansa una ullada,

se veu perduda;

no mes cristians la voltan;

ja está vensuda.


Mes avans que donarse,

son vel trosseja,

embena 'ls ulls del poltro,

l' esparoneja;


y 'I poltro corre y salta

per sobre 'ls fossos,

y cau de timba en timba

tot fet á trosos; (trossos)


y com ell destrossada,

cayent á l' hora,

sab cumplir sa promesa

la reyna mora.

____


Si á Ciurana y sos pobles

hi anessiu ara,

d' aquell fet sentiríau

parlar encara.


Al fons del precipici

sobre una penya,

marcas de ferradura

la gent ensenya.


Son las petjadas fonzas

que res pot traure,

que 'l cavall de la reyna

va deixá' al caure.

Del castell las despullas

dalt podréu veure,

clivelladas, gornidas

de fullas d' eura;


y sembla que 's destaqui,

bella tot' hora,

l' ombra que feya al caure

la reyna mora.


LA GUARDIOLA


Es molt bona minyoneta,

y per ço, perque ho es tant,

fa molt temps que una guardiola

sos pares li van donar.

Y de tirarhi moneda

des de llavors no ha parat;

ha sigut una seguida

que no 's trobaría igual.

Los padrins, los vellets avis,

los oncles, lo germá gran...

á tothom la seva tanda,

á tothom ja li ha tocat.

Ella demana ab veu dolsa,

y tant be ho sab demanar,

que ningú hi ha que li negui

lo dineret desitjat.

Oh! ¡y que 'n deu ser de rica!

¡ja os dich jo que un tresor gran

á dintre de la guardiola

ara hi deu haver tancat.

Quan l' axeca ¡qu' es pesanta!

¡ja dona bo d' axecar!

si 's lladres ho sapiguessin

li anirían á robar.

Ja cal que li tinga compte;

que la tanqui be ja cal,

á dins del calaix mes fondo

y amagadeta la clau.

Quan algun nou diné hi fica,

á dins ja quasi no hi cab;

per l' escletxa 's veu com lluhen

l' or y la plata que hi ha.

Obrimla? aviat, no encara;

de la noya ara ve 'l sant;

al dematí d' aquell día

si que l' haurém de trencar.

Axís la tendra minyona,

axís ho te ja pensat;

comprará ninas, joguinas

y... tot lo mon comprará.

No comprará pas la ditxa,

perque aquesta no li cal;

de sobras ja la té á casa

y en son cor mes que en cap part.

____


Ja s' acosta, ja s' acosta

la diada del seu sant;

passa un día, 'n passa un altre,

y pochs mes, y ja es demá.

La petita no abandona

la seva idea jamay,

y la guardiola contempla

cada volta ab mes afany.

A la vetlla del gran día,

s' adorm tot cantironant;

¡qué ple qu' está de llum pura

lo bonich somni que fa!

Tot un paner de joguinas

espurneja al seu devant;

ella tria delerosa;

no n' hi ha cap per rebutjar.

«Ja tinch or pera comprarlas,

or ó plata, tant se val;

la guardiola n' está plena;

sentiula quin drinch que fa.»

Y axís riatllera enrahona

en lo dols somni que fa,

y se l' escoltan sos pares

y mes contents qu' ella están.

Lendemá quan se desperta

¡quin salt del llit ha donat!

«D' avuy si que ja no passo;

avuy ja es aquell demá.»

Lo sol pera saludarla

á sa cambra hi fica un raig

y de pols d' or la rodeja

y la besa enamorat.

Quín bon día! quín bon día!

lo cel ¡qué n' está de blau!

y la noya ¡qué contenta!

¡y ab quín gust lo cor li bat!

«Doneume tots lo bon día,

perque avuy es lo meu sant

y he de trencar la guardiola

que 'l meu tresor te guardat.

Be 'n puch tenir de desitjos,

que tots me 'ls puch fer passar;

si hi ha richs, també so rica;

ala donchs, cap á comprar.»

Y canta y balla la noya

y balla que ballarás,

y 'ls pares quan se la miran

sembla qu' estan encisats.

___

Surten la filla y la mare

lo gran tresor á gastar;

¡qu' esvanida hi va la noya!

¡ni una princesa reyal!

Li sembla per tot hont passa

que tothom l' está mirant.

Miráu, ara vé la rica;

va, feuli pas, feuli pas.

Ella y sa mare enrahonan,

sa mare no, que no cal;

sols la noya fa la tasca;

sa boca no para may.

Veusaquí que axís fa vía

ab son tresor á las mans,

y al girá' una cantonada

las aturan de un plegat

una pobre molt pobreta

que porta dos fills al bras

y dos mes que á las faldillas

se li agafan gemegant.

«Senyora, bona senyora,

¡si 'ns faría caritat!

¡una miqueta d' auxili,

que 'l bon Dèu li pagará!

Que no menjém fa dos días;

patím de fret y de fam;

de día captém pe '¡ poble,

y de nit dormím al ras.»

Conmoguda la senyora

á tals paraulas está;

mes conmoguda la nena,

fins sent los ulls espurnar,

mirant aquellas criaturas

que quasi nuhetas van,

y que ploran y gemegan

sense casa y sense pa.

¡Ellas no tenen guardiola!

¡ellas jamay ne tindrán!

Y la pobre de sa mare

va seguint ab veu de plany:

«So viuda y estich malalta;

no tinch forsas pe 'l treball;

aquets fills meus quan jo mori

¡ángels de Dèu! ¿qué farán?

Senyora, bona senyora,

si 'ns faría caritat!

un dineret que 'ls hi sobri,

que 'l bon Dèu li pagará.

Avuy menjarém si 'ns dona

y podrém dormí al hostal.»

A la senyora las llágrimas

ja li cauhen cara avall;

la petita també plora;

lo cor li han fet tremolar;

¡ella tan felís y rica,

y aquells nens no tenen pa!

De sopte 's gira á sa mare

y li diu: «¿Sabs qué he pensat?

jo ja 'n tinch prou de joguinas,

ja 'n comprarém un altre any;

dels diners de la guardiola

ara 'n vull fer caritat.»

Y sens dir cap mes paraula

allarga la tendra ma

y á la pobre tan pobreta

tot son tresor va donant.

Y quan torna cap á casa,

agafadeta del bras

de sa mare, diu: «Me sembla

qu' está content la meu sant.» (lo)



VIDA PER VIDA


Fosca es la nit; en la espayosa cambra

dorm Turismón;

als respirs que 'l rey dona, ab veu sinestra

lo tro hi respón.

De quan en quan com una serp lluhenta

brilla 'l llampech;

á vora 'l rey un noy de por tremola

y axeca un prech.


Un tro, mes fort que tots, del rey destorba

la son de pau,

y fins fa que tremolin las murallas

del gran palau.


Lo rey abrassa al noy; gelat lo troba

de por y fret.

«¿Tú qu' ets tan bo y tan pur també t' espantas?

dorm, germanet.


Dèu no crida ab la veu de las tempestas

als ignoscents;

tú dorm en pau, germá; deix que tremolin

sols los dolents.»


Lo rey y 'l noy abrassadets s' adormen

en santa pau;

y en la fosca y la calma altra vegada

queda 'l palau.

__

De sopte embolicat fins á las cellas

en llarch mantell,

a la claror del llamp, á la gran cambra

entra un donzell.


Llansa 'l mantell, un' arma desenveyna

lo criminal;

un nou llampech rastreja per la fulla

d' aquell punyal.


Demunt del rey l' esdevingut se tira,

l' estreny ab por,

y desseguit lo vil punyal li clava

al mitj del cor.


Lo noy y 'l rey al despertarse 'l cridan:

«Qué fas, germá? »

«Jo duré la corona que tú portas,

des de demá.»


A glops brolla la sanch de la ferida;

lo rey s' ajau,

se retors, fa un suspir, y quiet per sempre

á terra cau.


Teodorik riu com foll; á la tempesta

s' hi mostra sord;

y l' noy Eurik, tot tremolant encara,

resa pe 'l mort.
___


A lendemá als carrers de Barcelona

noble y pebley

cridavan tots ab goig y ab entussiasme:

«Visca 'l nou Rey!»

Per una porta del palau eixía

gent ab lo mort;

y al mort lo poble ingrat no li guardava

ni un sol recort.


Per l' altra porta del palau hi entravan

nobles traydors

y 'l poble y los soldats al fratricida

cobrint de flors.


Ja no hi havía á l' espayosa cambra

tacas de sanch,

sinó lo trono d' or y argent dessota

d' un dosser blanch.


Peró 'l nou rey las tacas las tenía

dintre del cor;

allí hi havía la nit fosca, en camvi

del brill del or.


Eurik des d' un recó de la gran sala

mirava al rey,

y aquell noy aprenía com los homes

forjan la lley.
___


Deu anys després lo rey es á Tolosa

en son palau,

entre mitj de sas glorias y sas galas

dormint en pau.


Trista es la nit; com una serp lluhenta

brilla 'l llampech;

no hi ha cap noy de Teodorik devora

que axequi un prech.

De sopte, embolicat fins á las cellas

en llarch mantell,

á la claror del llamp, á la gran cambra

hi entra un donzell.


Llansa l' abrich; un' arma desenveyna

lo criminal;

un nou llampech rastreja per la fulla

d' aquell punyal.


L' enfonza al cor del rey; eix se desperta.

«¿Qué fas, germá?»

«Ju (jo) duré la corona que tú portas

des de demá.


Qué! ¿ja de Turismón no te 'n recordas?

jo 'm faig la lley.

Tú m' ensenyares lo camí mes recte

pera ser rey.»



LO PERFUM Y LA melodía


Un perfum y una dolsa melodía

se van trobar un día.

Ell amant, ella tendra y carinyosa,

pera que s' estimessin,

calgué ben poca cosa:

calgué... lo que passava: que 's trobessin.

- ¿D' hont vens, oh melodía que m' encantas?

- Jo de la terra pujo.

- Jo, fill de la mes bella de las plantas,

com tú, d' allá baix fujo.

- So filla d' un violí que en hora trista

pulsá la ma d' un inspirat artista.

- Donchs jo vaig naixe d' una flor hermosa

que allá baix en lo mon té 'l nom de rosa.

- Ja que al mateix camí la sort nos llensa

y hem fet tan agradable coneixensa,

ja que units sempre mes havem de viure,

pera que l' un del altre res ignoria,

contemnos nostra historia.

- Es veritat: contémnosla sens treva.

- Comensa donchs, perfum; la teva diga 'm,

que jo després ja 't contare (contaré) la meva.

Ets dona y 't vull complaure; atenta estiga 'm.


Historia del perfum


En un bonich jardí nasqué una rosa

á un dols petó de Maig;

la primavera la besá amorosa

ab son mes tebi raig.


¡Com la van adular las papallonas!

¡qué n' hi van dir d' amors!

tants obsequis no reben pas las donas

dels seus festejadors.


Un jove va cullir la rosa bella

y se la 'n va emportar,

y á sa estimada, una gentil donzella,

al punt la va donar.


- Prenla (va dirli) aquesta fresca rosa

en penyora d' amor;

no crech pas que hajis vist flor tan hermosa:

sols ta cara es millor.»


La verge va posarla desseguida

al demunt del seu pit.

Sota la flor glatía ple de vida

un cor d' amor ferit.


Ella estimava ab la ilusió primera

que no pensa en enganys:

¡cóm estima un cor gran que tot ho espera!

¡cóm s' estima als vint anys!


Ell estimava vagament y á estonas,

ab vanitat d' amor,

com solen estimar las papallonas,

que van de flor en flor.


Ell trahía á la verge apassionada,

y buscava infidel

en brassos d' altre dona enamorada,

d' altres petóns la mel.


Ho va saber, ho va saber la trista

mestressa de la flor.

Joguina al veure 's de banal conquista,

malehí son amor.


Mes son amor no va morir, tenía

massa fonda l' arrel;

ella l' olvit buscava, y no podía

olvidá' al infidel.


Llavors va estrenye ab frenesí la rosa,

la va regá' ab son plor;

y caygué, destrossada per la hermosa,

la rebutjada flor.


Y la flor al morir tota malmesa,

lo seu perfum milló'

va deixá' anar al mitj de tal tristesa,

y '¡ perfum... era jo.


Jo llavoras vaig naixe; en pura onada

me 'n vaig anar pujant,

deixant sola á la pobre enamorada

que s' anyorava tant.


En secret, en secret va consumirse

sense consol ni amor;

no trigá gayres días en morirse

com la malmesa flor.


Are allá en ignorada sepultura

la pobre noya jau.

Jo no sé si 'l dolor y l' amargura

l' haurán deixat en pau.


Sols sé que 'l vil traydor que va enganyarla

la te olvidada ja,

y que d' amor á un' altra dona parla

sense á cap estimá'.


Y sols sé que aquí dalt de la serena

regió en que tot somríu,

aquell recort tan trist que 'm dona pena,

en mí 's conserva víu.»


Lo perfum va acabar, y dolsa y pía

va comensar axís la melodía.


Historia de la melodía


Era jove y gentil, d' aquells que naixen

pera sentir l' amor de la bellesa;

un cervell ple de flamas

y un cor ple de tendresa.


Era un geni ignorat, bressat per somnis

d' un pervenir gegant; dos ídols veya:

una bonica verge

y l' art que tant l' atreya.


Derrera del amor y de la gloria,

adelerat, adelerat corría;

y l' amor l' enganyava,

y la gloria 'n fugía.


Era un artista músich; sa gran joya

era un antich violí; quan lo tocava,

li pareixía un tendre

amich que '¡ consolava.


Y tocant s' esbargía, y de las cordas

buscava que 'n sortís la melodía

suprema que á la inmensa

gloria portá' 'l devía.


Moltas de bellas van exirne, moltas,

peró no tals com éll las desitjava,

no la qu' éll en lo fondo

de l' ánima covava.


Va descubrir un día de la dona

que estimava, l' engany; á la perjura

va veure en altres brassos,

somrient de ventura.


Ferit al mitj del cor, veyent que no era

comprés com éll pensava y merexía,

buscá consol en l' únich

amich que no 'l trahía.


Lo violí va agafar, y ab ell á solas,

va esbargir lo torrent de sa amargura;

aquell amich, com sempre

lo consolá ab veu pura.


Y las cordas vibrants y revellidas,

llavors pulsadas per las mans febrosas,

¡qué planys amarchs tragueren!

¡qué 'n digueren de cosas!


Llavoras van exir las inspiradas

notas que 'l jove ab tant d' afany volía,

la desitjada, hermosa,

suprema melodía.


Llavors vaig naixe jo, vaig deixá' en éxtasis

al artista mateix que 'm doná vida,

y vaig pujar augusta

á la regió infinida.


Peró no per axó va alcansá' 'l mestre

la gloria que volía y li tocava;

lo mon no 'm comprenía

y aplausos no 'm donava.


Ignorat va morir lo pobre geni,

ferit pe 'l desengany y per la pena,

mentres jo m' escampava

per la regió serena.


Allá baix en mesquina sepultura,

rodejada d' olvit, lo cos descansa

d' aquell que morí mártir

d' una inmensa esperansa.


Y jo aquí dalt, suau, inmaculada,

escampo mas onadas vibradoras, (les meues, las mevas)

bonica com lo día,

eterna com las horas.»


Y al acabar axís la melodía,

entre mitj del perfum se recreava,

y lluny del mon trobava

un ser que ab viu amor la comprenía.

- Y be, ma delicada companyera,

tú y jo som dos esbarts de primavera,

que 'ns hem trobat en la regió divina,

no per casualitat ó forsa vana,

sinó per soberana

obra de Dèu que tot ho determina.

- Es cert, tú y jo hem nascut per' estimarnos

y may hem de deixarnos;

tú y jo som purs y bons; ni cap obstacle

nos lliga á la materia,

ni som esclaus de l' humanal miseria.

Ben lluny, beny lluny n' estém; entre nosaltres

no hi caben, no, la enveja y la mentida.

Molt millor que cap home y que cap dona

estimarém y compendrém la vida,

que será bella, verdadera y bona.


- Oh! jo t' estimo, melodía santa!

- Jo t' estimo, perfum que m' enamoras.

- Eternament nostras venturas canta.

- Rodeja 'm, oh perfum, á totas horas.»


Y units per sempre mes, los dos fan vía,

lo perfum y la dolsa melodía.


N' ARMENGOL DE GERP


I

Ja n' han posat siti

al castell de Gerp;

N' Armengol lo comte

lo qui 'l posa n' es.

Son ab ell que lluytan

tots los braus d' Urgell;

son ab ell que lluytan

contra 'ls infidels.

Ix de Saragossa

l' Emir á corrents;

no cal no que surtis,

que no hi ets á temps.

Lo teu fill ja resta

tancat al castell;

trescents homes l' aydan

soldats y servents.

Lo comte 'ls ataca,

mes l' atach es breu;

¡ala, escaladayres!

¡ala, ballesters!

Espuntantne llansas,

esmussant acers,

al castell se n' entran

los valents d' Urgell.

Quan l' Emir arriva,

tristas novas reb;

lo refors que porta

no ha servit de res.

Serrahins que fujen

ja li estan dihent:

- No hi anéu encara,

no hi anéu á Gerp.

Un mar de sanch mora

N' Armengol ha fet;

homes no comanda,

que son llamps de Dèu. -

L' Emir se detura

y s' estremordeix;

d' horror y de rabia

lo cor se li encen.

Los esguarts axeca,

los axeca al cel:

no veu mes que núvols

negres y rojenchs.

Mentrestant lo comte

N' Armengol d' Urgell

la creu santa posa

al mes alt marlet.

Ab neguit contempla

lo sagnant acer,

y diu: - Ara es l' hora

de mon sagrament.

Ombra de mon pare,

no sofrescas gens,

si mes sanch te manca,

jo te 'n daré mes. -



II

En la presó de la torre

N' Abú, lo fill del Emir,

d' un cantó al altre 's passeja

ab los brassos sobre 'l pit.


Murmura paraulas foscas

y sols fa que malehir;

si li haguessin deixat armas,

ell s' hauría mort allí.


Lo comte Armengol hi entra;

N' Abú 's para quan l' ha vist;

¡ab quína rabia que 's miran

los dos mortals enemichs!


- ¡Mala estrella n' es la vostra.

- A tot preparat estich.

- ¿Sabéu donchs que 'l vostre pare

venía á ajudarvos? - Sí.


- ¿Sabeu que á ell y á sas tropas

los cristians han fet fugir?

- Vergonya!...» Y ardentas llágrimas

los ulls li van enrojint.


- ¿No os recordeu de Barbastre?

- Quán? - Mon pare caygué allí,

y després de la batalla

lo feu escapsar l' Emir.


- ¡Oh recort de gran diada!

mos fets d' armas comensí.

- Jo també. - La sort llavoras

no os va gayre afavorir.


- Mes avuy... - Lo sol de gloria

també cau en fosca nit.

- La vostra n' es de tempesta.

- Está bé: que un llamp me fir.


- Sou valent. - Ab cants de guerra

ma mare bressá á sos fills.

- Qui tallá 'l cap á mon pare

¿vos mateix no fóreu? - Sí.


- Malehit! - Cumpleixo á cegas

las santas lleys del Emir.

¡Llástima que vostre pare

nostra fé no hagués seguit!


- Era brau. - Com pochs, y en honra

de son coratge y son giny,

lo cap sagnant li posárem

en una capsa d' or fí.


- Y la capsa? - Jo la guardo

des de llavoras. - Aquí?

- La calavera del comte

may mes l' he tocat de dins.


- Mes ¿hont es? - Es á ma cambra,

á la vora del meu llit.

- Horror! - M' inspirava somnis

de batallas y perills.»


Roig d' ira se 'n va lo comte

passant corredors ombríus,

y á la presó N' Abú resta

ab los brassos sobre 'l pit.


III


Al palau de Saragossa

l' Emir se consum d' afany,

somniant en la revenja

que ha de pendre dels cristians.


Cada día fa fer cridas

per aplegar als alarbs;

vol un eczércit qu' enfonzi

als cristians en mar de sanch.


Ja fa temps que no reb novas

de N' Abú lo seu fill car,

de N' Abú que pres encara

al castell de Gerp está.


Vell es l' Emir; l' ajupeixen

ab son pes feixuch los anys,

y las mans ja li tremolan

y ja té 'ls cabells tots blanchs.


Mes ab tot y sa vellesa

encar té vius los esguarts,

y encar per sas venas corre

lo terrible foch del llamp.


Jo mateix (sovint exclama)

seré capdill de mos braus;

fará la mort de son pare

lo nou comte catalá


Un día, quan se disposa

l' Emir á exir de ciutat,

veu que un missatjer arriva,

y á sa cambra lo fa entrar.


Alarb dels que á Gerp s' estavan

n' es lo de nou arrivat;

al Emir la ma li besa

y l' acatament li fa.


Missatger, bon missatger

¿quína nova m' has de dar?


- N' Armengol es qui m' envía;

fa tres jorns que 'l vaig deixar.


- ¿Lo castell de Gerp me torna?

¿lo meu fill es lliure ja?

- Aquet present os regala

com penyora d' amistat


Un rich embolcall de seda

deix á la taula l' alarb,

fa de nou l' acatament,

y sens dir res mes se 'n va.


Quan l' Emir se queda sol

desfá ab neguit l' embolcall;

entre las telas de seda

una capsa n' ha trobat.


Quan l' Emir la capsa mira

tremola y fa un crit estrany;

son cor bat ab tanta forsa,

que ja li sembla esclatar.


La capsa n' es d' or, gornida

d' esmeragdas y diamants;

¡prou que n' es digna tal joya

del emperador mes gran!


Quan la capsa n' es oberta,

l' Emir cau fret y esglayat.

N' ha vist lo cap de son fill

entre regalims de sanch.



Mentrestant á Gerp lo comte

satisfet exclama ja:

- Cap per cap, vida per vida.

Oh mon pare, estás venjat. »



UNA MADRASTRA


En lo palau comtal de Barcelona

tot es festa y plaher, tot ricas galas;

á sa nova muller, la bella Almodis

En Ramón Berenguer ja du de Fransa.


Que en pau descansi sa muller primera;

ja que á la mort pertany, sia oblidada;

mentres la hermosa vida 'ns afalagui

cal en ardentas ditxas esmersarla.


Axís sens dupte ho ha pensat lo comte,

sentint d' amor frenética frisansa

tot just al veure á la superba Almodis

qu' es talment d' hermosura soberana.


Y li ha parlat, y ab veu mitj tremolosa

li ha ofert son cor, lo trono de sos pares,

y ella, com si l' honrés al acceptarho,

l' ha endogalat ab fortas abrassadas.


No li fa res al comte que d' Almodis

no mes vicis y crims conti la fama.

Ella 'ls hi nega ab una veu tan dolsa

que 'l deixa convensut al fons de l' ánima.


¿Qu' ella ha tingut amors que l' envileixen?

¿qué ha estat per tres marits repudiada? (este qué no ha de portar tilde)

¿qué ha abandonat als fills de tals follías?

son calumnias no mes, calumnias vanas.


Y encara que fos cert tot lo que 's conta,

hi ha una rahó que adressa la balansa:

¡es tan hermosa Almodis! tan bonica!

ningú la pot mirar sens excusarla.

En llas etern devant l' altar s' uneixen

lo comte y sa promesa idolatrada;

quan sent ell que la ma li estreny Almodis,

li sembla rebre del esclau la marca.


Avuy porta á sa esposa á Barcelona

En Ramon Berenguer ple d' esperansa;

per ço la gran ciutat está de festa;

per ço lo rich palau está de gala.


Ab goig la reb lo poble; ab goig lo poble

reb sempre á sas hermosas soberanas;

y á mes: doneuli festas, y no 's cuyda

de si es sirena la que ve ó es ángel.


Ja son del gran palau á l' alta porta

los nuvis bells y la gentil comparsa,

ja á poch á poch per l' ampla escala pujan,

ja van entrant á l' enjoyada sala.


¿Tothom está content á Barcelona?

¿tots al palau somriuhen d' esperansa?

ah! ningú se 'n adona, entre la festa,

d' un noy que mira als nuvis y s' esvara.


Amagat d' una porta en las cortinas,

lo cap estira y ab feresa guayta,

y sense qu' éll mateix ja se 'n adoni

li rajan cara avall brusentas llágrimas.


A un patge que li passa per la vora,

tot tremolant de por ja li demana:

«¿Quí es aqueixa extrangera tan bonica

que puja al trono dant la ma al meu pare?»


Lo patge li respon: «Se diu Almodis;

es del comtat la nova soberana.»

Mes lo noy sent tan sols que li murmura

son cor ple d' amargor: «Es ta madrastra.»
___


Gran es del comte l' envejada gloria;

grans son del comte las brillants conquestas;

cada jorn, del comtat exten las fitas

la victoriosa empenta de la guerra.


Y mentrestant de monastirs se poblan

las novas terras als contraris presas,

y cada día en las ciutats y vilas

los amples murs de novas Seus s' axecan.


Congrega 'l comte en son palau als sabis,

al trono puja ab sa mullé' á la esquerra,

y d' allí estant pera son poble dicta

l' aplech d' Usatges, catalans de mena.


Mes no li val al comte tanta gloria,

no 'l lliura, no, de la fatal tristesa.

¿Qué li fa tanta llum fora de casa,

si adins no mes hi regnan las tenebras?


Passá 'l festeig y 'l goig dels primers días,

ha esclatat lo furor de la tempesta;

l' odi entre 'l fill del comte y la madrastra

potent sas impietats desencadena.


L' hereu y Almodis de trobarse evitan,

y ab tot y 'l no voler, se troban sempre;

cada mirada que al trobarse 's donan

es un nou llamp que la tempesta aumenta.


Si l' un per misteriosa galería

la soletat pera sos odis cerca,

ja hi troba al altre que esbargeix sa rabia

ab llágrimas de fel y ab planys de fera.


Y 'l comte ho veu y ho toca, y en va dupta,

y en va no vol tocarho ni ho vol veure;

y no sab quin remey ha de posarhi;

mal es tot; mal si mana, mal si prega.


- «Lo vostre fill m' insulta cada día,

(li diu Almodis verinosa y terca.)

Senyor, posáu mordassas en sa boca;

si sa mare no so, so sa comtesa.»


- «Senyor, la vostra esposa no 'm deix viure;

(li diu Pere Ramon ferit de pena)

me maltracta, 'm malparla á totas horas;

com si fos bord á tot arreu me befa.


No 'n tingué prou d' haver robat lo siti

que al llit comtal tingué la mare meva;

de jorn en jorn de vostre cor me roba

l' amor mes gran del cel y de la terra.»


Y axís lo comte entre aquells dos grans odis

reb de tots dos la furiosa empenta;

per fort que siga l' roch ¿cóm no ha de caure

si dos onas gegantas lo sotregan?

«Ella ó jo» diu l' Infant ab veu resolta;

«Ell ó jo» diu Almodis la superba;

y un baf de mort s' extén entre 'l misteri

d' aquell palau enfús en la tenebra.


Y fuig dels dos lo comte y en sa cambra

tancantse sol ab sa desditxa inmensa,

maleheix l' hora infausta en que d' Almodis

l' enlluerná la satánica bellesa.

____


Fosca es la nit y misteriosa y trista;

cobert l' espay á llampegar se posa:

per totas bandas sembla que volejin

fatals pressentiments com negras ombras.


En son llit ajaguda la comtesa,

cluchs los ulls, dorm potser, mes no reposa,

que fins dormint y tot, de tristos somnis

sent que 'l neguit sinistre l' esperona.


Silenci en lo palau; estrany misteri

que creix encara en esta nit tan fosca;

sols allá lluny se sent del centinella

la veu d' alerta que s' apaga fonda.


En lo palau ni una remor. Almodis

ab greu afany va respirant. De sopte

per una ma apartada se belluga

la cortina que tapa l' alta porta.


Un' ombra molt mes negra que las altras

á poch á poch avansa cautelosa

y prop, propet d' Almodis se detura

quan es del llit á la mateixa vora.


Es un home, es l' hereu, es lo fillastre;

¡quína tempesta en sas entranyas porta!

no es pas tan espantosa y tan furienta

la que en l' espay negríssim s' agombola.


Pere Ramón alsa la ma depressa,

y sembla que un llampech, ratlli la fosca;

no es llampech, no, qu' es sols lo brill d' un' arma

que una ma del Infant estreny ab forsa.


En lo blanquíssim pit de la comtesa

l' Infant la punta brilladora enfonza,

y diu ab veu hont l' odi s' hi regira

ab lo desitj complert: «Madrastra, es l' hora.»


Almodis obre 'ls ulls, xiscla esvarada,

gemega de dolor, d' espant sanglota,

y mentrestant de la mortal ferida

á glops á glops la sanch ardenta brolla.


- « ¿Qué has fet, vil assesí?» «Calmar mas penas

venjar l' agravi y la terrible afronta,

donar repós á l' ombra de ma mare

que en son lloch os mirava dolorosa.»


Y mentres parla axís, en l' agonía

l' esferehida Almodis se revolca,

y mossegantse 'ls llavis esmuny l' odi

que en lo seu cor per l' últim cop hi cova.


Envidriats los ulls ja se li entelan,

ronch se li fa 'l respir, sa veu tremola,

escup de sanch glopada escumejanta

y cau á terra estinellada y morta.


TRES AMORS


NOTA. - La segona part d' aquet petit poema íntim está perduda y per lo tant ha sigut impossible inclóurela aquí.


Veu 's aquí '´ls tres amors de ma vida!

veu 's aquí 'ls tres amors del meu cor!

los meus fills, ma estimada, ma mare...

trinitat del amor!


Veu 's aquí lo meu íntim poema!

veu 's aquí dels meus versos la flor!

He expremut la mev' ánima, y 'm dona

aquet pur raig d' amor.


Trinitat! trinitat benehida!

mare! esposa! fillets del meu cor!

es sols vostra, ben vostra ma vida

amarada d' amor.


I


A LA MARE


Si 'm pregunteu quina es la millor dona

y la de mes talent y la mes bella,

os respondré sens por d' equivocarme:

«Va ser la mare meva!»


Sempre pe 'ls fills la mare es la mes bona

entre totas las donas de la terra.

Fins trobo estrany com un altar no tinguis,

oh santa mare meva!

___


¿Tenen brillants imatges aquets versos?

¿tenen espléndits mots?

¿tenen frases supremas? ¿raigs de geni?

no tenen res d' axó.


No tenen res d' axó; pobrets y tímits

pera tú, mare, naixen al meu cor;

al calíu del amor van prenent vida;

si tenen sentiment, ja ho tenen tot.
___


Quan vas morir, semblava que per sempre

s' hagués de pondre 'l sol;

semblava, mare meva, que s' haguessin

de trencá' 'ls perns del mon.


Y res! lo sol va continuar espléndit,

escarnint mon dolor;

y 'ls perns del mon no 's van trencar, oh mare;

qui s' havía trencat era 'l meu cor.

____


Enterrada de temps, vaig voler véure 't,

y la pesanta llosa vaig alsar;

al obrirse la tapa de la caixa,

fins vaig sentir com un olor suau.


Ton cadáver, oh mare,

no era pas repugnant;

morta y tot y desfeta, eras hermosa

y semblavas somriure 'm y mira 'm.


Jo era 'l que plorava, mare meva,

com ploro avuy, com ploraré demá.

¿No hi ha tants fills que viuhen ab sas mares?

¿per qué no 't tinch encara al meu costat?

___


Al millor temps de la existencia teva,

quan tot canta y tot riu,

quan esclata la flor de la esperansa

del cor á mitj á mitj,


quan eras mes bonica y mes ditxosa,

quan l' amor maternal te feu glatir,

quan la terra 't semblava

talment un paradís:

¡precisament, precisament llavoras,

oh mare, vas morir.
___



¡Oh quins capritxos té la sort malvada!

¡cóm se complau en destruí' y ' mal!

¿hi ha una flor ben fresca y ben bonica?

donchs la talla aviat.


¿Hi ha un flam ben pur que encisa la mirada?

donchs ala! á apagá' 'l flam.

¿Y tú devías viure y ser ditxosa?

donchs mor y deix dolor y soletat.

___

¡Quína delicia trobo

en fugir de la onada de la gent

y recullirme á solas, ben á solas

no mes ab lo mes fondo de mon ser!


Y quan estich axís, en tal delicia,

alimentar un íntim pensament...

ta imatge, ton recort, ta vida entera...

pensar en tú no mes!
__


Jo no sé si son versos ó si es prosa

lo que ara de ma ploma va sortint;

no sé si es obra d' art ó es obra digna

tan sols d' etern olvit;


jo sols sé qu' es l' amor que per tú sento,

que 's descapdella axís,

que com m' está vessant al cor, m' agrada

desfogarlo escrivint.

___


¡Cóm me 'n recordo d' aquell temps de ditxa

en que jeya mon cap sobre ta falda,

y tú dormir me feyas

ab las cansons tan dolsas que 'm cantavas.


Sembla ahí que va ser lo que recordo,

y fa tants anys, tant temps, tant temps, qu' espanta.


Y al pensar que tornarhi es impossible,

mos ulls s' omplen de llágrimas.


Ni tú ets al mon, ni aquell cap ros que jeya,

es com llavoras ara;

que 'ls rissos d' or han caygut tots, y 'ls únichs

cabells que quedan s' han tornat de plata.

___


Ah! quan m' assech á taula, mare meva,

y veig lo teu lloch buyt,

¡quína tristesa m' invadeix tan fonda!

¡y com la gana 'm fuig!


De repent vol crear ma fantasía

ta imatge, y t' apareixes á mos ulls;

tos delicats contorns, ta silueta

assombrat veig at punt.


De lo present m' olvido, content m' also

corro cap á tú;

mes ay! que tú no hi ets! qu' era una sombra!

que ton lloch está buyt!

___



Y passará Nadal, passará Pascua,

y altres Nadals y Pascuas passarán,

y 'l meu sant, y 'l teu sant... tota ma vida,

y tú no tornarás.


May mes nos veurém ja; may mes, oh mare,

mas galtas tos petons escalfarán;

may mes, may mes ta veu serena y pura

mon cor consolará.


¡Quán lluny te tinch! quán lluny! entre nosaltres

l' inmens abisme de la mort hi ha.

De tú, que fores tant, no mes ne quedan

un recort, un nom va.


Peró l' amor que 't tinch, oh mare meva,

oh! no hi ha por, no acabará jamay.

Mort y tot que jo sigui, ell víu com ara

mon cor escalfará.

…......... (II : segona part, perduda)



III

ALS MEUS FILLS


Vosaltres sou del camp de l' esperansa

las mes galanas flors.

¡Cóm m' agrada, floretas de ma vida,

cóm m' agrada inundarme en vostra olor!


Acosteuvos, fills meus; veníu tots quatre,

veniume ben á prop;

quan no sento 'l calor de vostres brassos,

sento 'l fret de la mort.
__


Sense vosaltres, soportar la vida,

os juro que impossible 'm fora ja;

vosaltres sou puríssimas estrellas

que 'm guiéu entre mitj del temporal.


Sostingut per vosaltres, quína ditxa!

¡fa de bon caminar!

¿Quí diu que aquesta vida es tan dolenta?

jo no li trobo si ab vosaltres vaig.


Vostras puras miradas

ho omplen tot de clarors primaverals,

y al so de vostra fresca xerradissa,

cantan axams d' aucells per totas parts.
___


Sou bons y sou bonichs! lo mal encara

no os ha corcat lo cor,

y l' ombra de la pena

no ha ennuvolat encara vostre front.


Sou bons y sou bonichs! Quan la mirada

en vosaltres se fixa ¡quín consol!

Un no pensa llavoras, ni ho pot creure,

que hi haja penas y maldats y horrors.


Jo estaría mirantvos nit y día,

anys, y anys, y mes anys... fins á la mort.

Ditxós se torna l' desditxat, mirantvos;

mirantvos, los dolents se tornan bons.
___


Erau cinch, y sou quatre; un donchs n' hi falta;

no m' olvido pas d' éll;

era bonich, bonich com sou vosaltres;

potser que ho era mes.


No estranyéu, no, que mes bonich lo trobi

ara que ja no hi es;

á vosaltres ja os tinch y á n' éll l' anyoro,

y sempre es mes bonich lo que anyorém.

___


¡Pobre mortet! era talment un ángel,

si ángels hi pot haver en aquet mon;

tenía una mirada,

que 's feya seus lo cors.


Al seu devant quedavan sense forsa

la maldat y 'l dolor.

Quan eram á las foscas y ell passava,

deixava aná' una ratxa de claror.


Ell tenía unas alas invisibles

que sempre van pugná' per alsá' 'l vol;

al últim van lograrho, y tots nosaltres,

sens ell; qué tristos vam quedá' y qué sols!

__


Siguéu sempre ben bons, fills de ma vida;

no deixéu may lo camí rectemay;

ja sé que 'l recte es aspre,

y que 'l tort es suau;


mes no hi fa res, la vida es una prova

y un terrible combat.

L' aspror de la virtut preferíu sempre

á la traydora suavitat del mal.


Siguéu sempre ben bons; á la conciencia

deixéu tranquila estar,

tan tranquila y tan pura que s' hi pugui

la mes petita llum trasparentar.


Tan pura y tan tranquila, que una taca

no hi haji en ella may.

Axí la son es dolsa, axí 's fa vía

sense 'l remordiment, qu' es mal company.


BENET XIII
(N. E. Benedicto XIII, Papa Luna, Pedro de Luna, aragonés, de Illueca)


Ja d' En Benet tretze

la fortuna 's gira;

diu que 'l rey de Fransa

de reull se 'l mira.

L' Austria l' abandona,

se li 'n va Castella;

¡tots inflan lo núvol

que cobreix sa estrella!

Sols Aragó y Nápols

volen son poder;

sols Aragó y Nápols

Vicens Ferrer.

Y per axó encare

diu En Benet tretze tancat á Avinyó:

«No hi ha mes Sant Pare

en lo mon, que jo.»


Cercat Benet tretze

per francesa tropa,

l' ira desafía

de tota l' Europa.

Sols ab doscents homes

al palau se tanca;

lo valor li sobra,

si la gent li manca.

Tots los que l' ajudan

héroes volen ser;

¡y prou val per trenta

fra Vicens Ferrer!

Y per axó encare

diu En Benet tretze tancat á Avinyó:

«No hi ha mes Sant Pare

en lo mon, que jo.»

Días y mes días

lo gran siti dura;

¡ah quánts de francesos

troban sepultura!

Com lleó defensa

Benet sa fortuna.

«En lo mon vaig dirme

En Pere de Luna

Mes pera combatre

ab vint mil guerrers,

no hi ha Benets tretzes

ni Vicens Ferrers.

Y no obstant, encare

En Benet exclama fugint d' Avinyó:

«No hi ha mes Sant Pare

en lo mon, que jo.»


En Benet y 'l frare,

sens cap companyia,

fugitius s' allunyan

de nit y de día.

¡Cóm los persegueixen

las maynadas galas!

mes ells semblan tindre

del llampech las alas.

Ja veuhen la serra

del alt Pirinéu.

«¡Salut, patria nostra!

terra estranya, adèu

Y per axó encare

diu En Benet tretze ab sa veu de tro:

«No hi ha mes Sant Pare

en lo mon, que jo.»


¡Oh quína rebuda

troba á Catalunya!

d' Aragó lo ceptre

son cunyat empunya.

«Mentres est reyalme

per Sant Pare 'm tinga,

no 'm fa res qu' Europa

á mos peus no vinga.

¡Y duptan encare

del meu gran poder!

tinch á Catalunya

y á Vicens Ferrer

Y per axó encare

diu En Benet tretze llensat d' Avinyó:

«No hi ha mes Sant Pare

en lo mon, que jo.»


Pobre Benet tretze,

perdáu l' esperansa,

hi ha per matá' 'l cisma

concili á Constansa.

Cardenals y bisbes

á Martí coronan;

tots los que teníau,

tots os abandonan.

Mes á tal desgracia

Benet diu irat:

«No hi ha mes concili

que ma voluntat.

Y per axó encare

tant si 'm nega Europa, tant si 'm vol com no,

no hi ha mes Sant Pare

en lo mon, que jo. »


¡Cóm á la desgracia

se la deixa sola!

tothom se li gira

y tothom l' inmola.

Ja d' En Benet tretze

la gent se 'n allunya;

ja d' amichs no 'n troba

ni en sa Catalunya.

Ferran d' Antequera (N. E. Fernando I de Aragón)

lo desterra fer;

¡fins li gira espatlla

fra Vicens Ferrer!

Mes per axó encare

diu En Benet tretze ab sa veu de tro:

«No hi ha mes Sant Pare

en lo mon, que jo.»


Tot sol á Penyíscola (Peñíscola : Península)

Benet tretze hi mora;

sols la mar brugenta

sent allí á tot' hora.

Los anys l' arrupeixen

y tothom l' oblida;

no hi ha sort mes dura,

ni mes trista vida.

Ja li arriva prompte

son instant fatal,

¡Sol en sa agonía!

¡válgali Dèu, val!

Mes per axó encare

diu Benet morintse: «No cedeixo, no;

no hi ha mes Sant Pare

en lo mon, que jo.»

(N. E. Y así se quedó Benedicto XIII en sus trece)


HISTORIA D' UNS MORTS


La llum, tota espantada y tremolosa,

entrant per las finestras mitj tancadas

del quarto aquell quasi be fosch, no gosa

á turbar del misteri las onadas

que allí jauhen en calma silenciosa.


Allá al fons d' aquell quarto, hont á paupentas

se topa ab las cortinas de l' arcoba,

al llit, inmóvil un malalt s' hi troba.

Fa temps que allí s' está; la malaltía

llarga y penosa, l' ha posat á proba

y l' ha dut, de l' un día al altra día,

fins als brassos fatals de l' agonía.


A l' un cantó del llit, en la tauleta

crema, també morintse, la xinxeta,

y á la banda oposada, en la cadira

sentada y acostantse al trist qu' expira,

una dona hermosíssima y plorosa,

sense dir res, de quan en quan suspira.

Es del malalt la dolorida esposa.


Ell la mira, la mira... no pot d' ella

apartar las miradas que s' apagan;

y tals miradas á la dona aquella

¡quántas cosas tristíssimas amagan!
(N. E. ¿parece castellano antiguo, eh?)


- Vaig á morir; ja sento que la vida

s' escapa de mon cos, mes com encara

soch jove y 't tinch á tú, que tant t' estimo,

¡quín greu me sab morir justament ara!

Es massa aviat ¿no es cert? sembla mentida

que t' haji de deixar... y será prompte!

Y lo que 'm sab mes greu es lo que penso,

lo que s' ha de pensar, tenint en compte

la eterna lleujeresa de las donas:

que no m' has estimat.

- Oh! axó no ho diguis.

- O si per cas, m' has estimat á estonas.

- Desconfiat! gelós!

- Sí, t' ho confesso;

aqueixa ha estat, aqueixa ma manía.

Ets tan hermosa, tant, que si ara 'm moro,

crech que 'm mata tan sols la gelosía.

- Y t' adoro, no obstant; creume: t' adoro.

- Axó ho dius tú, ja ho sé; moltas vegadas

m' has dit lo mateix que ara; no t' ho nego,

y creure ho he volgut... mes una sombra

de gelosía, que m' ha tornat cego,

m' ha impedit que ho cregués, oh vida meva.

Si en lo teu cor, que fortament palpita

y que 'l vull pera mí, tot y sens treva,

s' hi amagués una ratxa, per petita

que fos, una espurneta vil é impura

d' un altre amor...

- No; calla! t' ho suplico.

- Oh! llavors pera mí ¡quína amargura!

- No he estimat mes que á tú.


- ¿Y á mí m' estimas

tan sols?

- A tú no mes.

- Júramho.

- Ho juro.

- Per lo que tinguis mes sagrat.

- Per nostra

salvació.

- Per la teva.

- Per la meva.

- ¿Y no m' olvidarás?

- ¿Mon plor no 't mostra

que so teva tan sols, per sempre teva?

- Mes quan jo sigui mort, quan sola 't vejis

¿no buscarás un' altra companyía?

¿un altre amor?

- La eterna gelosía!

- ¿Y serás ben fidel á ma memoria?

¿y á mí m' estimarás?

- Desconsolada

per tú sols ploraré; ma única gloria

será la de trobarte altra vegada.

- Júramho donchs.

- T' ho juro.

- Oh! vinavina;

ab un petó de foch clou los meus llavis

y axís, en tal intimitat divina

que las sospitas fa olvidá' y 'ls agravis,

torna á ' 'l jurament; treume l' espina

que destrossa 'l meu cor y l' enverina.


Y la dona s' acotxa apassionada

al demunt del malalt, la boca posa

al demunt de la boca amoratada

del que agonitza ja, y allí febrosa

hi fa esclatar dolcíssima besada.

- Júraho ara altra volta.

- Ara t' ho juro.

- ¿May, may m' olvidarás?

- May.

- Ab ardenta

passió m' estimarás?

- Tant com t' adoro.

- Y no obstant... y no obstant...

- Res t' acontenta.

- ¡ Jo sí, jo sí, que idolatrante moro!


apenas pot seguir... embarbossadas

van sortint las paraulas de sa boca,

l' alé es mes fatigós, de sas miradas

en veritat la llum es ja ben poca,

exhala un suspir fondo, ab la ma apreta

la ma d' aquella dona dolorida,

y á un punt mateix s' apagan la xinxeta

y del malalt la neguitosa vida.


II


Y quan morím, ¿morím? sols acaba

lo moviment, la forma de la vida,

peró la esencia no? ¿Quí del misteri

pot esquinsar lo vel que veure 'ns priva

mes enllá de la mort? va! quí es lo sabi?

se parla molt, se sab... quasi una mica,

una engruna tan sols qu' encara 'ns porta

á majors confusions y á mes mentidas.


Jo sé que aquell malalt que agonitzava

va morir... com se 'n moren tots los días;

inmóvil va quedar, fret va tornarse;

va perdre la expressió, mes no la vida.

Y va seguir veyent ab ulls vidriosos

y va tenir las percepcións distintas

d' ohittacto y olfat, y al cap inmóvil,

lo pensament hi barriná, y en l' íntima

fondaria del seu cor, encara, encara

lo sentiment abrasador seguía.


Ell va sentir que á la foscor del quarto,

com de costum, plorava la familia

y a la viuda vegé que en mar de llágrimas

de prop la capsalera no 's movía.

Mes al últim d' allí lograren tréurela

mitj per prechs, mitj per forsa, y desseguida

los vestidors de morts allí hi entraren

y ell va veure y sentir com lo vestían.

Y estavan capficats? estavan tristos?

los imposava 'l mort? ca, ni una mica;

aquella era sa feyna, y sens donarhi

la menor importancia, la prenían.

Fins hi reyan y tot; en l' ert cadáver

no mes hi veyan l' actitut ridícula,

y sense cap respecte 'l menejavan

com qui meneja inútil mercancía.

Y 'l mort ho veya tot y estava inmóvil

y mut, y rompre 'l glas, era impossible,

y ell era l' únich en los mons inmensos,

que de son pobre cos se compadía.

Y mes tart, tot mudat com á las festas

sobre una post de negre drap gornida,

estés entre grans ciris se va veure,

ab un Sant-Crist que entre las mans tenía.


Mes tart van compareixe duas monjas,

y al peu del cadafalch, no sé si tristas

ó indeferents, llegiren y resaren

pe 'l mort... y ni sisquera 'l coneixían.

Y ell atent presenciava l' espectacle

ab misteri y terror. Y passá un día,

y va veure als fusters que en llarga caixa

lo van ficar y van tancarlo dintre.

Ja no va veure mes; peró llavoras

va continuar sentint, tot ple de vida.

Va sentir que 'l baixavan per l' escala,

va sentir que en un cotxe l' estenían,

y va sentir al voltant seu las fortas,

eclesiásticas veus sonant uníssonas,

solemnement, pausadament.

Passaren 
horas... ¿quántascontarlas no podía,

mes se trobá en repós, y altra vegada

va pogué' veure la claror puríssima,

la onada alegre, lluminosa, inmensa

que, ple de dols amor, escampa 'l día.


Hont era? al cementiri; ans d' enterrarlo

va fer obrir la caixa la familia;

mes la viuda no hi era; ¡la pobreta;

mes morta estava de dolor, que viva!

Y ell, mort y tot, ¡cóm d' ella 's recordava!

¡cóm en ardentas flamas s' encenía!

¡cóm pensava gelós que uns altres brassos

la podían estrenye ab impudicia!


III

Y sent y veu com al sepulcre 'l posan:

un lloch fondo y humit, una caverna

plena de degotalls, estreta y fosca,

qu' es lo palau de sa quietut eterna.


Part-demunt te un forat aquella estancia

por hont hi cau un raig de llum del día;

per entre la columna lluminosa

¡quín escampall d' insectes s' hi esbarría!

Pe 'ls recons negras ombras s' hi arreplegan

com monstres impalpables que 's barallan;

son legions de la Mort, las tenebrosas

legions que han callat sempre... y sempre callan.


Estés en un replá del subterrani

posan al mort; ab un fort mur lo tapan;

un cau á dins d' un cau; mentres s' axeca

lo mur, los últims raigs de llum s' escapan.


Y no veu mes. Sent com s' entorna l' home

que l' ha tapat, com surt d' aquell cau negre

y com fa caure la pesanta llosa

y com s' allunya tot cantant alegre.


Y res mes sent; y 's queda sol, inmóvil

¿fins á quán? no 'n sab res, mes té conciencia

de sí mateix y en son cervell hi cova

un tormentós recort de sa existencia.


Y 'l mort á poch á poch va consumintse;

sent com los cuchs en lo silenci bregan


famolenchs al demunt de éll se llansan

sas carns enduridas li rosegan.


Mes avans que al cervell y al cor arrivin

n' hi ha per temps y llarga feyna tenen.

Y éll no 'ls pot arrancar, y 'l martirizan

los que al banquet de sas reliquias venen.


Se va morint, morint de mica en mica,

morint entre 'l dolor mes espantable,

peró tan lentament, ab tanta calma,

que 'n té per anys, per temps innumerable.


Y sempre, entre 'l misteri, en la foscuria

que 'l va voltant en la caverna aquella,

un pensament sols té, fatal y únich:

lo seu amor, sas gelosías... Ella!


IV


Passan anys, passa temps... temps incontable

en aquella foscor interminable;

en la tomba, en la mort, qu' es nit inmensa,

sempre s' acaba 'l temps, sempre 's comensa.


De repent, aquell mort que 's consumía

veu una ratxa de claror de día;

altra vegada han axecat la llosa,

y aquella nit tan llarga y tenebrosa

s' ha interromput; al punt un fosser baixa

d' un altre mort una luxosa caixa,

y 'l mort primer ab sensació gojosa

pensaPotser que portan á ma esposa,

y ja per sempre mes, ben acostada,

segura la tindré y enamorada!»


destapan la caixa, y dintre d' ella

un home arriba y no la dona bella,

y 'l mort primer, ab decepció infinita,

ab nous dolors desconeguts s' agita.


«¿De quí es aquet cadáver que han dut are?

no es pas fill meu, ni 'l meu germá, ni 'l pare;

ni per parent lo reconech sisquera...

¿quí es donchs?»

Y axís pensant, se desespera,

y ab los ulls quasi consumits se 'l mira

y, fondament, idealment, suspira.

«¿Per qué; si nó es dels meus, ¡oh desventura!

lo baixan á la meva sepultura?»


Mestrestant han tapat altra vegada

la caixa y prop la seva l' han posada,

y l' envá derruit reconstruheixen

y allí, en aquella nit tots sols los deixan.

La llosa cau de nou, y 'l gran misteri

torna en tal lloch á recobrar l' imperi.


Allí están los dos morts; los dos s' entregan

á un remolí de pensaments y bregan

en tempestats de sensacións... y estesos

han d' estar, frets, inmóvils, allí presos

en sas caixas estretas, sens queixarse

aparentment, sense poguer mirarse,

sens poguer dirse res... ¡ab tantas cosas

que dirse 'ls dos voldrían horrorosas!


Y 'l mort primer |oh cas estrany! sens treva

pensa en la dona, en la estimada seva,

tot pensant en lo mort que té á la vora;

pensa en cada , pensa en tots dos á l' hora.

«¿Quí deu sé' aqueix estrany ¡oh desventura!

que han posat á la meva sepultura?»


V


Y passa temps, no gaire; arriba un día

en que 'l mur torna á caure y per la boca

de la axecada llosa, altre vegada

la llum baixa á la fosca sepultura,

á espantar las tenebras que hi dominan.


Y un' altra caixa avall... Ara es la dona,

la dona hermosa... es lo cadáver d' Ella.

¡ Al últim ha arribat! Tot desseguida

la veu lo mort primer, del qual no 'n quedan

las ertas formas ja, no mes que 'ls ossos.

Mes, consumit y tot, sembla conmoure 's

fins allá al fons de sa buydor horrible,

y si pogués xisclar ¡cóm xisclaría!

Una onada d' amor, de passió ardenta

invadeix l' esquelet y fa cruixirlo.

Es ella! ¡ella ab sa espléndida hermosura!

ella! ¡la que 'l va fer glatir ab forsa,

d' amor y al mateix temps de gelosía!


Y ella, inmóvil y erta en apariencia,

sent també, sent també y escolta y mira,

y potsé' avergonyida, en sas entranyas,

lo coquetisme, la trayció, la eterna

maldat de la serpentcova y devora.

Mes ¿quí es lo segón mort? No ho sab encara

l' engelosit marit; pot sospitarho,

pero no ho sab encara. Estés, inmóvil

com ell mateix, al seu costat se troba;

y si en lo íntim de son ser hi esclatan

tempestats, com en ell, no pot ab signes

expressarlas jamay.


Los cuchs se 'l menjan

lentament, lentament, ab fam horrible,

sense fer cas de lo que á prop hi passa,

ni dels raigs de claror que ab ells hi jugan,

ni dels fossers que al seu voltant trastejan,

ni dels dolors y las passions que agitan

la fonda intimitat dels tres cadávers.


Mes ¿quí es lo segón? ¡oh gran problema,

que 'l primer, ja esquelet, no pot resoldre!

Quí es? y ¿qué hi fa allí? ¿per qué no parlan

los fossers, que tal volta no ho ignoran?

Mes, escoltéu... un d' ells al altre 's gira

y axís li diu, mirant l' erta despulla

de la bonica dona.

- ¿Qué 'n fem d' ella?

¿hont donchs l' enterrarém ja que ara es l' hora?

¿ab quín marit? ¿ab lo primer ó ab l' últim?

- Ab l' últim (respón l' altre); ni sisquera

s' ha de fer tal pregunta. Aquesta dona

va enganyar al primer.

- Si en axó 't fundas...

- Y en camvi va estimar ab passió ardenta

al seu segon marit.

- Donchs, au, juntemlos

per tota eternitat.

Y al punt la posan

en la segona caixa, ab lo cadáver

misteriós, problemátich, mentres l' altre

sent retorse la vida que li queda

en inferns de dolor y gelosía.


Y altra vegada del envá s' axeca

l' insondable espessor, y altra vegada

cau ab estrépit la pesanta llosa,

y s' allunya la vida de la terra

d' aquella de la mort horrible vida,

deixant desenrotllantse en las tenebras,

en la inmovilitat, en lo silenci,

en l' estret escenari de la tomba,

l' inmens sotrach d' una fatal trajedia.


VI


Allí inmóvils los tres! ¡oh cóm s' odían

envols en una onada de recorts! (envolts)

¡cóm los tres ab deliri 's matarían,

si ja no fossin morts!


¡Oh quína tempestat mes silenciosa

en aquells cranis y en los cors aquells!

potsédisfruta y tot la impura esposa

en lo martiri d' ells.


Mes no disfruta, no, que l' atormentan

los cuchs, tot comensantla á rosegar,

y aquellas formas tan gentils rebentan

á copia de menjar.


Ja no es hermosa, no, ja es un horrible

monstre tan repugnant com pestilent.

¿Quí la voldría avuy? fora impossible

amarla un sol moment.


Lo primer dels marits, ell sí, comensa

á disfrutar després de tant patí';

ara disfruta d' una ditxa inmensa

y 's veu venjat allí.


Son los cuchs miserables los que 'l venjan.

Ell ja ha acabat, ell ja ha passat lo mal;

ara 'l cos de sa esposa 'ls cuchs se menjan

y 'l cos del seu rival.


Y se 'n van drets al cor, lo que 'ls agrada

ab preferencia en aquell rich festí;

tots á una, forada que forada,

fins á arribar allí.


Al home prou l' hi troban, y s' hi estenen

ab frenética fam, ab viu horror,

peró ¡quín desengany ab ella tenen!

no li troban lo cor.


No li troban; no 'n te. Y en aquell' hora

l' espós compren tot lo que va passar.

Si no tenía cor la gran traydora

¿cóm podía estimar?


Ell va extingintse lentament; los ossos

se quartejan badats, se tornan pols;

apenas sent; aquells dolors tan grossos

son vaguetats tan sols.

No veu res, no sent res; va morint ara

en realitat; los altres dos... ells no!

¡ells si que 'n tenen per molt temps encara

de pena y de passió!


Y passan anys, molts anys; en la callada

tomba la vida de la mort glateix

inmóvil, silenciosa, soterrada;

sols recorda y pateix.


Y passan anys, molts anys. Y arriba un día

en que altre cop la llosa han axecat;

y al negre fondo, de la llum del día

hi va un raig delicat.


Las ertas carns s' han fus de mica en mica;

los esquelets s' han fus de poch en poch.

No mes tres munts de cendra hi ha en la xica

estancia d' aquell lloch.


Ara si que ha acabat l' horrible drama;

los personatges no mes son recorts;

amants galants, enganyadora dama,

¡ara si que son morts!


A una bufada sols que l' ayre envía,

volan las cendras per l' inmens espay,

y 'ls átoms mes dispersos cada día,

no tornarán á reunirse may.


LO BUTXÍ DEL REY EN PERE
(N. E. El verdugo del rey Pedro)


De tots los butxíns del regne

jo n' era 'l primer butxí;

Rey En Pere mes que ab nobles

s' estimava anar ab mí.


Jo l' arma duya esmolada

y brillant com un mirall;

los caps tombavan á terra

tot just al sentir lo tall.


Tota la gent tremolava

quan jo, sense cap soroll,

passava ab roba vermella

y ab la gran destral al coll.


Lo rey En Pere 'm somreya;

fins me tractava d' amich.

¡Jo un pobre butxí encaxarla

ab rey tan sabi y tan rich!

(amb rei tant savi i tant ric en català subnormalitzat)


Era á fe per' ma persona (per' : pera : per a; para)

un honor massa extremat,

¡Oh 'l gran y bon rey En Pere!

¡que Dèu l' haja perdonat!

__


Quan vam entrar á Valencia

després de lluytar á mort

prop d' un mes, jo 'm vaig dir: «Ara

me sembla que tindrás sort.»


Una nit lo rey En Pere

devant d' éll me va cridar

'm va dir: «Demá al mitj-día

t' has de posá' á traballar.»


«La destral ja está esmolada»

al Rey vaig respondre jo.

«No 't cal la destral, - va dirme -

no 't cal destral ni piló.»


«¿Ab qué donchs, mon rey En Pere,

ab qué donchs los mataré?»

«Donantlos á beure fosa

la campana que han fet '.


Sí, ja que tant los agrada

sa campana de la Unió,

fonemla y que se la beguin,

y axís morirán milló'.»


No 'm va dir cap mes paraula

y 'm deixá sol ab la por,

y, butxí y tot ¿ho creuríau?

jo vaig tremolar d' horror.


Lendemá á la matinada

¡quín día tan trist y fosch!

semblava, de tant que ho era,

qu' estessim á dins del bosch.


las dotze del mitj-día

la professó va sortir;

¡bé n' hauríau vist de cotas

y d' elms y espasas lluhir!

Entre duas renglas d' homes

seguían lligats los reus,

y jo mut al seu derrera

tot vermell de cap á peus.


N' hi havía de vells y joves,

de rossos com á fils d' or;

tristos alguns d' ells ploravan

y deyan: «¡Mare del cor!»


Per tot arreu hont anavam

¡quína gernació, Dèu meu!

¡Y quín so tan trist tenían

las campanas de la Seu!


Arribárem á la plassa,

á la gran plassa majó';

al cadafalch que hi havía

no hi vaig veure cap piló.


Era tot negre, tot negre,

ab trenta pals als costats;

com los pals també eran trenta,

també trenta 'ls condemnats.


A cavall, devant sa guardia, (ipsa : sa : la; sa : su, la seva o la seua)

allí 'ns esperava 'l Rey;

vora d' ell nobles y patges

y 'ls homes de llur servey.


Tanta gent que 'm rodejava

y 'm semblava qu' estés sol;

jo crech que sentit s' hauría

d' una papallona 'l vol.

Prompte al cadafalch pujárem

entre aquell gran callament;

vos juro qu' esgarrifava

tant silenci y tanta gent.


Mos ajudants allí hi eran

vestits de vermell com jo,

esperant que 's fongués tota

la campana de la Unió.


A mitj á mitj del patíbol

hi havía una gran fornal;

cada flama que 'n sortía

semblava llengua infernal.


La campana ja era roja,

tota roja com lo foch

y 's trencava y s' ablanía

y 's desfeya á poch á poch.


Als vils criminals lligaren

un á cadascú dels pals;

verts los desdixats estavan;

¡quín suor! ¡quíns ays mortals!

Cridavan al Rey girantse:

«Senyor, tingáu compassió!»

Mut lo Rey los senyalava

la campana de l' Unió.


La campana ja era fosa;

rebullía 'l metall blanch,

y 'l soroll que bullint feya

quasi gelava la sanch.


Ab una pala de ferro

vaig traure metall del fos;

un dels comdemnats ben prompte

lo va tenir dintre 'l cos.


Per las contorsions que feya

¡oh cóm devía patir! 

roig se torná, després negre,

tancá 'ls ulls, y va morir.


Un després, era Gonzalvo,

seguí la mateixa sort;

no era no passada un' hora

que tots trenta havían mort.


Lo rey En Pere somreya

y estava content de mí;

á tots trenta vaig matarlos;

jo n' era 'l primer butxí.


Lo rey, á cavall encara,

á la muda gernació

li deya: «Aquí la tens, poble,

la campana de l' Unió.


Des d' avuy tos furs acaban,

y ¡ay d' aquell que s' alsará!

metall fos de la campana,

metall fos ¡prou que 'n beurá!»


Oh! d' aquella gran diada

sempre me 'n recordaré,

¡Llástima que 'l rey En Pere

no puga dirho també!

De tots los butxíns del regne

jo n' era 'l primer butxí;

rey En Pere mes que ab nobles

s' estimava anar ab mí.


Era á fe per ma persona

un honor massa extremat.

¡Oh 'l gran y bon rey En Pere!

¡que Dèu l' haja perdonat!

__


Quan vam entrar á Valencia

després de lluytar á mort

prop d' un mes, jo 'm vaig dir: «Ara

me sembla que tindrás sort.»

Una nit lo rey En Pere

devant d' éll me va cridar

'm va dir: «Demá al mitj-día

t' has de posá' á traballar.»


«La destral ja está esmolada»

al Rey vaig respondre jo.

«No 't cal la destral, - va dirme -

no 't cal destral ni piló.»


«¿Ab qué donchs, mon rey En Pere,

ab qué donchs los mataré?»

«Donantlos á beure fosa

la campana que han fet '.


Sí, ja que tant los agrada

sa campana de la Unió,

fonemla y que se la beguin,

y axís morirán milló'.»


No 'm va dir cap mes paraula

y 'm deixá sol ab la por,

y, butxí y tot ¿ho creuríau?

jo vaig tremolar d' horror.


Lendemá á la matinada

¡quín día tan trist y fosch!

semblava, de tant que ho era,

qu' estessim á dins del bosch.


las dotze del mitj-día

la professó va sortir;

¡bé n' hauríau vist de cotas

y d' elms y espasas lluhir!

Entre duas renglas d' homes

seguían lligats los reus,

y jo mut al seu derrera

tot vermell de cap á peus.


N' hi havía de vells y joves,

de rossos com á fils d' or;

tristos alguns d' ells ploravan

y deyan: «¡Mare del cor!»


Per tot arreu hont anavam

¡quína gernació, Dèu meu!

¡Y quín so tan trist tenían

las campanas de la Seu!


Arribárem á la plassa,

á la gran plassa majó';

al cadafalch que hi havía

no hi vaig veure cap piló.


Era tot negre, tot negre,

ab trenta pals als costats;

com los pals també eran trenta,

també trenta 'ls condemnats.


A cavall, devant sa guardia, (ipsa : sa : la; sa : su, la seva o la seua)

allí 'ns esperava 'l Rey;

vora d' ell nobles y patges

y 'ls homes de llur servey.


Tanta gent que 'm rodejava

y 'm semblava qu' estés sol;

jo crech que sentit s' hauría

d' una papallona 'l vol.

Prompte al cadafalch pujárem

entre aquell gran callament;

vos juro qu' esgarrifava

tant silenci y tanta gent.


Mos ajudants allí hi eran

vestits de vermell com jo,

esperant que 's fongués tota

la campana de la Unió.


A mitj á mitj del patíbol

hi havía una gran fornal;

cada flama que 'n sortía

semblava llengua infernal.


La campana ja era roja,

tota roja com lo foch

y 's trencava y s' ablanía

y 's desfeya á poch á poch.


Als vils criminals lligaren

un á cadascú dels pals;

verts los desdixats estavan;

¡quín suor! ¡quíns ays mortals!

Cridavan al Rey girantse:

«Senyor, tingáu compassió!»

Mut lo Rey los senyalava

la campana de l' Unió.


La campana ja era fosa;

rebullía 'l metall blanch,

y 'l soroll que bullint feya

quasi gelava la sanch.


Ab una pala de ferro

vaig traure metall del fos;

un dels comdemnats ben prompte

lo va tenir dintre 'l cos.


Per las contorsions que feya

¡oh cóm devía patir!

roig se torná, després negre,

tancá 'ls ulls, y va morir.


Un després, era Gonzalvo,

seguí la mateixa sort;

no era no passada un' hora

que tots trenta havían mort.


Lo rey En Pere somreya

y estava content de mí;

á tots trenta vaig matarlos;

jo n' era 'l primer butxí.


Lo rey, á cavall encara,

á la muda gernació

li deya: «Aquí la tens, poble,

la campana de l' Unió.


Des d' avuy tos furs acaban,

y ¡ay d' aquell que s' alsará!

metall fos de la campana,

metall fos ¡prou que 'n beurá!»


Oh! d' aquella gran diada

sempre me 'n recordaré,

¡Llástima que 'l rey En Pere

no puga dirho també!

De tots los butxíns del regne

jo n' era 'l primer butxí;

rey En Pere mes que ab nobles

s' estimava anar ab mí.


Era á fe per ma persona

un honor massa extremat.

¡Oh 'l gran y bon rey En Pere!

¡que Dèu l' haja perdonat!


LA ROSETA

NOTA. - Lo poema «La Roseta» del qual ne publico ara los llibres primer y segon, devía tenirne onze. Lo tercer y quart estavan també escrits quan un accident casual va fer que 's cremessin los manuscrits.
¿Qué devía jo fer? ¿tornarlos á escriure?

no vaig tenir pit ni paciencia. Lo poema quedava, donchs, truncat.
Han passat molts anys, y segur de que no acabaré 'l poema, me decideixo á publicar la part que 'n conservo escrita.


LLIBRE PRIMER


La tarde acaba: es l' hora en que 'l misteri axampla

sas finíssimas alas d' ombra y llum;

la mar sembla mes bella, l' atmósfera mes ampla,

y están las flors mes plenas de perfum.


Lo jayo Coll s' assenta devant de l' alta porta,

rocolzat en lo tronch d' un arbre vell, (recolzat, de colze)

y somrihent contempla la mar que besa l' horta

ab las onas que baten vora d' ell.


A Salou lo bon home fa temps que hi viu: reposa

de las fatigas d' altre temps millor;

va ser pilot, mes ara ja es massa vell, y posa

en un pobre orfanet tot son amor.


Lo Coll va recullirlo en sa afanyosa vida,

y l' ha cuydat com cuyda 'l pare al fill;

per pilot va endressarlo, y ell ho fou desseguida,

ell, que té seny tan clar com cor senzill.


Ja ha estat duas vegadas en terra americana

y avuy deu vindré d' un viatge nou;

lo jayo Coll l' espera y allá en la mar llunyana

li sembla veure lo vaxell que 's mou.


Sí, sí que 'l veu, ja avansa lo vaxell, ja s' acosta

tornantli al seu Enrich, al brau fadrí;

lo sol sembla enviarli son pur esguart de posta,

son inmens raig de grana y pols d' or fí.


Mentrestant de la platja s' allunyan joganeras

las llanxetas dels pobres pescadors,

que avuy la mar en calma promet bonas pesqueras

y no 's tem que 's deslliguin vents traydors.


Lo jayo mira y mira la nau llunyana encare

hont creu que ha de venir lo seu Enrich.

«Posa un signe - va dirli - perque de lluny ton pare

puga veure ta nau sens cap fatich.»


Y 'l signe 's veu, es una bandera que s' agita

al costat de la punxa del timó,

y que ara la volada d' un gran aucell imita

que va sortint, sortint del horisó.


Y abstret en aquell éxtasis lo jayo no s' adona

de que á ell s' ha atansat á poch á poch

una noya pobreta que 'l Dèu vos guard li dona

y s' atura en essent en aquell lloch.


La noya es jove, jove, té divuyt anys apenas,

fresca y bella com flor primaveral;

sas galtas y sos llavis son rosas y assutzenas;

sa veu es com un cántich celestial.


Mes una gran desgracia té la noya ¡pobreta!

no fa pas la miseria son dolor:

está trista y plorosa sovint perque es cegueta;

¡no pot guaytar als ulls son tendre cor!


No compren de la vista los plers maravellosos; (plaers : placeres)

may un raig de claror, may l' ha sentit;

per los seus ulls, que cegos y tot son tan hermosos,

sempre s' hi ha estés la fosca de la nit.


Ab sa sort resignada, tal com es, ha de viure;

¡igual al mal que al bé 'ns acostumém!

de quan en quan encara fins se la veu somriure,

que per gosar, no cal lo goig suprem.


Ara mateix la noya está tota contenta

perque arriba l' Enrich, lo brau fadrí;

per ço vora la platja, á prop del vell s' assenta,

en lloch se troba bé sinó es allí.


- Lo Dèu vos guard os dono, y no heu respost encare.»

y 'l vell surt de son éxtasis llavors.

- Oh Rosa, ets tú; perdona lo goig d' un pobre pare;

la mar me porta al rey dels meus amors.


En bona fe no 't veya, y al devant te tenía;

ulls me mancavan per mirá' á la mar,

mira allá lluny la barca; per mi es l' estel del día.

que diu que 'l sol ben prompte ha de brillar.


Sí! jo 't dich mira, Rosa, y tú no la pots veure;

bé! vaja! avuy no penso en res ni res bé dich.

Tu ja ho sabs que l' estimo; de tot m' he de distreure

no mes al dir lo nom del meu Enrich.»

- Donchs, avuy ve! - Ja arriba. - Jo estava aquí á la vora

y os he sentit fa poch passar pe 'l moll,

y he dit: déixam anarhi, ara que deu ser l' hora,

á ferli companyía al jayo Coll.


Y aquí 'm teníu. - Be noya: me plau ta companyía,

perque ets bona minyona; prou que ho sé.

¿Y has vingut sola, Rosa? - Ab aquet gos que 'm guía.

- Ah! sí! sí ja 'l coneixo! ¡bon llebré!»


Y axó dihent lo jayo, un bras al gos arrima

y entendrit li fa festas y somríu.

Avuy tot bo li sembla, avuy á tots estima;

avuy sent la ventura y á pler víu.


Lo gos endormiscantse, amanyagar se deixa,

y á la vora del vell tranquil s' ajau.

Lo jayo Coll, la Rosa, lo cel blau, l' hora aqueixa...

¡quín retaule de ditxa y dolsa pau!


- Y bé parlemne, Rosa, mentres la nau arriva.

- De quí? - Donchs de quí ha d' esse? del Enrich.

- Es clar que podém ferho; ¿quí de parlarne 'ns priva?

Aquet jayo res troba tan bonich.


- Donchs vos l' estimeu forsa! - Sí l' estimo? l' adoro!

ni que 'm fos fill l' estimaría tant;

quan lluny lo tinch, t' ho juro, fins d' anyoransa ploro

com una dona ó be un petit infant.


¡Ja ho veus, quína vergonya! ¡ves quíns homes se crían!

¡plorar jo un homenás esquerp y fort,

curtit á la mar brava! sí 'ls altres ho sabían!

¿Qué hi farém, si es axís la meva sort?

¡Qué hi faré si l' estimo ab totas mas entranyas?

quan lo dit li fa mal, ja he de patí;

no crech que mes estimi al rey de las Espanyas

la mateixa mareta que 'l parí.

- Y axó no essentli pare. - Es lo mateix, Roseta;

estich molt fet á sernhi y n' hi so ja.

- Es bord jo crech. - No t' erras. ¡Ja veus donchs quina feta

los seus dolents parots li van jugá' !


¡Durlo á la bordería! ¿per ço al mon lo portaren?

¡ves lo petit quin mal los hi va fer!

De segur que moriren malament y ho pagaren

y ara son al infern ab Llucifer.


Jo al mon sol me trobava, y vetaqui que un día

sens tenir dona vaig voler un fill.

¿Cóm t' ho farás? pensava. Ves á la bordería;

y dit y fet; alló era 'l mes senzill.


D' allí al Enrich vaig pendre; ¡bona sort me tocava!

¡ves d' hont hauría tret un fill com ell!

¡si l' haguessis vist, Rosa, en aquell temps! semblava

un Jesuset, de tan rosset y bell.


Jo vaig ensinestrarlo al meu honrat ofici;

tot lo día ab la llanxa, y á la mar.

¡Y que 'n feya de feyna! alló era un desfici;

mes que 'ls vells ne sabía de pescar.


Peró ell ser mes volía que pescador; volía

ser pilot y mes tart ser capitá;

res! cap á Barcelona lo vaig portar un día

y ab ell lo meu estalvi se 'n hi aná.


No 'm fa pas res, Roseta! lo gasto va ser digne;

¡ja veus si ell aprofita 'l meu diné'!

avuy me 'l torna doble; es un pilot insigne

y fa honra al meu nom qu' ell porta bé.


No mes té una fal-lera: la mar; bé, no ho estranyo;

la mar atrau ab son etern amor;

ni may la mar l' enganya, ni jo jamay l' enganyo;

som dos no mes los amos del seu cor.


Y ell es en ma vellesa lo meu consol; ¿qué fora

jo sens ell? ¿qué faría? al punt morí'.

Res mes al mon me queda que 'l meu Enrich.» Y plora

lo pobre jayo tot parlant axí.


Y á la mar los ulls gira y veu com ja s' atansa

lo vaxell en que arriva 'l seu Enrich.

«Lo temps pera portarlo s' ha posat de bonansa;

¡no havía vist un día tan bonich!»


La Rosa escolta y calla, prop del vell, entendrida;

lo gos jau á la vora endormiscat;

passa un aucell, y l' aura murmura amorosida

tots los petons d' amor que ha arreplegat.


La mar está quieta; esclatan las onadas

ab un suau remor que dona bo,

y carregat de notas y aromas barrejadas

l' ayre de maig fa respirámilló'.


Y 'l jayo y la fadrina gosant de tal bellesa

en éxtasis qu' encisa de senzill,

ella abstreta per somnis de dolsa jovenesa,

ell pensant solament en lo seu fill:

los dos no se 'n adonan d' un jove arrivat ara

del costat de las casas de Salou;

lo gos que fixo 'l guayta ni l' ha bordat encara;

¡bona senyal que 'l deu coneixe prou!


- Qué fas aquí, Roseta? ¿y vos jayo Coll? - Mira!

aquí estém esperant al meu pilot.

- Teníu rahó; no hi dava. ¿Esteu molt content? - Tira!

tot me faltava, y ara ho tindré tot.

- ¿Ja has acabat la feyna, germá?» li diu la Rosa.

- Per avuy he enllestit ben aviat.

L' aygua del mas girada, tancada la resclosa,

y á joca allá al corral tot lo remat.


- Ben fet, que de vosaltres l' amo queixars no puga.

- Ben descansat pot estar l' amo á Reus;

no ha de trobarne un altre que millor que jo duga

lo remat y las terras y 'ls conreus. (o ramat : rebaño)


- Axís ho heu de fer sempre, tú Arcís, y tú, Roseta;

cadascú á sa taleya y ben campants;

estalviéu; lo duro sempre ix de la pesseta;

y visquéu avinguts com bons germans.


- Tú ¿quánts anys tens, minyona? - Jo divuyt anys pel batre

vaig fer. - Y tú ¿quánts ne tens donchs, Arcís?

Me sembla que per Corpus ne faré vint y quatre.

- Quína edat la dels dos! la edat felís!


Jo 'n tinch mes de setanta; no es pas edat de rosas

la meva; de la vida 'm trobo al cap;

¡setant' anys! contéu, joves si n' hauré vist de cosas!

donchs bé, com si jamay n' hagués vist cap.


Vareu fer l' altra guerra? - Fins á la derrería.

Van ferirme tres cops y malament;

peró jo vaig sortirne, y encara avuy faig vía.

- Potser, potser que arrivareu als cent.


- No 'n parlém y axequemnos y aném al moll depressa

que veig la nau qu' está per arrivar;

d' aquí estant ja fins sento del mariner la fressa,

y ja l' Enrich lo mocador fa anar.»


Lo jayo mou los brassos, responent á la senya

que lo pilot li fa ab lo mocador;

lo seu se treu la Rosa y ab goig també l' ensenya,

y l' Arcís pega un crit axordador.


Lo gos salta y remuga y la cua remena

y va y ve com un llamp, lladrant content,

y 'ls dos germans y 'l jayo, petjant la fina arena,

á la vora del moll se 'n van rihent.


Ja está per atracarhi la nau; ja hi es; ja 's para;

las anclas ja han tirat los mariners;

l' Enrich dona las ordes derreras, y deix ara

la nau y salta á terra entre 'ls primers.


Lo jayo 'l reb als brassos; l' Arcís y la Roseta

cada hú una ma li estreny. - ¡Ben arrivat!»

Lo jayo, sens res dirli, contra son pit l' apreta

y no sab fer res mes sinó plorar.


- Y axó, pare! ¿ara llágrimas? - Bé, ploro d' alegría.

- A esperarte tots tres havém vingut.

- Los tres amichs qu' estimo al mon! la companyía

que sempre de petit mes m' ha plagut.

- Be, vaja, aném á casa; la claró quasi es fora;

pe 'l Coll d' Alforja 'l sol ja se 'n ha anat;

comensa la celistia, y del repós es l' hora,

que tu, Enrich, deus venir un poch cansat (.)


- No gayre, peró anemhi. - Farém pará' la taula,

y un bossí menjarém ¿no 't sembla be?

y com també la gola s' asseca ab la paraula,

ab ví del fort remullaremla á plé'.


Y tots cap á la casa se 'n van, qu' es á la vora,

y derrera segueix brincant lo gos.

Quan á la porta arrivan, s' aturan tots á l' hora,

llunyet los dos germans dels altres dos.


- Que no entréu?» diu lo jayo. - Lo sol ja es á la posta

y 's comensa á fer tart; fins á demá;

á casa tením feyna ja que la nit s' acosta;

hem de dormí perqu' hem de matiná'.


- Be donchs; adéu, Roseta; adéu, Arcís; no os manca

la rahó» diu l' Enrich dantlos las mans;

despres á casa 's fica, lo vell la porta tanca,

y quedan part de fora 'ls dos germans.


- Aném cap á caseta.» diu la Rosa axerida.

- Aném.» respon l' Arcís tot pensatíu,

y l' un costat del altre se 'n pujan desseguida

pe 'l carrer ja desert y tot ombríu.


A Salou, petit poble talment de quatre casas,

aviat pe 'ls carrers no 's veu ningú;

á las llars, totas pobres, no hi creman gayres brasas;

tot de ben menester s' ho ha cada hú.

Es gent treballadora, pagesa ó marinera,

la senzillota gent que habita allí;

com que á punta de día y avans es matinera,

aviat & la vetlla va á dormí'.


Donchs anant cap á casa l' Arcís y la Roseta,

ell calla, ella no fa mes que parlar;

de l' Enrich enrahona sens treva la pobreta;

de quan ell era endins de l' alta mar.


- Oh ¡que n' ha vist de cosas y de terras llunyanas;

ay válgam Dèu! ¡qué mon ha corregut!

Diu que allá lluny hi ha illas que son americanas,

hont los que hi van hi perden la salut.


¡Qué lluny que deuhen esse! ¡qué tristas y qué estranyas!

jo allí m' hi anyoraría ¡ho sé de cert;

al mitj d' aquellas planas ó d' aquellas montanyas

¡lo mon me semblaría tan desert!


Molt mes, molt mes m' agrada aquesta terra hermosa

hont jo vaig naixe y hont vas naixe tú,

hont la vida pot esse tranquilament ditxosa,

hont no crech que anyorars puga ningú.


- ¿Y cóm sabs si t' agradasino la veus, Roseta?

no veus lo que hi ha lluny ni 'l que hi ha prop.

- Pe 'ls ulls los raigs del día no 'ls reb pas la cegueta,

y es que 'ls reb en son ánima de cop.


Jo ho sento qu' es hermosa la terra catalana;

lo camp de Tarragona, Reus, Salou;

axó es bonich; ho sento; sí, creu á ta germana;

ho sé sentir, peró no ho se dir prou.»


Y axís segueix la Rosa, axís, parla que parla,

¡qué ganas que té avuy d' enrahonar!

y riu tota contenta y salta mentres garla,

y un doll de primavera fa esclatar.


L' Arcís soptat se para y embadalit la mira,

callat, trist, capficat y tot ombríu;

mentres ella enrahona ab plaher, ell suspira,

y al pararse llavors axís li díu:


- Qué tens, qué tens, Roseta? may com ara t' he vista;

no sé pas lo motiu del teu esplay;

fins ahí, no m' ho neguis, tú vas estar ben trista,

y avuy te veig alegra com jamay.


Tú 'm feyas companyía en la tristesa, Rosa;

perque jo estava trist, tan trist com tu;

avuy ho estich encara, y tu has mudat, ditxosa;

de companyía no me 'n fa ningú.


- ¿Cóm vols qu' estiga trista, qu' estiga trista encara,

si avuy es tan distint de 'l qu' era ahí;

si del Enrich la barca al moll ha arrivat ara;

si ell, lo mateix Enrich se troba aquí?


- L' Enrich... ah! tú l' estimas... - Y molt, sí, no t' enriguis;

ja fa temps que l' estimo ab tot lo cor.

- Y ell ho sab?.. - Potsé ho pensa... ah! peró no li diguis;

t' he dit com un secret lo meu amor.


- Y no sabs si ell t' estima?... - Ans de marxar passava

moltas estonas tot parlant ab mí;

be es cert que jo m' hi feya la trobada y 'l buscava

ab un impuls estrany, potser diví.


Sí, sí, Dèu ho volía, ¡ves quí pot resistirho!

mes l' Enrich no 'm tractava malament;

me deya dels viatges que intentava; va dirho,

y, ja ho veus, germá meu, ho ha fet talment.


D' amor... may vam parlarne... jo, es clar, lluny de dirli

qu' ell s' anava fent amo del meu cor;

l' Enrich... ni una paraula; ó no va convenirli,

ó potsé es cert que no sentía amor.


Mes ¿qué hi fá? jo l' estimo, y axó ja m' acontenta;

jo l' estimo, oh germá, y ja 'n tinch prou;

se que 'l tinch á la vora, qu' ell es felís, qu' intenta

passar días y mesos á Salou.


Se que podré sentirlo parlar com altres días,

que fins podré tocar la seva ma...

¡y vetaquí la causa d' aquestas alegrías,

que fa poch no 't sabías esplicá'!


- Tú l' estimas, Roseta!.. - Sembla que no t' ho acabis,

l' estimo com no 's pot estimar mes;

donchs aquestas paraulas que surten dels meus llavis,

per molt que espressan, no t' espressan res.


No mes en ell jo penso; hi penso nit y día;

no hi há cap jove com aqueix pilot;

tú que 'l veus, be pots dirho; no n' hi ha cap, no es manía

ell es la meva vida, es lo meu tot.»


- Ditxosa tú qu' estimas y pots estar alegre;

jo estava trist ahí y avuy ho estich;

tú, cega, veus ratxadas de llum, jo ho veig tot negre,

y fa ja molt de temps que no somrich.


Ets desditxat? - De sobras; la pena no escatima

ni un sol dels seus torments pera mon cor.

Es qu' estimo una dona, y ella no m' estima;

ja veus si haverhi pot mes gran dolor.


- ¿Y quí es aqueixa dona? - Una flor de montanya

que viu lluny, allá dalt á Escornalbou.

- Ara comprench la teva conducta tan estranya,

tas llargas escapadas de Salou.


- Sí, sí, sovint m' hi arribo, á dirli que l' adoro,

á esplayar á sos peus lo meu secret,

á dirli que sens ella jo d' anyoransa 'm moro;

peró tot, tot es batre en ferro fret.


Li demano esperansas, y ella me las arrenca;

¡ni una sola me 'n dona, ni un sol raig;

y fredament me parla y lo meu cor se 'm trenca,

y ja no sé 'l que dich ni lo que faig.


Oh! no, jo no puch viure sens que m' estimi ella;

no s' hi pot avenir mon pensament;

¿qué suc-cehirá? ho ignoro; ja no hi ha cap estrella

al cel; la tempestat mon cor pressent.


Cálma 't, Arcís; t' ho prego. - La sort es mes impía,

molt mes encara; no t' ho he dit pas tot.

Ella estima á un altre home, y horrible gelosía

á dintre del meu cor hi ha tret rebrot.


Ella estima á un altr' home; m' ho ha dit ella mateixa,

mes ha volgut callar lo nom fatal.

¡Ja veus si de la vida jo n' he de tenir queixa!

¿quí deu ser, quí deu ser lo meu rival?


- ¿Conech á ta estimada? - Sí, la coneixes, Rosa.

- ¿Es la Carme, potser, la Rocafort?

- Es ella, ella mateixa, la noya mes hermosa,

la que dantme la vida, m' ha dat mort.


Sinó t' estima, olvídala. - Ja ho dius... es impossible;

olvidarla no puch ni podré may.

De mí ja s' ha fet amo aqueix amor terrible,

com la llum es mestressa del espay.


Pensa en lo que tú estimas al Enrich; donchs be, Rosa,

comparat ab lo meu lo teu amor,

es com un ríu ab tota la mar, ¡ben poca cosa!

- Oh! no diguis axó; fins me fa horror.


En estimar no 'm guanyas. - ¡Dius que l' olvidi á n' ella!

si ho dius, capás tu foras d' olvidar.

- Jo, may. - Jo tampoch, Rosa; estimarla es ma estrella;

jo crech que mort y tot l' he d' estimar.


Y d' un cop vull sortirne; demá á la matinada

he de deixar las platjas de Salou,

y ala! ala! fent vía per dressera ignorada,

al pich me 'n pujaré d' Escornalbou.


Allí veuré á la Carme, li esplicaré altra volta

lo molt que jo l' estimo, ajonollat

li diré que m' estimi, y si ella no m' escolta,

y si com fins avuy m' ha menyspreat,


de nou també 'm menysprea, si no 'm dona, per poca

que sigui, una esperansa, un raig de fé,

devant d' ella enfilantme adalt de l' alta roca,

pe 'l balcó del diable 'm tiraré.


- Arcís, axó es horrible... oh! ¿quí hi há que axó digui?

Nostre Senyó' 't podría castigar.

- ¿De quína pitjor mena vols, Rosa, que 'm castigui,

si per la Carme ja no 'm fa estimar?»


Y axó dihent lo jove, estreny los punys y 's posa

talment com si estigués esperitat;

los ulls semblan exirli de la testa, y la Rosa

la tremolor encara no ha deixat.


- Aném, entrém á casa, Arcís, ja es hora; entremhi;

a Dèu tots junts nos hem d' encomanar;

aném, Arcís, á casa, y ab calma reposemhi,

la son ton neguit faré calmar.»


La Rosa á casa 's fica, lo gos al seu darrera;

l' Arcís sense respondre 'ls ha seguit;

un cop adins, ell barra la porta ab ma lleujera,

y afora queda l' ombra de la nit.


La nit ab sa solemne quietut, ab sas estranyas

remors mitj apagadasab sos vels

que ab misteri s' estenen per plans y per montanyas,

y ab lo suau mirar de sos estels.

__

LLIBRE SEGON


Allá prop de La-Mola, com grahó de la serra

que sols la tempestat posa en renou,

potent s' hi axeca y aspre un gegant de la terra:

lo formidable pich d' Escornalbou.


Pirámide superba, qual aspadada punta,

com si en los núvols hi busqués lo cau,

s' enlayra majestuosa y sembla que s' ajunta,

desitjosa de llum, ab lo cel blau.


Degotalls d' aygua pura, qual netedat convida,

vessa l' altiu gegant per tot arreu;

per regalar als homes ab tants sobrants de vida,

com no l' hi caben dins, á fora 'ls treu.


De vellaners y vinyasufanosas garlandas

s' entrellassan al peus del vell gegant;

y pe 'l cap li teixexen enflayrosidas randas

roures y alzinas que besantse van.


Brodan las margenadas los atapits arbossos,

mostrant en cada branca 'l fruyt vermell;

y renglas de maduxas, que guaytan pe 'ls terrossos,

omplen d' olor lo paradís aquell.


Las fondas barrancadas al cap-devall s' estimban

com si fossen los fossos d' aquell fort;

per aquellas fondarias, hont may los vents hi minvan,

sembla esbargirshi l' ombra de la mort.


Adalt al cim s' hi axecan del convent las ruinas,

las petjadas dels segles senyalant;

archs y murs y columnas ja son del temps joguinas,

que cauhen pedra á pedra rodolant.


Per las amplas esquerdas l' erbam ardit s' hi enfila,

guaytan arrels en sostres y trispols;

reprén naturalesa sa possessió tranquila,

y en lloch d' homes hi cantan rossinyols.


Vora de las ruinas, seguint la margenada,

hi ha despulls de dólmens sa y enllá;

la gran sacerdotissa aquí alguna vegada

ab la sanch de la víctima 's tacá.


La druídica colla encara 'm sembla veure,

pujant pe 'ls giravolts á poch á poch;

y recorts de batallas fan aquets llochs retreure,

mostrant un combatent en cada roch.


Allí 'ls alarbs muntaren, deixant al seu darrera

un escampall d' incendi y mortandat.

No arriva ab tanta furia, quan en tronant carrera,

esclata axordadora tempestat.


Allí en aquellas rocas ¡quánts de cops nostres avis

s' hi devían juntar en somatent!

Aquellas fondaladas ¡bé n' han venjat d' agravis,

ferits de mort als invasors rebent!


Altar hont s' hi arrecera l' independencia santa

sembla aquel puig tan aspadat com alt;

á sa falda amorosa la patria s' hi decanta,

com la filla á la falda maternal.


¡Y cóm al cim la vista s' esten bella y ditxosa!

¡cóm l' ánima s' esplaya en aquell punt!

¡qué terras se dominan! ¡quína llunyaria hermosa!

¡quánta llum y color avall y amunt!


Allá com serp lluhenta, que fins á mar arriva,

del ríu Ebre la rápida corrent;

l' Aragó ab sa planura sempre blanca y soliva,

sens apagar jamay sa sed ardent.


S' estén á l' altra banda lo camp de Tarragona,

y mes enllá la Conca y 'l Panadés;

la mar d' esquerra á dreta tot l' horisó corona,

donant á terra y cel lo mateix bes.


Y als peus del puig altíssim, aquí un poblet s' hi trova

y un altre allá y un altre mes enllá;

la Argentera á la falda, mes avall Vilanova,

Duasayguas ja tocant al pla.

Donchs en aquella alsaria, entr' aquella llum pura,

adalt, al cim mateix d' Escornalbou,

hi viu la fadrineta que porta ab sa hermosura

enamorat al jove de Salou.


A prop de las ruinas de l' iglesia s' hi axeca

una casa molt gran com un hostal;

sembla un niu entre rocas hont lo viure no hi reca;

un allí 's creu qu' es un senyor feudal.


Se té 'l mon á las plantas, y apar que se 'l domina;

un allí ab la baixesa no s' hi fa;

lo cor sent la superbia reyal, y no s' inclina

jamay allí l' esquena á cap tirá.


Lo pare de la Carme te á la casa posada,

com majordom d' un rich y gran senyor;

ell fa y desfá, tota orde que dona está ben dada;

y té per compte seu lo bestiá.


Ell, la dona y la filla viuhen allí y fins tenen

per servey una mossa y dos baylets;

y axís se 'n van los días, y axís altres ne venen,

y 'ls troban tots, tranquils y satisfets.


Avuy qu' es un diumenge de maig la Carme 's lleva

ans que 'l día comensi á clarejá':

fa temps que no dorm gayre, y 'l pensament sens treva

allá lluny, molt lluny d' ella se n' hi va.


Se 'n entra á una gran sala, y un dels finestrals obre,

y guayta allí; un precipici 's veu

sota la finestra, l' inmensitat á sobre,

y Vilanova, del alt puig al peu.


Es per aquella banda la mar; Salou s' ovira

mes de tres horas lluny, Cambrils mes prop,

despres enllá la costa, fent golf en cercle gira

y 'ls Alfachs lluny hi surten com un grop.


La Carme axó ho sab d' esma, peró no ho veu encara,

perque hi manca la llum, font dels colors;

los estels ja s' apagan agonitzants; es ara

que fa la nit lo seu darrer esfors.


La llum pugna mes forta per Orient; ressona

l' hora de la suprema tranzició,

y l' alba tota blanca allá molt lluny corona

la boyra de la mar al horisó.


Comensa la celistia; la matinada avansa,

la llum esqueixa l' ombra ab rápit vol,

al Orient, al últim, com signe d' esperansa,

mes d' esperansa eterna, apunta 'l sol.


Oh! ¡quína matinada tan pura y encisera!

sembla que rigui de la llum lo raig.

Es per cert un espléndit matí de primavera,

y encara 'l mes bonich del mes de Maig.


Axams de notas vagas y de suaus aromas

se barrejan armónichs en l' espay,

y un himne suprem sembla qu' está dihent als homes:

«Ditxa y amor no morirán jamay.»


La Carme sent tal himne, l' escolta embadalida,

li obre de bat á bat son tendre cor;

qu' ella sent en son ánima qu' ix lo sol de la vida,

l' alé potent y únich del amor.


Y mira extasiada com la llum descapdella

sos raigs puríssims cada cop mes vius,

y als moxonets contempla que parella á parella

li fan pensar en la calor dels nius.


Quan en ella 's reflecta la llum serena y pura

¡qué bé s' hi adiu ab aquell rostre bell!

¡y cóm fa que ressalti sa espléndida hermosura,

sols comparable ab la del día aquell!


La Carme está contenta; ¿per qué? perque ara espera

al estimat, al amo del seu cor;

¡bon' hora per anarhi, hora de primavera!

¡bon' hora per las ditxas del amor!


Espera la fadrina gentil. Oh! si podíau

penetrar lo que pensa y lo que sent!

¡quin' altra primavera tan rica hi trobaríau!

¡quín altre día bell! ¡quín sol naixent!


Y de mirar no deixa cap á la mar, que totas

sas ditxas de la mar li han de venir;

una nau hi vol veure, que á las platjas ignotas

la duga d' un espléndit pervenir.


Ell y ella, 'ls dos sempre! ¿y quí es ell? es lo noble

fadrí, lo brau pilot, lo bell Enrich;

ja n' heu fet conexensa; es aquell fill del poble,

de qui ella 'n faría 'l rey mes rich.


Y passa llarga estona, y 'n passa un' altra encare,

y ell no arriva, y la Carme está esperant,

y axís no se 'n adona la noya de sa mare

que 's posa al seu darrera en tal instant.


- ¿Qué fas, filleta meva, al finestral posada?

tant temps que hi ets ¿qué fas? - Espero á n' ell.

- Y mentres tú l' esperas, ell potsé' 't té olvidada,

que sovint l' amor nou suplanta al vell.


- Sovint, peró no sempre, que 'ls dos per estimarnos

hem nascut, perque ho vol Nostre Senyor;

y maymay de la vida los dos podrém deixarnos,

perque es etern, etern lo nostre amor.


- Ditxosa si ell t' estima com tú l' estimas! - Mare,

ell no sab enganyar; ell jamay ment,

y m' ha jurat mil voltas, mes que jo á n' ell encare,

qu' es meu y será meu eternament.


- Donchs ¿per qué no vé á dirtho de nou? - Oh! tal vegada

no ha arrivat. - ¿No devía arrivá' ahí?

- La mar no es sempre amiga; á voltas la arrivada

no 's fa quan pensa ferse, y deu sé' axí.


- Fa dos días que guaytas al finestral, Carmeta,

per véure 'l arrivar ¿no es veritat?

que guaytis ó no guaytis, no fará axó, filleta,

qu' ell mes tart siga aquí ó mes aviat.



- Calláu... ¿no sentíu, mare, quína dolsa musica?

l' ayre me la dú tota entre sos vols.

- Es cap á Vilanova. - Ay mare, qu' es bonica!

sembla talment un cant de rossinyols.


- Ara pe 'l poble tomba lo matinal rosari;

cantan donas y homes y escolans;

mira 'ls fanals com passan allá molt lluny; d' anarhi

¡be 'n tinch recort! éram al poble avants.»


Y en axó mare y filla senten la veu del pare

que las crida de baix, del gran portal;

del finestral s' apartan ben prompte filla y mare

y obeheixen depressa com los cal.


Lo pare es á la entrada que ab lo baylet feyneja.

- Va, ajudeume, que 'l temps passa aviat.

Un no te may prou horas per mes que matineja,

mes nos hi hem de posar tots d' un plegat.


Aneu vosaltras duas cap als corrals depressa,

y que no falti res á la farám;

¿sentíu galls y gallinas com cridan? quina fressa!

las pobres bestiolas tenen fam.»


Y la Carme y sa mare á la feyna manada

se 'n van y 's donan ayre de cumplir;

y 'l Ton, lo pare, 's queda ab lo noy á la entrada,

las eynas endressant que han de servir.


Y mentrestant, á l' hora mateixa en que axí 's troba

la familia que viu á Escornalbou,

pe 'l costat de mar entra l' Arcís á Vilanova,

que ara mateix arriva de Salou.


Pe 'l carrer hont se fica lo Rosari ja hi passa;

veu las banderaslos alsats fanals,

los homes ab gambeto caminant ab catxassa,

arrenglerats y ab passos tots iguals.


Derrera de las renglas los cantayres caminan,

responent al Rectó' que dú la veu,

y 'ls escolans que ab ciris encesos iluminan

la imatge de la qu' es mare de Dèu.


Y segueixen las donas ab caputxa posada,

ab criaturas que portan de la ma,

alsant un sord murmuri com una llarga onada

que no acabés en horas d' esclatá'.


Y axís en orde y calma pe 'ls carreróns serpeja

la patriarcal, senzilla professó,

mentres lo día 's lleva y allá á la mar clareja

del sol la matinera vermelló'.


L' Arcís no se 'n adona dels homes ni 'l Rosari,

abstret per un fortíssim pensament;

ell fa la seva vía, y 'l poble, sens pararhi,

travessa adelerat en un moment.


Los homes quan lo veuhen á prop, lo cap li giran,

algú li dona 'l crit: «Hont vas Arcís?»

ell no 'n fa cas; fa vía; res aquells prechs l' inspiran;

no mes lo seu amor sent l' infelís.



Del poble surt depressa; ja puja la montanya;

ja 's torna á trobá' sol al mitj del camp;

agafa las dresseraslos marges salta ab manya,

y passa pe 'ls barranchs tal com un llamp.


Per lo rocam s' enfila adelerat; li raja

cara avall la suor al pobre Arcís;

son cor ¡quín batre! sembla que hi te un martell. ¡Malhaja

la passió ardenta que 'l trasbalsa axís!


Y amunt sempre fent vía! quasi la cima toca,

ja veu prop seu l' arruinat convent;

ja veu una figura al demunt d' una roca

que l' ánima li atrau en un moment.


Es ella, sí, sí, es ella, es la Carme que tira

gra á la farám que salta al seu voltant;

d' ell no s' adona encara; peró de sopte 's gira

y 'l veu tota soptada al seu devant.


Está sola, allunyada un poch de la masía,

y quan veu al Arcís vol recular;

no hi es á temps; lo jove cap á ella fa vía,

y ella ni forsas té pera cridar.


- No, no te 'n vajis, Carme; no te 'n vajis; t' ho prego;

¿no mes te 'n vols anar perque jo vinch?

mira: cansat arrivo, en ma suor m' anego;

mes de tres horas caminadas tinch.


Era de nit encara quan de Salou sortía;

aviat com lo día arrivo aquí;

y tot per tú: t' estimo com ningú ho pensaría;

t' estimo tant y tant com no 's pot dí'.

En tú, guapa fadrina, seguidament jo penso;

en tú despert somnío y adormit;

y pensant en tú, Carme, á delirar me llenso,

com boig sense remey, de mort ferit.


Estima 'm com t' estimo; no tant: una miqueta;

ja veus, ja veus que m' acontento ab poch;

no mes dom una espurna de ton amor, xiqueta;

fins que 'm prometis estimá 'm no 'm moch.


Per viure necessito que tú m' estimis; mira

en los meus ulls lo meu amor ¿no 'l veus?

lo gran amor que sento, la flama que 'm regira

per forsa se 'm coneix de cap á peus.


Tú com á dona ets tendra y ets compassiva y bona;

jo 't demano que 'm tingas compassió;

jo solament desitjo que m' estimi una dona;

tú: tú serás la reyna, l' esclau jo.»


- No, no pot ser, no hi pensis; ab tot lo cor t' ho prego,

¡t' ho prego per tos pares que ja han mort!

abandona aqueix somni, aqueix deliri cego;

no 'n tingas d' ell jamay cap mes recort.


- ¿Me dius que no t' estimi? - Que provis d' olvidarme.

Olvidarte? axó si que no pot ser.

- T' estimo com germana. - D' altre manera, Carme.

- Impossible; jamay. - Ho has de voler.


- Lo meu cor ja es d' un altre. - Axó es pitjor encara.

- Qué hi vols fer? ho volgué Nostre Senyor.

Jo per l' Enrich vaig naixe; seva he sigut fins ara,

y será sempre igual lo meu amor.


- ¿Al Enrich que viatja?... - Ell mateix. - Es horrible!

¡pensar qu' ets seva, y meva no has de ser!

- Ja t' ho he dit al principi; ton somni es impossible,

Nostre Senyor no ho vol ¡qué hi hem de fer!


- Nostre Senyor, oh Carme, be vol que jo t' adori;

¿per qué no apaga aquest amor que 't tinch?

¿per qué quan jo m' aparto de tu fa que m' anyori?

¿per qué sens adonarme 'n á tu vinch?


Oh! t' estimo! t' estimo; l' home que prefereixes,

de cert que no t' estima tan com jo;

t' estimo y per ingrata mon amor no mereixes,

mes mon amor jo no puch pendre 't, no.


Per forsa he d' estimarte; fatalitat terrible

qu' esclau me fa per no deixá 'm jamay;

¿no estimarte? deliri, axó es tan impossible

com buyt d' ayre y de llum quedar l' espay.


Escolta; si no 'm donas lo teu amor, si 'm negas

aqueixa salvació, t' ho juro á fé:

com que á totas las penas del desesper m' entregas,

pe 'l balcó del diable 'm tiraré.


Ho vaig jurar y ho torno á jurar...» Y no acaba

de dir lo mot, quan un gran crit se sent;

la Carme y ell se giran, y del esglay esclava

veuhen á la Roseta en tal moment.


A propet d' ells la veuhen que ha caigut esglayada,

banyada en mar de plors y de suor,

y 'l mastí, que de guía li ha fet en la jornada,

la llepa grinyolant ab tendre amor.


La Carme al punt hi corre, l' Arcís hi va derrera,

y procuran de feria retornar.

- Jo n' he tingut la culpa; (diu lo minyó) sisquera

fos felís ella que ho mereix. - Es clar.


- Li he dit que t' estimava y que resolt venía

á obtindré 'l teu amor ó be á morir;

que si tú te 'n neguessis, jo aquí m' estimbaría,

y ella ha vingut per véureho d' impedir.


M' ha seguit la pobreta, fent forsas de flaquesa,

la cadena aguantant del gos lleyal,

que també endevinantho, potser ab lleujeresa,

l' ha guiat per dresseras aquí dalt.


Ella ja hi está feta á anarse 'n lluny; camina

per tots aquets voltants, com si hi vegés.

- No hi veu per part de fora, mes una llum divina

potsé te á dintre, que la guía mes.


Sembla que ja 's retorna; mírala, Arcís. - Roseta!»

y la Roseta débilment respon:

- Hont so? - Entre gent amiga que t' estima, pobreta.

- He sigut un instant fora del mon.


Ets tu, Arcís! ets tu, Carme! dexau que os reconegui.

Oh! no tinch forsas! ajudeume 'ls dos!

Arcís! germá! no fugis! que 'l diable no 't cegui.

Jo deya tot venint: ¡ á temps no hi fos!

Mes á temps so arribada; ara no vull dexarte;

aném cap á la Verge del Camí;

resarém á la Verge que vulga il-luminarte

y que 'n pecat no 't fassi, no, morí'.»


Y l' Arcís y la Rosa la ma ab la Carme encaixan

y se 'n van puig avall d' Escornalbou;

á poch á poch caminan, y l' Arcís mentres baixan,

de girá 's á mirar may ne te prou.


Mira a la Carme sempre, ab la mirada trista

com aquell que ja mort s' emporta 'l cor;

y la Carme conmosa no 'ls deixa, no, de vista,

compadeixent aquell fatal amor.


Axís los uns de l' altra, poch á poch allunyantse,

se perden entre 'ls arbres de la vall,

y mentrestant espléndit l' astre-rey axecantse

de sos tresors de llum ne fa escampall.


Ja es ple día; ni un núvol fa obstacle á la llum viva;

vessa alegría á dolls l' espay tot blau,

y afalaganta y fresca la marinada arriva

que 'ns dona bo com un alé suau.

(Taula)