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martes, 26 de octubre de 2021

VIII. LA CRUZ DEL OLIVO.

VIII.

LA CRUZ DEL OLIVO.

Era ya demasiado tarde para no llegar a deshora. Faltábanme por andar cerca de dos leguas y el sol había traspuesto ya la cima de las montañas y llevado tras sí las caprichosas ráfagas de oro y púrpura, que así cautivan la fantasía por la brillantez de su colorido como por la inestabilidad de su hermosura. Del lado de oriente la celeste bóveda iba tomando un color plomizo que por momentos se volvía más subido y avanzaba hacia el ocaso como la sorda corriente de un río. La noche amenazaba ser tempestuosa sobre completamente obscura. Las nubes que vagaban esparcidas juntábanse en una, como piezas soldadas por la mano de un artífice invisible. Silbaba el viento a mis espaldas, y su lejano silbido parecía salir de la garganta de una áspera sierra, crecía acercándose, y pronto los árboles bajo cuyas copas había pasado y luego los que me rodeaban y luego los que delante de mí tenía, aumentaban el fragor horrísono con sus crujidos y doblaban sucesivamente sus cabezas, cual turba de esclavos por entre quienes pasa corriendo la carroza de su despótico amo. Poco de risueño y agradable ofrecía la perspectiva de mi nocturna y solitaria jornada. Iba además montado en una mula que más que de andadora tenía de asustadiza, y a trechos se plantaba como un poste, sin darse por entendida a las insinuaciones de una vara de acebuche. Llevaba yo algo tirantes sus riendas; pero del todo flojas las de mi imaginación. No sé qué miedo pueril, qué terror vago me había sobrecogido, y yo mismo le daba pábulo con mis disparatadas creaciones. Como el Menedemo de Terencio atormentábame a mí mismo aunque por diferente estilo. Convertía en gigantescas apariciones las nubes de vagos e irregulares contornos, en vampiros y espectros el negro follaje de los arbustos y matorrales, en silbos de serpientes y bramidos de fieras el intermitente rumor de los vientos. Poblaba aquellos pacíficos valles de monstruosas alimañas, extravagantes como en los libros de caballerías, simbólicas como en las visiones de los profetas, y al sentir que mis cabellos se erizaban, que un sudor frío bajaba por mis espaldas y que un rápido estremecimiento recorría todo mi cuerpo, experimentaba una extraña complacencia, percibía un sabor agridulce en este género de sensaciones.

En un espeso olivar, y junto al sendero por donde yo pasar debía, hay un viejo olivo en cuyo tronco se ve clavada una cruz de madera. Qué triste historia me recordaba esta cruz semejante a la de una tumba en el desierto! 

Apoyándose en un grosero bastón y llevando colgada del brazo una esportilla de palma, una noche de las más crudas del invierno, dirigíase a su rústico albergue un anciano, agobiado bajo la triple carga de los años, de las enfermedades y de la indigencia. Inútil ya para las pesadas labores del campo imploraba la caridad de los arrendadores que en ellas le habían ocupado, y vivía del pan de la limosna recogiéndolo fatigosamente de alquería en alquería. 

Cuán blando y sabroso se le volvía este pan al remojarlo en agua y compartirlo con sus nietecitos, al calor de las encendidas ramas que ellos recogían también como de limosna en los bosques y olivares convecinos! Falto de aliento, molestado por el hambre, transido de frío acercábase al término de su lenta excursión, esperando con afán la única hora de su consolación harto mezquina, cuando un ataque epiléptico le hizo caer sin sentido. Aquella noche las estrellas brillaron con toda la magnificencia de sus trémulos resplandores, y al volver la luz del día el agua, de los charcos se presentó convertida en cristalinos témpanos, y al pie del funesto olivo se encontró un cadáver congelado como el agua de los charcos. El pobre mendigo había muerto de frío. 

No es verdad que este es un género de muerte sobremanera horrible? Morir así, morir como un pájaro a quien sobrecoge una nevada! Mas, ¿cuánto tiempo resiste una avecilla, y cuántas horas pudo prolongarse la agonía de aquel desdichado? Cuántos esfuerzos haría para levantarse, para acurrucarse siquiera? 

Deliciosamente trascurren las horas de una velada de invierno en esos elegantes salones donde la profusión de la riqueza, los progresos de la industria y el refinamiento de las artes acumulan todas las comodidades que puede apetecer el más sensual epicureísmo. Cubiertos los muros de hermosos tapices, el suelo de mullidas alfombras, el techo de preciadas pinturas, desde la marmórea chimenea se extiende el blando calor de las resinosas astillas, y globos de labrado cristal suavizan la claridad de multiplicadas bujías. Alternan las guirnaldas de flores con las diademas de perlas, y chispean con variados reflejos la porcelana, el oro y los diamantes. Recostados lánguidamente en acolchados sillones saboreamos los placeres de la conversación, las ilusiones del amor, los encantos de la sociabilidad humana en medio de una atmósfera impregnada de luz, de aromas y de plácidas armonías. Qué sucediera entonces si, mientras nos hallamos en el pleno goce de la vida, a manera de la mano que apareció en el festín de Baltasar, una voz sobrenatural exclamase: Ahora, en este mismo instante, en medio de un lóbrego desierto, solo y desamparado, un hermano vuestro se está muriendo de frío!

Quién hubiera vaticinado semejante muerte al mendigo cuando era recién nacido? Y hay quien haya podido decir: Bienaventurados los que tienen hambre y sed, los que derraman lágrimas y padecen frío? Si quien lo dijo no era más que un mero filósofo en verdad que es extraña y absurda su filosofía. Diógenes a lo menos quería calentarse con los benéficos rayos del sol. Si no era más que un hombre el que proclamaba un sistema tan contrario a los instintos de la naturaleza, razón tuvo Herodes para tratarle de mentecato. Él aspiraría sin duda a la gloria de la originalidad predicando doctrinas no importadas del Oriente, ni discutidas en el Pórtico o en la Academia; pero, y sus discípulos? Locos! que arrostraron los suplicios y la muerte por el extravagante gusto de sufrir hambre y sed, verter lágrimas y tiritar de frío. Qué valor tiene la palabra de un mero hombre para santificar los padecimientos y hacer aceptable lo que a todos los hombres repugna?

Vocingleros de la igualdad, cuando habréis dado a cada individuo un salón confortable en que pueda aspirar de una vez todas las seducciones de los sentidos, ¿cómo impediréis que un viajero sea acometido de un ataque epiléptico y perezca de frío abandonado en medio de un camino? Sin duda la igualdad que preconizaba aquel a quien llamáis el primer socialista, es una cosa más elevada y sublime que vuestras ideas. Qué tienen que ver las ideas que se realizan en el cielo con las que se concretan a la tierra? Qué tiene que ver el vuelo del águila con las rastreras huellas de los reptiles?

Si no hay otro mundo más que este en que vivimos no se venga el doctor Pangloss a decirnos que es el mejor de los mundos posibles aquel en que uno puede morirse de frío. Alfonso el Sabio dijo que él hubiera arreglado mejor el sistema solar y planetario. Cuando los reformadores del género humano habrán desterrado de todo el orbe el hambre y la sed, la desnudez y el frío, también lo habrán arreglado mejor que Dios. Pobre Creador que no previó que el hombre debia corregirle la plana y enmendar así su obra!

Nada más humillante para la soberbia humana que la vanidad de sus decantados triunfos, y el continuo sonrojo que debieran acarrearle sus insensatas aspiraciones. Remóntase el espíritu a regiones ideales, y toma por su mayor habilidad la de cernerse en el vacío. Qué aparato de ciencia, qué trabajos de investigación, qué tesoros de poesía no ha malgastado para elaborar sistemas que tienen tanto de falaces como de ingeniosos? Existen en la actualidad, como existían en otros tiempos, alquimistas que buscan la piedra filosofal, sólo que ahora han cambiado de nombre y de procedimiento. Y no está todo el daño en la manía de buscarla, lo peor es el empeño de persuadirse y persuadir a los demás que la han encontrado. Qué de esfuerzos para trasformar en jardín de delicias lo que nuestros padres llamaban valle de lágrimas!

Qué de razonamientos y seducciones para hacernos creer que es una deleitosa morada lo que decían aquellos que era un escabroso camino! 

Más de tres mil años ha que se oyera un grito de dolor capaz de conmover las entrañas más empedernidas: El hombre nacido de mujer, viviendo breve tiempo está relleno de muchas miserias. Representaba a la humanidad el que echado en un estercolero tan hondamente gemía. Ahora el muladar desapareciera de la escena; pero de blando y perfumado lecho, cubierto de holandas y damascos, saldría un quejido de igual intensidad y amargura.

Oh cruz consoladora para los que creen que en tus brazos espiró el  Hombre-Dios! qué bien que estás en el sitio donde cayó el infeliz mendigo, recordando las miserias de la vida y las esperanzas de la inmortalidad!

Sumergido en estas reflexiones caminaba en medio de una obscuridad completa, confiado en el instinto de mi cabalgadura: esta se paró de improviso y no hubo medio de hacerla pasar adelante. Me vi obligado a apearme, detúveme un rato, y sin duda me senté en una piedra. Yo no estoy seguro de haberme sentado, pero es lo más probable que así lo haría. Entonces vi a mi lado un cadáver y conocí que era el infeliz mendigo; a pesar de no haberle visto en mi vida, y de que hacía más de treinta años que había muerto. Conocíle entonces como si la víspera hubiésemos conversado familiarmente. Contemplaba yo su rostro pálido y demacrado, sus ojos horriblemente abiertos, sus labios que me decían palabras que yo no entendía, su vestido hecho jirones, sus miembros tiesos y envarados. A su lado se veía la esportilla de palma, y un frío espantoso coagulaba la médula de mis huesos. De repente se acercaron cuatro hombres de gigantesca estatura, descalzos y vestidos a manera de disciplinantes con sus negras túnicas ceñidas de un cordón y sus larguísimas caperuzas, cogieron al difunto, lo pusieron tendido en una camilla, y colocándola sobre sus hombros empezaron a andar: y yo les seguía, y seguíales también una turba de mujeres y niños que lloraban en silencio y se mesaban sus desgreñadas cabelleras. Bañaba el espacio una claridad enfermiza, y en lo alto del cielo se veía la luna, grande como una era, pero sin brillo alguno como si fuese de cristal esmerilado. Caminábamos por una vasta llanura sin árboles ni plantas, y toda cubierta de una capa de nieve. Entonces vi que nos precedían dos largas hileras como de capuchinos con los brazos cruzados y las capuchas caladas, murmurando un canto lúgubre y monótono, canto que nunca había oído, que hacía erizar mis cabellos y cuyas palabras no podía comprender. Al canto de los frailes se mezclaban los ecos de trompetas y clarines, y yo percibía claras y distintas las pisadas y relinchos de los caballos; pero por ningún lado podía descubrir los escuadrones de Caballería. Subimos una colina, en su cumbre había tres pinos secos y en ellos tres hombres ahorcados, y mientras yo pasaba al uno se le cayeron los pies, al otro los brazos y al tercero la cabeza quedando su cuerpo pendiente de la cuerda, y las mujeres y los niños lanzaron un gemido espantoso. Entonces obscureció, y vi que cada fraile llevaba una vela de resplandor pálido y mortecino, apareciendo como dos hileras de luciérnagas, y entramos en una calle de cipreses, y luego por la boca de una larga, estrecha y tortuosa caverna. Apretábame la turba y sentí que me pisaban, pero eran pies descarnados y solamente de hueso: La caverna se transformó de repente en un patio inmenso, alumbrado por una lámpara sola y rodeado de nichos sepulcrales, y los que llevaban al difunto lo depositaron al pie de un crucifijo de estatura natural que en medio había. Y todos los capuchinos se agruparon y se hincaron de rodillas, bajáronse las capuchas y en vez de cabezas descubrieron cráneos pelados y desnudos, que me miraban con sus cuencas vacías como asombrados de ver entre ellos un viviente. Entonces del costado del crucifijo brotó un chorro de sangre y todos los cráneos quedaron salpicados, y luego los frailes y el difunto y las mujeres y los niños se empequeñecieron, se empequeñecieron hasta desaparecer del todo. Los nichos que estaban abiertos se vieron de repente cerrados con sus lápidas funerarias, y yo quedé solo al pie del crucifijo. Aterrado por aquella escena arranqué un grito de lo más profundo del corazón exclamando: Misericordia Señor

Entonces advertí que estaba sentado en una piedra, y al reflejo de algunas estrellas que habían aparecido, distinguí la cruz clavada en el olivo, y la mula, que se había asustado de un viejo serón echado en medio del camino, pacía tranquilamente la yerba de sus alrededores.

martes, 20 de abril de 2021

Sumari, M.

MONADERS.


De
Monaders se fa mensio
en la tercera carta del libre den Sant Pera en la
quarta columna, comensa la franquese. Noverint Vniversi
Quod Nos Iacobus e en la 13. carta del dit libre e 14. se fa mencio
de Monades (la a es una e invertida), e señyale,
les qualitats de aquelles, e en 25. cartes se diu vn mot
de Monedes, es en dit libre en la segona columna, comensa. Noverint
Vniversi.


De
dites Monedes parla la franquese en la 14. cartes Noverint
Vniversi en la quarta columna, e apres en la seguent franquesa
en la 15. carta se parla de dites monedes, 
Morabatins
e
masamodines e besants en la primera columna.


De
Monedes, pagues, cambis, e mutacions de aquelles es en lo dit
libre a 34. cartes en lo segona columna, comensa. Iacobus Dei
gracia.


De
quina monede se tenen de pagar Dots e Donacions per
contemplacio de Matrimeni fetes, es en lo matex lloch e
tanbe parla dels altres contractes e vsures e de la
paga dels Dots.


Axi
matex fa mensio la franquesa en dit libre en cartes 35. en la segona
columna, comensa. Nono. Kls. Februarij e en en la franquesa seguent.


De
Florins e ques pugan batre en Mallorques, es en lo dit
libre en 78. cartes en la I. columna 2.3.4. e en la carra
segusnt, comensa. In Dei nomine.


De
Monade prestade e bestreta per la Vniversitat en lo betiment
de Florins consta en libre den Sant Pera en 80. cartes en la 3.
columna, comensa. Nos Ioannes.


De
Monedes parla lo capitol de Leyde en cartes 96. en la quarta columna.


Que
no sia batude nova Monede, es en lo dit libre en cartes
138. en la primera pagina.


Revocacio
de les Monedes de Menorca, es en dit libre en cartes 166. en
la primera pagina, comensa. Nos Ioannes e si la treu se pert (se
lee latreu sepert).


De
Monedes fa la mensio la franquese en libre den Sant Pera en cartes
194. en la segona pagina, comensa. Nos Ioannes.


Que
los Habitadors del Regne de Mollorques poden treure monedes
de Sicilia
, es en libre den Abello en cartes 80. en vn priuilegi
capitular, es en la primera pagina comensa mes avant, &c. y es
capitol II.


Moneda
de Barcelona
correga en terres de Rossello e Serdañya
Conflent vallespir e caucholibero es en libre den
Rossello en 65. cartes, comensa. Encare prometem.


Que
Moneda se puxa batre en Mallorques, es en dit libre den Rossello en
dita carta en la segona pagina, comensa. Detenim empero.


De
Monedes parla la franquesa en libre den Rossello en cartes 78. en la
segona pagina, comensa. Sapien Tuyt.


Lo
Privilegi de Monede de Or, es en lo libre den Rossello en
cartes 38. en la segona pagina, comensa. Sapien Tuyt.


Lo
Privilegi de Monede de Argent es en dit libre den Rossello en
cartes 144. en la primera pagina, comensa. Conegam tots.


Revocacio
de vna letra ab la qual era prohibit que vn * cause quis aportaua
entre la Vniversitat, e los monadeis se tractas en Cort del
Señyor Rey, es en dit libre en cartes


271.
en la segona pagina, comensa. Petrus.


En
Mallorques se poden batre 20. marchs
de Argent en libre den Rossello en cartes 376. en la segona
pagina, comensa. Nos Ioannes.


De
Monedes, e Batra aquelles, parla lo privilegi, es en libre den
Rossello en cartes 451. en la segona pagina, comensa. Nos Alfonsus.


Los
Mallorquins
son hauts per Catalans, es en libre den
Sant Pera en cartes 162. en la segona pagina, comensa. E mes com los
Mallorquins
(falta punto. Hay más adelante otra dictio:
Monaders
)


MERCAT.


Que
los disaptes se puxa tenir Mercat, es en libre
den Sant Pera en la quarta carta en la segona columna comensa la
franquese. Noverint Vniversi.


MILITARS.


Que
los Militars comprans Possessions en Reaench (realench,
realenc, realengo
) de 
persones
no privilegiades tenen apagar, de asso parla la
franquese en libre den Sant Pera en la sisena carta en la primera
columna.


Que
en les causes dels Militars sien presos Promens apar en libre den
Sant Pera en cartes 102. en la primera pagina, comensa. Martinus.


Los
Militars a que son tinguts, mireu alt en la dictio Cavallers.


Que
los Militars paguen, e contribuhescan, es en dit libre en
cartes 166. en la segona pagina, comensa. Nos Ioannes.


Asso
matex es en libre den Rossello en cartes 52. en la segona pagine,
comensa. Encare per nos.


Contra
los Militars novament fets per la franquesa en dit libre den Sant
Pera en cartes 180. en la primera pagina comensa. Ioannes Dei gratia.


Los
Militars en quines coses son tinguts acontribuir, ne com,
mireu en libre den Rossello en cartes 220. en la primera pagina,
comensa. Nos Petrus Dei gracia.


Que
sia servade la Sentencia donade entre la Vniversitat, y
los Militars sobre aquelles coses en les quals dits Militars son
tinguts, a contribuir es en libre den Rossello en 
cartes
246. en la primera pagina, comensa. Nos Petrus.


Privilegi
Militar que no poden esser turmentats sino en certs casos tret de vn
libre no autentich que te Mosen Iuan de Loscos,
continuat en libre den Sant Pera en cartes 201. 
en
la primera pagina, comensa. Iacobus.

MOLL.


Del
Moll parla la franquesa en libre den Sant Pera, comensa. Noverint
Vniversi a la 6. carta en la tercera columna.


MVRS,
MVRADE, VALLS.


Que
en la Reparacio de la Murade han tots a contribuir, e dels
Valls, es en libre den Sant Pera en la 6. carta en la quarta columna,
comensa. Noverint Vniversi.


Asso
matex, es en libre den Rossello en cartes 53. en la primera pagina,
comensa. Encare donam.


Lo
Bisbe, e Clero (se lee Cleto) son tinguts en asso, mireu en la
dictio Clero, e en dictio Clergue.


Les
Cases qui affronten de la Muralle sien enderocades es en dit
libre den Sant Pera en cartes 159. en la primera pagina, comensa.
Alfonsus.


De
adobs de murade se fa mensio en dit libre den Sant Pera e en vna
declaracio entre los de la Ciutat, e de la part forana en cartes 184.
en la segona pagina, comensa. Com entre los Magnifiche Iurats.


La
terça part dels bans pertañy
a la Murade, es en libre den Rossello en cartes 284. en la
segona pagina, comensa. Petrus Dei gratia.

MOLINERS,
MVLTVRERS.


De
Moliners, e Multurers parla la franquese. Noverint Vniversi, Es en
libre den Sant Pera en la 15. carta en la segona columna.


Los
Moliners Señors del Molins son tinguts escurar e tenir
condret per llur trast la Sequia de la Ciutat, es en
dit libre en 90. cartes en la 3. columna.
Los Moliners han de
rebre per Multures la setzena part es en libre den Rossello en
cartes 101. en la primera pagina, comensa. Sapien Tuyt.



MOLA DE ANDRAIG.


De
la Mola de Andraix parla la franquesa In Dei Nomine I. columna
den Sant Pera. mire en la 16. carta en la pri(se corta)
Los
drets que lo Señor Rey tenia en la Mola de Andraig ha dats
e Relaxat als Iurats e Vniversitat de Mallorques, es en libre den
Rossello en cartes 146. en la primera pagina, comensa. En Nom de
Deu.
(Falta Andratx)

MARCHA.


No
pot esser donada a estrañy contra contra lo Regne de
Mallorques ne Habitants de aquell, es en libre den Sant Pera a 27.
cartes en la primera columna, comensa. Pateat 
Vniversis.


De
Marca fa mensio la franquesa en libre den Sant Pera a 27. cartes en
la quarta columna, comensa. Nos Petrus


De
Asso matex se fa mensio en dit libre a 29. cartes en la tercera
columna, comensa. Excellens, & Mag. Principi.


Asso
matex en la Franquesa, o Letra apres seguent en dit lloch.


Marca
no sia feta en la Ciutad de Mallorques, es en dit libre en cartes
137. en la segona pagina, comensa. Encareus Atorgam.


Contra
los Habitadors de Mallorca noy puga haver Marca, es en libre
den Rossello en cartes 208. comensa. Pateat Vniversis.


MOSTASSAF.


Del
Offici de Mostassaf parla la franquesa en libre den Sant Pera
a 27. cartes en la tersera columna, comensa. Pateat Vniversis.


Privilegis
perlants de Mostessaf trobaras en dit libre en cartes
104. 105. y 106. e del Saig, e Carnisser per aquell
elegidors.


E
en 107. cartes, es com lo Mostessaf te conexer de Parets e Finestres
e pot remetre bans, e que ningu no pot comprar mes de 10. corteras
de Forment per revendre, es en dit lloch.


Es
axi matex la Iurisdictio de aquell en 108. cartes en dit libre per
tot.


E
lo dit Mostassaf no es forçat tenir tanda, es en dit libre e
en dita carta 109. en libre den Sant Pera.


E
que los Carnissers privats sien per ell matex restituits e del salari
de aquell, es en 109. cartes en dit libre.


E
del dit Offici parla la franquese en libre den Rossello en cartes
321. en la primera pagina, comensa. Iacobus,


Que
lo Mostassaf regesca com aquell de Valencia, es en libre den Rossello
en cartes 321. en la segona pagina comensa. Pateat Vniversis.


Del
Saig del Mostassaf e de la revocacio de aquell, parla la franquesa en
libre den Rossello en cartes 322. en la I. pagina, comensa. Petrus
Dei Gratia.


Certa
Revocacio de vna provisio del Mostessaf obtesa del Señyor
Rey
es en dit libre en cartes 322. en la 2. pagina, comensa. Nos
Petrus.


Que
lo privilegi del Mostassaf sia servat, es en dit libre den Rossello,
en cartes 323. en la primera pagina, comensa Petrus Dei gratia. E en
dit libre en cartes 324. en la primera pagina, comensa. Petrus.


Asso
matex en dit libre en cartes 325. en la primera pagina, comensa.
Petrus


Que
lo Mostassaf conega de Parets, Finestras,
e Enbans, es en dit libre en la matexa carta en la segona
pagina, comensa, Nos Petrus.


Lo
Mostassaf de Mallorques
pot fer crides, e Remetre bans, es en dit
libre en cartes 276. en la primera pagina, comensa, Petrus.


Lo
Mostassaf
pot restituir en lo Offici los privats de aquell, en
dit libre den Rossello en cartes 315. an la I. pagina,
comensa. Petrus Dei gratia.


Lo
Mostassafos
son tinguts a tenir Taula per 10. Añys, es en libre
den Rossello en cartes 325. en la segona pagina, comensa. Nos Petrus.


Que
lo Mostassaf hage lo salari acustumat, es en dit libre en cartes 326.
en la segona pagina, comensa. Petrus Dei gratia.


Lo
Mostassaf te a fer dels Emoluments tres parts la I. al Señor Rey:
la altre per ell: laltra als macips o socios
per llurs treballs, es en la pragmatica de Mosen Huc de
Anglesola en cartes 114. en la primera pagina, comensa. Item com nos
volent. e en lo capitol apres seguent , es tingut tenir Tavla.



MERCADERS.


Los
Mercaders son salvos, e segurs en lo Regne de Mallorcas sian
de quines Nacions vulla, ensemps ab ses
mercaderies, es en libre den Sant Pera a 27. cartes la quarta
columna, comensa. Nos Petrus Dei Gratia, sens perjuy de les restans
franqueses.


Los
Mercaders passants per Mallorques ab mercaderies no son tinguts pagar
mes deIs qui son acustumats, es en libra den Rossello en cartes 171.
en la segona pagina, comensa Namfos.


Los
capitols atorgats per lo Señor Rey als Mercaders que sian servats,
es en dit libre den Rossello en cartes 446. en le I. pagina,
comensa. Martinus.


Los
Notaris entren per Marcaders, mireu en la dictio Notaris.


MENAMENTS
PENALS.


Manaments
Penals nos poden fer, es en libre den Sant Pera en cartes 31. en la
quarta columna, comensa. Sancius Dei gratia.


Que
no sian fets Manamens a patrons de Navilis de llevar
missatgers del Regne, es en dit libre en cartes 130. en la segona
pagina, comensa. Petrus Dei gratia.


No
poden esser fets Manaments a Notaris de no presentar Requestes e
protestacio, es en dit libre en cartes 130. en la segona pagina,
comensa. Petrus Dei gratia.


Que
no sian fets Manaments penals, es en libre den Rossello en cartes
450. en la I. pagina, comensa. Sanctius Dei gracia, est eadem que est
in libro den Sant Pera. .


MERCADERIES
E FET MERCANTIL.


Per
fet Mercantil algu pot esser pres, o detingut, e encara que sia Dona
in libro den Sant Pera en cartes 31. en la primera columna, comensa.
Item per deposicio.


En
les Mercaderies, e altres coses, es primer lo Venedor que
qualsevol altre creditor, mira baix en la dictio Venedor en
cartes 69.


MASSIONS
DE PLETS. (messions, despeses, gastos de pleites, pleitos)


De
Massions de Plets parla la franquesa en libre den Sant Pera en 83.
cartes en la tersera columna, comensa. En Nom de Deu sia.


MOROS.


Moro,
mira devall en la dictio Sarrayns, e si Moros en la
Illa seran presos no puga esser feta Questio als qui presos los
hauran, es en lo capitol de Leyda 33. en les 98. cartes 
den
Sant Pera en la primera columna.




METGES.


Los Metges han demenar llur Salari dins lañy alias aquell no
poden demanar, es en cartes 95. en libre den Sant Pera en lo 9.
capitol de Leyda.


MANLLEVTA.


De
les Manlleutes dels delats parla lo capitol de Leyda 16. en libre den
Sant Pera en 96. cartes en la primera columna, e de Manleutes parla,
e dispon la franquesa en libre den Sant Pera en cartes 138. en la
primera pagina, comensa. Encareus atorgam.


Si
algu pendra a Manlleuta la persona de altre pot restituir aquella
encare que non sia requeste, es liberat de la Manlleuta en
libre den Sant Pera en cartes 31. en la primera


columna,
comensa. Item si aliquis manuleuauerit.


De
Manleutes parla lo capitol 30. en libre de corts Generals en cartes
16. comensa. Item que totes Manleutes fetes, &c. y passat
lo Añy la Manleuta, es nulla.


MONADERS.
(Hay otra dictio Monaders al comienzo del apartado M, un poco más
arriba
)


Del
Privilegi dels Monaders e contra aquells, es en libre den Sant pera
en cartes 102. en la primera pagina, comensa. Nos Alfonsus.


Los
Monaders poden esser executats en certs casos per lo Executor, es en
libre den Sanct Pera en cartes 118. comensa. Petrus Dei gracia.
De
Monaders parla la franquesa en dit libre en cartes 148. en la primera
pagine disposant que contribuescan, comensa Alfonsus.


Privilegi
contra los Monaders, es en dit libre en cartes. 102. en la primera
pagina cotat lo marge, comensa. Nos Alfonsus.
Privilegis de
Monaders lo qual se preten, es revocat es en libre den Sant Pera en
cartes 163. en la primera pagina, comensa. In Iesuchristi nomine.


Sobre
los Talls de Forment pagadors per Monaders parla la franquesa en
libre den Sant Pera en cartes 174. comensa. Ioannes Dei gracia.

Sobre los Monaders, e Alcaldes quals son franchs dispon la
franquese en dit libre en cartes 175. en la segona pagina, comensa
Ioannes Dei gratia.


Moneders
pagan en partio de Blats en dit libre en cartes 188. e
189 en lo principi de dita carta, comensa lo privilegi
Nos Ioannes.


Los
Monaders hagen de contribuir en les aiudes, axi com los de
Barcelona
, es en libre den Rossello en cartes 219. comensa.
Petrus Dei gratia.


Revocacio
de vna Lletra Real ab que manava lo Señor
Rey
que la causa quis menava entre la Vniversitat,
e Monaders fos portada en cort Real, es en libre den Rossello en 
cartes
271. 2. pagina, comensa. Petrus.


Los
Monaders son tinguts fer dret per les Imposicions e aiudes devant lo
Execudor, es en libre den Rossello en cartes 333. en la primera
pagina, comensa. Petrus.


Los
Monaders no poden esser admesos a Consellers ni a Iurats, si donchs
no renunciauen a llur franquesa, es en la pragmatica de Mosen
Huc de Anglesola en cartes 98. en la segona pagina en lo 33. capitol.


Algu que sia franch no pot regir Offici de la Vniversitat sens que no
renuncia, es en libre den Abello en cartes 69. en la segona pagina
columna, segona, comensa. Item Señora Molt Excellent.


MISSATGERS,
MISTATGES.


De
salari de Missatges mireu en dictio domestichs.


Los
Missatgers qui van al Señor Rey no poden esser impedits que
no vagen, es en libre den Sant Pera en cartes 130. en la segona
pagina, comensa. Petrus Dei gratia, e de Missatgers mireu devall en
laltra dictio Missatgers.



MESVRATGE.


De
Mesuratge parla la franquesa vn mot en libre den Sant Pera en cartes
137. en la primera pagina, comensa. Encareus atorgam.


MORBERS.


Capitols
dels Morbers en lo Extraordinari del Añy M.CCCC.LXXV.
(1475) segons en lo libre de dita Capitulacio dels Morbers.

MALIFICIS.


Que
algu pres per Malefici sia Iutjat dins 30. dies, es en libre den Sant
Pera en cartes 138. en la segona pagina.


Que
los Maleficis se pugan pasificar
e diffiinir per bons Homens, ans de esser fet clam a la
cort mireu en dictio pacificar malificis, e en la
dictio Catius.



MENESTRALS,
E ARTESANS.


Que
los dits si volen Advocats quels sian donats mitgensant degut
Salari, es en libre den Sant Pera en cartes 162. en la primera
pagina, comensa. Nos Alfonsus.

MVLES.


Qui
haura 55. Añys puxa caualcar Mula, es en libre
den Sant Pera en cartes 152. en la primera pagina, comensa. Nos
Alfonsus.


Licencia
que puxen cavalcar Mules tenint vn Rossi, es en
dit libre en cartes 158. en la segona pagina, comensa. Alfonsus.


Que
cascu puga cavalcar Mul, o Mula sens incorriment de alguna
pena, es en dit libre en cartes 161. en la I. pagina, comensa. Nos
Ioannes.


MATRIMONIS.


De
Clandestins Matrimonis parla la franquesa en libre den Sant Pera en
cartes 166. en la primera pagina, comensa. Nos Ioannes (se lee
Ioanues
).


E
de aquesta materia parla la franquesa en libre den Rossello en cartes
214. en la primera pagina, comensa. Nos Petrus.


Les
Dones nos Gosen casar ni fer matrimoni ab
llurs Esclaus, que comprats hauran, es en libre den Rossello
en 305. cartes 2. pagina, comensa. Petrus.


MALLORQVES,
E MALORQVINS.


Los
Malorquins son haguts, y reputats, per Catalans
naturals es poden alegrar de Officis, e Binificis
del Principat de Catalunya, e de les Costitucions
Generals de Cataluñya, Privilegis, e vsatges,
de la Civtat de Barcelona, es en libre den Sant Pera en cartes
162. en la segona pagina comensa lo capitol. E mes com los
Mallorquins.


Que
la Ciutat de Mallorques sia aguda per patria
comuna, e cascu puxa en aquella esser convengut, es en
lo dit libre en cartes en la primera pagina, comense.
Nos Ioannes.

MESTRA
DE GVAITA.


Del
mestra de Guaita, e dels Esclaus parla la franquese en
libre den Sant pera en cartes 168. comensa. Ioannes Dei gratia.


Los
capitols del mestra de Guaita son en dit libre en cartes 190.
comensant en dita carta fins en cartes 193.


Addicions
de Capitols de mestra de Guaita son en dit libre en cartes 196. en la
segona pagina, comensa. Primo com fos ordenat.


Que
lo mestre de Guaita de la Ciutad exercesca los Capitols fets
contra los Catius, es en libre den Rossello en cartes 282 en la
segona pagina, comensa. Petrus Dei gratia.


Los
Capitols de mestra de Guayta son per semblant en libre den Rossello
en cartes 362. e duren fins en cartes 365.


Lo
Privilegi del mestra de Guayte es en libre den Rossello ensemps ab
altres coses en aquell contengudes en cartes 366 en la segona pagina,
comensa. Nos Ioannes.



MASSAMODINES,
MORABATI, MONEDATGE.


La
Sentencia del Morebati, consta en libre den Sant Pera en cartes 183.
comensa. Spectabilis, & Magnificus (se lee Magni ficus, con un
espacio bien definido
) en la primera pagina.


De
Massamodines, e Morabatins se parle en libre den Rossello en cartes
77. en la primera pagina, comensa. Sapien Tuyt.


Que
havents, o possehints bens valents 10. lliures pach lo morabati, es
en libre den Rossello en cartes 80. comensa. Sapien Tuyt. en la
segona pagina, e del dit morabati parla la dita franquesa en la carta
seguent de aquella en la primera pagina.


Lo
morabati del fogatge nos paga sino de set en set
Añys
, es en libre den Rossello en cartes 287. en la segona
pagina, comensa. Nos Petrus.


Que
per anticipar la paga del monedage al Señor Rey no sia fet
perjuy a les franqueses del Regne, es en libre den Rossello en cartes
289. en la segona pagina, comensa. Nos Petrus.


MONESTIR
DE SANTA MAGDALENA. (Malena)


Les
67. quorteras de Forment cens.
Que la Vniversitat fa el dit Monestir no fossen venudes, es en
libre den Rossello en cartes 259. en la segona pagina, comensa.
Petrus Dei gracia.


MENORS.


Les
difinicions que fan los Menors e Adults, llurs tudors y
Curadors mireu en dictio diffinicions.


Los
menors de 20 Añys no sien admesos, a Concellers, ne algun Offici de
la Vniversitat, es vn Capitol de la Pragmatica de mosen Huc de
Anglesola en cartes 118. en la segona


pagina,
comensa. Item Statuim, e ordenam.


MANTELLS
DE BAGASSES.


Lo
Governador no pot guiar Mantells a les Bagases, es en libre
den Rossello en cartes 429. en la segona pagina e lo Balle, e lo
Vaguer ho tonen a fer sin tenen privilegi,


comensa.
Martinus.


MVNITIONER.


Lo
Municioner pot tenir altre Offici, es en libre de les municions ço
es en lo principi quant se provehi, e comensa. Dit Offici.



MISSATGERS.


De
Salaris de Missatgers mireu en la dictio Salaris, e si poden haver vn
escrivent a despeses de la Vniversitat, mireu en la Pragmatica de
mosen Huc de Anglesola en cartes 100. en la segona pagina en lo
principi, comensa. Statuim encara, es lo capitol 41. e en lo capitol
seguent 42.


E
axi matex tals missatgers poden esser forsats en lo capitol seguent
43. en dita carta, e essent los vns en cort no ni pugan anar de
altres en lo capitol seguent 44. en la matexa carta e lloch e en
carta 101. que Iuren en poder del Governodor en la primera
pagina en lo capitol 45.


Ques
poden tremetre tres Syndichs, o Embaxadors ço es dos de la Ciutat, y
hu de la part Forana, apar en lo libre del Novell Reçiment
folio 20. y la forma com se han de elegir, es en lo matex lloch
capitol, incipit. Item *statuim e ordenam que los missatgers, &c.
Com
anaren a la Magestat del Rey en Pera dos Iurats y apres sis
embaxadors elegits per lo Concell General vide in libro den Sant Pera
folio 99. comensa. Pateat Vniversis quod Nos Petrus, &c. Y aqui
es com lo Rey *ignala lo Concell (siguiente página Consell)
de la Ciutat.


Mallorquins
poden liberament Navagar en Alexandria Chypre, y
demes terres del Solda tenint llicencia del Papa consta
en una Transactio feta per lo Señor Rey en Pera y los Iurats de
Mallorca del libre den Abello folio 12.


Mostessaf
en el donar preu a les Robes per fer tres dies deu pendra parer, y
Resolucio delos Magnifichs Iurats. libre Extraordinari 1586.
folio 280. y 333. y Extraordinari. 16.


Iuni
1587.


Mostessaf
no pot donar lloch se fassen tres dies sino en
el
Porxo de Plassa, y de la intervencio, y resolucio dels
Magnifichs Iurats en lo preu deu fer fe en la bollete el
Secretari de le Vniversitat, vide Decret. de sa
Illustricima en libre de Decrets f.


Mandatos
penals de bens propris nos poden fer a los Magnifichs Iurats Abell
folio 165.


Moneda
ques treu del Regne es perduda, o senblant quentitat
libre den Sant Pera folio 166. pagina primera sub tali signo. (cruz,
creu ).


Mostessaf,
y sos privilegis en Rossello nou folio 271. & vsque.


Mostessaf
ha de conexer dels fravs cometen los Famiars del Sanct Offici
en libre vert folio 117. pagina primera capitol segon.


Mostessaf
es Iutge General de totes les Vitualles del present Regne, y dels
fraus cometen los Compradoes dels Delmes del Señor Rey, y
Bisbe, y capitol en libre den Sant Pera folio 122.


Monaders
han de contribuir en talls per Barcas de Forments en
dit libre folio 174.


Mallorca
esta vnida ab la Corona de Arago Rossello nou folio
124.


Mallorquins
poden recorrer a la Magestat a representarli agravis, (greuge,
greuges
) Abello folio 86. pagina primera comensa. Ceterum
estatuimus.


Mallorquins
poden negociar ab Moros Rossello fol. 8. & 154.


(salta
página
) Morbaria com se ha de regir Carta Real dat. en Madrid a
31. 8bre. 1653. folio 127. del libre de cartes Reals de cuberta de
fust Altre folio 131. dat en Madrid a 4. maig 1654.


Morbo,
o Peste, el obviarse, y preservarse specta principalment a los
Iurats: Carta Real dade en Madrid a 23. Dezembre 1622. folio 63. del
libre de cartes reals de cuberta de fust tambe es folio 131 del libre
de cartes reals ab cubertas de plegami.


Moretorias,
dilecions, ni altre genero de entretenimens a favors de
Debitors Censalistes no puga concedir la Señor Rey ni
sos Ministres, ni impedir al Creditor Censaliste le execucio encara
que la major part dels Creditors hi vingues be capitol 58. de les
Corts de Monsó Añy 1375. en libre de Corts Generals.


Ministres
extraordinaris per castigar algun crim, no pot ser embiat per
lo Señor Rey sino ques dega iudicar per los Iutjes Ordinaris capitol
37. de les corts de Monsó del Añy


1363
en libre de Corts Generals.


Mostessaf
te Iurisdictio sobre Familiars del Sant Offici vide Familiars.


Mercaderies
qui es tresbalsen, no deuhen dret vide Dret.


Mallorquins
no poden esser trets a Pledetjar fora Regne: Rossello nou folio 7. 78
& 222.


Mallorquins
no poden esser detinguts en Galeras si no son condemnats per
sos crimns: en libre den Sant Pera folio 185. pagina primera,
& segona.


Mallorqui
qui es sentira agravat de algun mandato del
Señor Rey, y voldra acudir a se Magestat sobresega la Cort.
Rossello nou folio 3.


Mandatos
penals de bens propris nos poden fer als Magnifichs Iurats Abello
folio 65. columna quarta en lo cap. Item Señora Molt Excellent com
per provisio Real. &c.


Militars
en que, y com han de contribuir en Rossello nou folio 172.

miércoles, 19 de junio de 2019

El folklore valenciano en el Don Quijote, 1922

Proseguixc en més cosetes.
Francisco Martínez y Martínez; El folklore valenciano en el Don Quijote, 1922

https://archive.org/details/elfolklorevalenc00mart/page/3

Se puede descargar en pdf y otros formatos:

https://archive.org/download/elfolklorevalenc00mart/elfolklorevalenc00mart.pdf


Francisco Martínez y Martínez, El folklore valenciano en el Don Quijote, 1922



EL FOLKLORE VALENCIANO EN EL DON QUIJOTE
POR
FRANCISCO MARTÍNEZ Y MARTÍNEZ
DE LA COMISIÓN DE FOLKLORE DEL CENTRO DE CULTURA
VALENCIA
MCMXXII

EL FOLKLORE VALENCIANO EN EL DON QUIJOTE  POR  FRANCISCO MARTÍNEZ Y MARTÍNEZ  DE LA COMISIÓN DE FOLKLORE DEL CENTRO DE CULTURA  VALENCIA  MCMXXII

Tirada de 107 Ejemplares
ejemplar número 28.
DEDICADO AL
Sr. D. Eduardo de Oliver-Copons
Junio de 1922.





A don Rodolfo Schevill, Profesor en la Universidad de California (Bertkeley), erudito escritor cervántico, que con el polígrafo Bonilla, honra de España, tan acertadamente está anotando las obras del Príncipe de los ingenios castellanos el señor Miguel de Cervantes Saavedra, por si le puede servir para sus trabajos lo que he podido agenciar tocante al juramento del Cura del cuento, el que mostró deseos de conocer.

Muy honrado su amigo y devoto.
Francisco Martínez.

EL POR QUÉ DE ESTE FOLLETO.

/ Nota de Ramón Guimerá Lorente: ortografía actualizada en parte. /

Como los escritos que se publican en la prensa diaria, si bien suelen ser los más leídos, también son los que menos se guardan, ya que por la índole de la publicación son los impresos más falaces, desapareciendo a la ocasión de miles de necesidades las grandes hojas que a despique de su magnitud resultan más livianas que las propias secas de los árboles cuando son arrebatadas por el cierzo al llegar la época de desnudarse aquéllos, ocurriendo que al siguiente día de la publicación ya es viejo el papel, y a las pocas semanas una rareza bibliográfica, casi más difícil de alcanzar que un incunable, si bien no obtengan el precio de éste, teniendo que recurrir, a reverter el artículo impreso, a las cuartillas manuscritas si es uno de interés y se le escapó o no llegó a conocer en el momento de ser alumbrado, al que le interesa, cosa que ocurre con frecuencia. Este caso se está dando al presente, en que hay personas interesadas en conocer un muy curioso artículo para los cervantistas, que el joven y laureado poeta nuestro amigo el publicista Puig Espert, haciéndonos grande honor publicó en la prensa valenciana a nosotros dirigido, en el que como se verá da cuenta de un antiguo cuento de esta tierra, que sirvió para que Cervantes, con la galanura que le caracteriza, pusiese en el capítulo primero de la segunda parte del Don Quijote, en boca del Barbero, el juramento del Cura de la su mula la andariega, pasaje que hasta ahora ningún comentarista del singular libro de caballerías había acertado a descifrar.
Con este motivo daremos a conocer nuevas variantes del repetido romance que conocimos después de publicada la carta en que acusábamos recibo del dicho artículo, carta que, en su reproducción, tendremos que dividirla para colocar en el correspondiente sitio los nuevos datos adquiridos, con lo que damos algo de novedad al folleto.
No creemos haber apurado la materia por lo que dirigimos el ruego a todo lector de que si conoce alguna variante del curioso cuento o romance, o bien fuese éste entero, es decir, toda la narración en verso, como es muy posible haya existido, nos la comunique, con la seguridad de que su nombre se hará constar y no tendrá fin nuestro agradecimiento.

CERVANTES Y VALENCIA (1)

A mi distinguido amigo don
Francisco Martínez y Martínez.

«Lejos de nuestro ánimo pretender con estas líneas sentar plaza de erudito. Únicamente muévenos al escribirlas, nuestro acendrado amor a la patria valenciana, no desmentido nunca y probado en cien ocasiones. Y así, este artículo va enderezado a demostrar una vez más la ya numerosa serie de concomitancias que existen entre Valencia y Cervantes, tratando de un punto, oscuro según el eminente folklorista don Francisco Rodríguez Marín, al que le pedimos mil perdones por este tan grande atrevimiento nuestro. Además, nunca nos hubiésemos lanzado a mal pergeñar estas cuartillas, sin que las precediese la supraescrita dedicatoria a don Francisco Martínez y Martínez, nuestro cervantista amigo, bajo cuya advocación las ponemos, y al cual imploramos también benevolencia, si justamente provocamos sus iras al invadir un campo tan especialmente suyo.
»Con estas palabras, y con la confesión de que únicamente a la casualidad se debe el descubrimiento, quede nuestro orgullo aquietado, si tal vez nos acometiese algún pensamiento de vanidad.
»Y vamos al asunto.

(1) Las Provincias.- Jueves 24 de Marzo de 1921.

»Cien veces hemos pasado largas horas leyendo nuestro «Quijote», anotado por don Juan Antonio Pellicer, y siempre tuvimos emociones nuevas, únicamente comparables con las sentidas la primera vez que leímos el monumento de caballerías valenciano de Martorell y Galba; pero jamás experimentamos sentimiento tan hondo de orgullo patrio como hace unos días, al pasar nuestra mirada por el primer capítulo de la segunda parte del Divino Loco. Allí se hace referencia a un romance que el señor Rodríguez Marín desconoce, y que nosotros, con toda la modestia sea dicha, conocemos.
»El capítulo trata, como es sabido, «De lo que el Cura y el Barbero pasaron con Don Quixote cerca de su enfermedad». El primero, queriendo averiguar qué tal andaba el caballero de salud y juicio, le hace sabedor «que el Turco baxaba con una poderosa armada, y que no se sabía su designio, ni a dónde había de descargar tan gran nublado, y con este temor, con que casi cada año nos toca arma, estaba puesta en ella toda la Cristiandad, y Su Majestad había hecho proveer las costas de Nápoles y Sicilia, y la isla de Malta». A lo que don Quijote respondió: «Si se tomara mi consejo, aconsejarale yo (al rey) que usara de una prevención, de la qual su Magestad la hora de agora debe estar muy ageno de pensar en ella». Y al preguntarle de qué medio se valdría para conjurar el peligro del Turco, y así quedar mejor convencidos de su renacida locura, y luego de contestar don Quijote que no lo quería decir, para que no «amaneciese mañana en los oídos de los señores Consejeros» y otro se llevase de su trabajo el premio, dijo el barbero:
«Doy la palabra para aquí y para delante de Dios de no decir lo que vuesa merced dixere a Rey, ni a Roque, ni a hombre terrenal: juramento que aprendí del romance del Cura, que en el prefacio avisó al Rey del ladrón que le había robado las cien doblas y la su mula la andariega>>.

»En el «Quijote» comentado por don Diego Clemencín, Madrid 1835, dice en la página 7 de la referida segunda parte:

«DEL ROMANCE DEL CURA

>>Sería, como se ha dicho también del entremés de la Perendanga en las notas del prólogo, alguno de los innumerables que se han perdido sin que quede memoria ni rastro de ellos, y se cantaban vulgarmente en tiempo de Cervantes, Allí estaría la expresión proverbial ni Rey ni Roque, que probablemente tuvo su origen en el juego del ajedrez, donde el Rei es la pieza principal, y el Roque o la Roca o Torre una de las principales. Usase dicha expresión para excluir todo género de personas, aun las de mayor consideración, como son las piezas del Rei y del Roque en el ajedrez.»
»Y en el V tomo, página 30, de la edición con notas de don Francisco Rodríguez Marín. - «La Lectura», Madrid, 1912, escribe este erudito cervantista:
«14. La frase ni rey ni roque, que equivale a nadie, dicho con encarecimiento, está tomada del juego del ajedrez: de las dos piezas que tienen esos nombres, bien que al roque se le llama ahora torre. Así hacen mal los que, como Cortejón, escriben roque con mayúscula, cual si se tratara del nombre del santo que tiene el perro a los pies y es abogado contra la peste.»
«17. Ninguno de los anotadores del «Quijote» dio con este romance. Yo tampoco, y justo es decirlo y no pasar de largo disimuladamente, como si el tal romance fuera cosa que por harto sabida, pudiera dejarse en silencio.»
«Los señores Clemencín y Rodríguez Marín coinciden en sus apreciaciones en lo esencial, acerca de la primera parte de la contestación del barbero, esto es, la explicación de las palabras dixere a Rey ni a Roque (con mayúscula el uno y sin ella el otro); pero en lo tocante al romance del Cura, ninguno de los dos anotadores puede aventurar nada, siendo más sincero que Clemencín don Francisco, al confesar de plano que lo desconoce.
«Permítanos, pues, nuestro admirable folklorista, que del espíritu de él le hagamos conocedor.
>>La esencia del romance, a que sin duda se refería el Barbero, era, según nuestro parecer modestísimo, un cuento de nuestra querida tierra que, aunque por la tradición salvado del olvido, ha llegado a nuestros días, no con toda su prístina pureza, mas lo bastante completo para servirnos de argumento poderoso. Cervantes, dadas sus íntimas relaciones con Valencia, pudo conocerlo en toda su integridad, quizás todo en romance, y hacer de él mención en su obra.
»Se titula el cuento «El jurament del Retor», y es como lo transcribo seguidamente, sin quitar ni poner tilde y con todas las inexactitudes que pueda contener.
»Erase que era hace muchos años, un Cura de almas del pueblo de Riola (provincia de Valencia), que regresaba a su parroquia, cabalgando a mujeriegas en guapa mula, después de cobrar los arriendos de las fincas que su iglesia poseía.
«Mediaba la tarde, cuando en un recodo del camino le asaltaron cuatro ladrones, los cuales, quieras o no quieras, le hicieron apear de su cavalgadura, robándole el dinero cobrado y la «andariega», alejándose después, no sin antes hacerle jurar «por Dios y por su corona» que de lo sucedido no había de dar cuenta «ni a home ni a dona.»
»Anda que andarás y sumido en el mayor de los desconsuelos, llegó por fin el buen Cura a su parroquia.
»Era fiesta al día siguiente: la fiesta mayor del lugar.
»En los bancos del presbiterio de la iglesia, todo el Cabildo Municipal, presidido por el alcalde. La única nave del templo, llena de feligreses.
»Al salir el Cura de la sacristía para ir a celebrar el Santo Sacrificio, columbró debajo del púlpito a los cuatro que le desvalijaron, y al instante le sugirió una idea feliz.
»Dió comienzo la misa, y al Prefacio, en vez de las palabras de ritual, entonó lo siguiente, que transcribimos en idioma valenciano para que no pierda lo más mínimo del sabor popular:

«Venint de Tarrós (1)
i anant a Riola
me robaren quaranta onces
i una mula molt bona.
Me feren jurar
per Deu i ma corona
que no heu diria jamai
a ningún home ni dona.
A vos heu dic, Pare Etern,
que no sou home ni dona:
els quatre que me robaren
son els que están baix la trona.

»Y con la presente poesía, o lo que sea, pues de esta guisa tan destartalada ha llegado a nosotros, entonada con música del Prefacio, da fin al cuento que, según nosotros, conoció Cervantes e hizo de él una ligera referencia en su «Quijote», aludiendo a su primitiva forma romancesca.
«Desearíamos que esta nuestra opinión modestísima, pero levantada sobre un recio pedestal como es el de la tradición, llegase a convencer al eximio investigador de la «sabiduría popular», D. Francisco Rodríguez Marín, pues ello nos sería grato, no tanto por nuestra satisfacción personal, como por servir en algo con este aportamiento a los trabajos de nuestro buen amigo, el Sr. Martínez y Martínez, en orden a las relaciones de Cervantes con nuestra querida patria valenciana.

(1) Desconocemos la existencia de este pueblo o partida. Quizás antiguamente tuviese realidad.

F. PUIG-ESPERT.»


DE CUÁNDO CERVANTES DEBIÓ (1)
APRENDER EL CUENTO
O ROMANCE DEL JURAMENTO DEL CURA.
(1) Las Provincias. - Miércoles 25 de Mayo de 1921.

Sr. D. Francisco Puig-Espert.

«Mi amigo muy distinguido: Su artículo inserto en Las Provincias del 24 de Marzo, titulado «Cervantes y Valencia», a mí dirigido, he estimado sobremanera, por lo que me honra y por la aclaración y comentario a una frase del «Don Quijote» que los maestros en cervantismo solo atisbaron, pero sin que tuviesen la fortuna de dar en el clavo, cosa no extraña, ya que el cuento es valenciano, y, por tanto, desconocido para los castellanos; pero usted, que reúne distintos aspectos en el concierto literario, inspirado poeta valenciano, ameno prosista castellano, erudito, investigador, y, sobre todo, con una gran dosis de observación y mayor amor al trabajo, cosas estas últimas que nuestro enervador ambiente no deja que abunde entre el elemento joven, y aún hace mezquinear un tanto en el maduro, lo ha atisbado muy bien.
»El resultado del trabajo de la tarea del folklorista, poco comprendida por la generalidad entre nosotros, lo ha obtenido usted, ya que, al recoger un cuento popular de nuestra tierra, le ha dado explicación de las frases socarronas del rapabarbas del lugar de la Mancha, de cuyo nombre no se quiso acordar Cervantes, cuando aquél, con el muy simpático cura, sacerdote de ecuanimidad
admirable, le quieren tomar al zarandeado caballero de la Triste Figura el pulso moral de su averiada mollera, y se encuentran con que Alonso Quijano el Bueno continúa siendo Don Quijote de la Mancha; indudablemente conocía nuestro cuento el tal de Saavedra, y a él aludió por boca del Barbero, cuando éste daba palabra de no revelar el secreto de lo que oyere ni a Rey ni a Roque, ni a hombre terrenal; juramento que aprendí del romance del Cura, que en el Prefacio avisó al Rey del ladrón que le había robado las doblas y la mula la andariega (1); ahora bien, que con variantes, cosa no extraña, ya que en la actualidad yo le conozco con alguna también, aunque insignificante, como
ocurre en algún pueblo de la provincia de Castellón, según adelante veremos. He podido observar en mi rebusca folklórica que el pueblo tiene tendencia a hacer suyos los cuentos que llegan a él, por lo que sin duda los adapta a sus localidades y aun al carácter de sus gentes, y hasta las instituciones que le son más familiares y potestades más conocidas son transformadas; así vemos que lo que en siglos anteriores fué el Rey en la Ribera de Valencia, de seguro es el alcalde y regidores; en la Plana subsiste aquél; en cambio, en la Marina de Alicante nombran con el genérico de la Justicia; en estos países son tres los bandoleros, a los que atisba baix de la trona el ladino sacerdote al volverse a decir Dominus vobiscum durante la misa; esto apuntamos para que no choque la variante del Rey
por otras autoridades, cosa nada extraña al cabo de tres siglos; a mayor abundamiento, cuando desde que lo oyó contar Cervantes hasta que lo escribió, transcurrieron muchos años y más acaecimientos, en su mayoría desdichados, de esos que contristan el ánimo y apenan la vida, haciendo a ésta carga pesada, o, por lo menos, poco estimable.

(1) Segunda parte del «Ingenioso Caballero Don Quijote de la Mancha», por Miguel de Cervantes Saavedra, autor de su primera parte... En Bruselas, 1616, página 4.

»Este vuestro bien forjado artículo leí en Altea, siendo un recreo más de los allí gozados: al regreso a esta ciudad, admirada por Cervantes, al tratar de colocarlo en su correspondiente sitio en la enciclopedia cervanto-valenciana, me encontré con lo que yo no guardaba memoria, con lo que había olvidado, de tal modo, que me vino de nuevas (esta pícara memoria me hace unas jugarretas a lo mejor), con un artículo que mi buen amigo el malogrado D. J. Luis Martín Mengod publicó en Diario de Valencia el 26 de Julio de 1915, en el que dice: «Siempre que leo la gran obra de Cervantes, fijo mi atención en una frase que me recuerda un cuento valenciano que aprendí en mi niñez, y que no he olvidado nunca. La referencia es precisa y terminante. Cervantes conocía el
cuento, aunque no en nuestra lengua, sino en castellano, y no en prosa, sino en verso, porque bien claro dice que se trata de un romance.» Relata el cuento después, diciendo que «...A un cura le robaron, en el trayecto de Valencia a Catarroja, la mula en que caminaba y cien duros que llevaba en los bolsillos, amenazándole el ladrón con grandes males si decía a cualquier hombre o mujer el
delito que había cometido.» A poco, el sacerdote, celebrando misa ante el Rey, en Valencia, al llegar al Orate frates ve al ladrón, de pie, debajo del púlpito, y al prefacio, en vez de las pertinentes palabras, canta:

«Anant de Valencia a Catarrocha,
me furtaren sent duros
y una mula rocha:
me digueren que no ho diguera
a ningún home ni a ninguna dona.
y agarren al lladre,
que está baix la trona

«Termina el curioso artículo invitando a que si hubiese alguna persona que íntegro lo conociera, lo publicase, llamamiento que no se hizo en vano, ya que en el número del indicado periódico del día 29 del supradicho mes y año se publicó una carta, firmada por Un villarrealense, en la que se repite el cuento de referencia, con la variante de que el dinero son cien doblones (lo que es más valenciano que los duros), y los ladrones tres, siendo lo cantado en la solemnidad del prefacio algo diferente del anterior; dice así:

«Un día, anant de camí,
de Valencia a Catarrocha,
me furtaren sent doblóns
y una mula molt bona.
»Me feren churar per Deu,
posant la ma en la corona,
que no ho había de dir
a ningún home ni dona.
»A vos. Pare Etern, ho dich,
que no sou home ni dona,
pera qu' els feu agarrar,
que son els de baix de la trona.»

A esta carta seguía otra de D. Manuel Bellido Rubert, en la que escribe: «El romance es así:
>>Verum dignum et justum est...

»Al pasar per Catarrocha
me ixqueren sinch lladres,
me furtaren sent doblóns
y una mula molt bona que portaba.
»Me feren churar per Deu,
posant la ma en la corona,
que no eu tenía que dir
a ningún home ni dona.
»Vos ho dich a vos, Pare Etern,
que no sou home ni dona;
¡agarreu a eixos lladres,
qu' están baix de la trona!...»

<<Y a continuación dice: «Yo lo aprendí en dialecto castellonense, y cambiada la población de Catarrocha por la de Malet, de esta provincia....» menos mal, que confiesa la traición hecha al cuento de su país.
»En el mío, los dineros son cien florines (1), y solo recuerdan los últimos versos del prefacio, que dicen:

A vos, Pare Etern,
que no sou home ni dona,
vos dich, que 'ls lladres
que m' han robat,
son els tres qu' están
baix de la trona.»

»Y ya, puesto que he transcrito las cuatro versiones que se acaban de ver, copiaré la de usted, que, a fuer de verídico, he de decir que no es de las que menos me gustan, por el mucho sabor que tiene. Decía en su artículo así:

«Venint de Tarrós,
anant a Riola,
me rebaren quaranta onses
y una mula molt bona.
Me feren jurar
per Deu i ma corona
que no heu diría jamai
a ningún home ni dona.
A vos heu dic, Pare Etern,
que no sou home ni dona:
els quatre que me robaren
son els que están baix la trona.»

(1) El florinet es una monedita de oro cuyo valor era el de catorce reales valencianos, o sean veintiocho sueldos, actualmente cinco pesetas veinticinco céntimos.

»Como muy bien afirma usted, ningún comentarista de la magna obra de Cervantes conocía el repetido romance valenciano, ya que, mientras no nos prueben lo contrario, afirmaremos que jamás existió en castellano, y paladinamente, y con su natural gracejo, el Patriarca de los cervantistas, D. Francisco Rodríguez Marín, en su primera edición del «Don Quijote», confiesa el desconocimiento del cuento; pero vino la segunda, en el año 1916, con variaciones de la parte externa, crecimiento de notas y aumento de comentarios, y ya transcribió nuestro buen amigo y maestro escuetamente el mentado artículo de Martín Mengod, que le remitió, según dice, un fraile francisco, lo que ha poco hemos podido comprobar, en la repetida segunda edición, que es una de las muchas que, por desgracia, no enriquecen nuestra colección; suponemos que al publicar la tercera edición del «Don Quijote» nuestro D. Francisco, acompañado esta vez por el notable dibujante Ricardo Marín, que por cierto tiene algún dibujo asaz chocante por ciertos descuidos, o mejor impremeditaciones, supongo habrá reproducido el cuento insertado en Diario de Valencia. Es edición ésta de la que sólo han podido percanzar ejemplares potentados y magnates, por su precio fabuloso para un libro moderno, así que solo le conocemos de vista, por haber figurado en la exposición que en ésta nuestra ciudad se hizo por la feria del año 18, de los dibujos originales del dicho señor Marín.
»Pero todo esto, mi trabajador amigo Puig, en concepto mío, no hace desmerecer un ápice su trabajo, ya que usted, al dar la explicación al pasaje del primer capítulo de la incomensurable segunda parte del «Ingenioso Hidalgo de Cervantes», lo hacía por su propia y espontánea observación, desconociendo, bien me consta, lo publicado sobre la materia, así que su descubrimiento por tal puede pasar, a mayor abundamiento, habiéndolo presentado de tan galano modo.»
Al llegar a este punto de nuestra carta, no podemos continuar sin transcribir las nuevas variantes o versiones que conocemos del repetido cuento: es una la que nos proporcionó espontáneamente nuestro buen amigo el investigador y escritor D. José Rodrigo Pertegás, que la oyó en su niñez a un maestro de primeras letras en esta ciudad de Valencia llamado D. Timoteo Corella, natural de la Vall de Almonacid (Castellón de la Plana), que había vivido en pueblos de la provincia de Alicante; dice así:

«Anant de Elda a Novelda
me ixqueren unos lladrones
me furtaren els diners
y una burreta senyores.
»Me feren jurar per Deu
no hu digues a home ni a dona
a vos he hu dich Pare Etern
que no sou home ni dona.
»Li digau a Toni Ten
que agarre a eixos dos lladres
que hi ha ahi baix de la tròna.» / la tilde parece estar justo perpendicular, ni ò ni ó /

A mitad del mes de Diciembre del próximo pasado año, nos dirigimos al simpático amigo el Catedrático de la Universidad de Barcelona Dr. Carreras y Artau, fundador del Arxiu d' Etnografía i Folklore de Catalunya, en demanda de noticias referentes al cuento que nos viene ocupando y recibimos la siguienre nota:

«Una vegada diu qu'era un Retor que celebrava l'Ofici de Pascua, y la majordona no s'havía recordat de preguntarli abans com volía'l cabrit per dinar y com que passava l'hora de còurel, ella que se'n va a la Iglesia ab lo cabrit a les mans. Lo Senyor Rector ell que al Dominus vobiscum se la vèu, y pensantse desseguida'l perqué hi anava, aixís que va a ser a cantar lo Prefaci hi va dir ab lo mateix tò, que poca gent se'n va adonar, diu:

» - Dona nostra, dona nostra
vos que del cabrit feu mostra
mitx rustit y mitx bullit
cap y peus a la cassola...
per Christum Dominum nostrum - .

>>Y vet'aqui que allavores la majordana, sabent com havia de fer lo cabrit, se'n va tornar tota cofoya (1). (Recullit a Esparraguera).
»Hi ha una altra rondalla, que's podría dir variant d'aqvesta, en la que un Rector, á qui havian robat la mula fentli jurar que no ho diría á cap home ni á cap dona, un diumenge que mentres deya l'Ofici va veure'ls lladres sota la trona, 'ls descubreis, sense fallar á la promesa, cantant per Prefaci:

» - Anant jo de camí - vers Vall-Prahona
Los lladres me van robar - la mula roja,
y me feren jurar - sus ma corona
que no ho podía dir - á cap home ni á cap dona.
Y a Vos Pare Etern vos ho dich - putx no sou home ni dona:
agafeu-los, Joan Blanch - que s'estan sota la trona,
y, per que'ls coneguen millor - porten camisola groga. / com los llassos de los pancatalanistes /
Per Christum Dominum nostrum.
(Massanet de Cabrenys). »

Tenemos noticia de otra imitación en un convento de regulares franciscos, pero como al darnos la noticia se nos dijo que con anterioridad se le había contado la anécdota a nuestro amigo el Patriarca de los cervantistas D. Francisco Rodríguez Marín, el que pensaba aprovecharla, hacemos mutis para que él sea el que la dé a conocer a los aficionados al folklore y a las cosas cervánticas, ya que en ambos estudios es maestro consumado.

«(1) (Pau Bertran y Bros: Rondallistica, rondalla n.°23 «Lo Cabrit de Pàscua».
(Vol. dels Jochs Florals de 1888, págs. 252-255 de Barcelona.)
Fon publicada desprès en la tirada apart que's feu d'aqvest treball. (Barcelona, Estampa de la Renaixensa, 1888, un fascicle de 106 págs. in 4.°.)
La del «Cabrit de Pasqva» es troba també en <El Rondallari Catalá d'En Pau Bertran y Bros», publicat per R. Miqvel y Planas, 1909. Pág. 306. >

Ahora, lector, reanudaremos la interrumpida epístola que decía así:

«Y vamos con el epígrafe que rotula esta carta, con lo que intentaremos demostrar que el tal de Saavedra conocía el romance en nuestra lengua, pues aparte de no existir en castellano, le era la armoniosa parla valenciana familiar.
»De seguro que muchos se dirán: ¿Cómo Cervantes, de nación castellano, conocía el cuento valenciano y la lengua valenciana? Voy a mostrar mi pensamiento, pero advirtiendo antes que fundándome en hechos ciertos, atestiguados por documentos antiguos y fehacientes, he de abrir un ventanillo / lo finestró de José Miguel Gracia Zapater, catalanista de La Codoñera / a la imaginación y dejar que ésta vuele, aunque no soy poeta, y se retrotraiga a la décima-sexta centuria, y después de haber terminado la más alta ocasión que vieron los siglos pasados, los presentes, ni esperan ver los venideros, como llama a la de Lepanto el que cobró en ella las heridas que toda la vida fueron su orgullo, por las que tuvo que ser llevado al Hospital de Mesina, en donde se curaban todos los heridos de aquella facción prodigiosa, y entrándonos por aquél ver los amigos de quienes se podía acompañar el Manco de la batalla naval.

»Documentalmente probado, se sabe que el capitán Diego de Urbina formó su compañía en Valencia, a la cual pertenecieron los hermanos Rodrigo y Miguel de Cervantes, que, naturalmente, no sólo en el camino de Valencia a Vinaroz, donde embarcaron el domingo de la Trinidad del año 1571, en la galera «Capitana», del Comendador Mayor de Castilla, para Italia, sino durante la travesía, y después, en el vagar por tierra firme, fueron los de Saavedra compañeros de los valencianos, y no podían menos de ser también amigos, ya que el constante trato en una navegación, y la camaradería por pueblos, en hosterías, y tal vez en aventuras propias de la soldadesca de aquellos tiempos, no sólo aproxima a los individuos, si que estrecha las amistades; así, pues, no dudo en asegurar el que el valenciano Juan Bautista Villanueva, aparte de otros soldados de la compañía de Urbina, camarada de Miguel de Cervantes, fué además su amigo, lazo que indudablemente se estrechó en el Hospital de Mesina, en el que los dos ingresaron, después de la batalla de Lepanto, a curarse de las heridas que se granjearon en aquella función, defendiendo cada uno su puesto en la galera «Marquesa», de Juan Andrés Doria, que formaba parte de la escuadra del veneciano general Agustín Barbarico, nave ésta que fué muy combatida, hasta el extremo que los turcos mataron más de cuarenta hombres de su dotación, cayendo herido Miguel de Cervantes de un arcabuzazo en la mano izquierda, estando defendiendo el esquife, y el Villanueva, de una flecha, en la espalda, junto a la proa, punto que defendió durante toda la gran batería con un arcabuz; y qué cosa más natural, que, si durante el período álgido de la calentura no, en la larga convalecencia se buscasen los dos camaradas, ya que las mismas desgracias tanto aunan, y se entretuviesen en mutuas confidencias, en contarse las cosas de sus familias, las particulares de sus casas, las tradiciones de sus pueblos; en estos momentos oigo /. hay un punto aquí / yo, al Villanueva, hablando en valenciano, narrar cosas de esta tierra para entretener el tedio, y entre ellas, el cuento o romance del cura de la mula de pas molt acaminadora y los ladrones. Y no le extrañe al buen amigo el que en lengua valenciana le hablase el de esta tierra al de Alcalá, ya que ésta le era bien conocida, como adelante los años demostró, para lo que tenía sus motivos, el más poderoso la constante comunicación con sus camaradas de la compañía mentada,
perteneciente al tercio del valenciano D. Miguel de Moncada, compuesta casi en su totalidad por valencianos, en la que permanecieron los dos camaradas hasta que fué reformada, amén del privilegiado talento del futuro autor del «Don Quijote», que le hacía fácil todas las cosas, a más el gran espíritu observador de que gozó, que no dejaba que se le escapase detalle, avalorado con la buena costumbre de recoger y leer lodo papel escrito que se le ponía por delante.
»Por cierto que, como en otra ocasión manifestamos, los dos soldados se separaron en momento bien triste para el de Saavedra, y fué en el desgraciado en que la escuadra de galeotas de Amante Mami se apoderó de la galera «El Sol», en la que los dos hermanos, Rodrigo y Miguel, venían, y fueron hechos esclavos, y al revés, el Juan Bautista Villanueva, que con los otros había embarcado en Nápoles para España, aportó en ésta, por haber llegado a tiempo, el socorro a la galera, de la que, sin duda, el valenciano no había sido transbordado, como los dos Cervantes.

»Y como para dar gracias por su delicadeza en honrarme con la dedicatoria de su bonito artículo y oportuna aclaración a un pasaje del «Don Quijote», es ya demasiado larga esta epístola, corto el hilo, pues a mí, en estos achaques cervanto-valencianos me ocurre lo que a Sancho con los refranes, que se le enzarzan como las cerezas, que en tirando de una, allá van les atres en pomell, que es más bonito y propio que en sarta. Pero no finalizaré sin decirle que estoy encantado de que usted haya entrado en el campo cervántico (y con tan buen pie), en el que mucho queda por hacer aún, y que para mí es grande honor el poder formar escuela, siquiera sea por el displicente derecho de los años; así, pues, mi joven amigo, no le coarte el temor a provocar mis iras, pues ha producido sentimientos contrarios, acrecentando el añejo afecto que le profesaba su muy amigo
F. MARTÍNEZ Y MARTÍNEZ.

Mayo de 1921.

ACABÓSE DE IMPRIMIR ESTE FOLLETO A LOS XIII DÍAS DEL  MES DE MAYO DEL AÑO MCMXXII, VISPERA DE  LA FESTIVIDAD DE NUESTRA SEÑORA DE LOS  DESAMPARADOS, PATRONA DE LA INSIGNE  CIUDAD DE VALENCIA, EN EL ESTA-  BLECIMIENTO TIPOGRÁFICO DEL  HIJO DE FRANCISCO VIVES  MORA, CALLE DE  HERNÁN CORTÉS,  NÚMERO 8   L. + D.

ACABÓSE DE IMPRIMIR ESTE FOLLETO A LOS XIII DÍAS DEL
MES DE MAYO DEL AÑO MCMXXII, VISPERA DE
LA FESTIVIDAD DE NUESTRA SEÑORA DE LOS
DESAMPARADOS, PATRONA DE LA INSIGNE
CIUDAD DE VALENCIA, EN EL ESTA-
BLECIMIENTO TIPOGRÁFICO DEL
HIJO DE FRANCISCO VIVES
MORA, CALLE DE
HERNÁN CORTÉS,
NÚMERO 8

L. + D.


OBRAS DEL AUTOR. Más en http://bibliotecadigital.jcyl.es/i18n/catalogo_imagenes/impresion.cmd?path=1007174&posicion=69&destino=..%2Fcatalogo_imagenes%2Fgrupo.cmd%3Fposicion%3D69%26path%3D1007174%26presentacion%3Dpagina%26idBusqueda%3D1527

Homenage al Compte de Lumiares. Obra de tèrra saguntina (barro saguntino). Agotada.
Còses de la meua tèrra (La Marina). Primera tanda.
Discurs en l'acte lliterari-musical celebrat el día XIX de Febrer del any MCMXIV en la Acadèmia Valencianista.
Las joyas de Isabel la Católica no sirvieron para el descubrimiento de América. Segunda edición.
Martín Juan de Galba; coautor de Tirant lo Blanch.
Melchor Valenciano de Mendiolaza, jurado de Valencia, procurador de Miguel de Cervantes Saavedra, Bartolomé y Lupercio Leonardo de Argensola, y general de la Duquesa de Villa-Hermosa. Notas biográficas.
San Francisco, Cervantes y Valencia. Discurso leído en el acto literario-musical en honor de Miguel de Cervantes, por la V. O. T. Franciscana el 24 de Noviembre de 1916.
Algo de Bibliografía Valenciano-Vicentista.
Còses de la meua tèrra (La Marina). Segona tanda.
Don Guillén de Castro no pudo ser el falso Alonso Fernández de Avellaneda.

BIBLIOTECA CERVANTINA DE AUTORES VALENCIANOS.

El Curioso impertinente. Comedia en tres jornadas y en verso de D. Guillén de Castro.  https://es.wikipedia.org/wiki/El_curioso_impertinente
Falla del Tros-Alt: Don Quijote y Sancho Panza.
La última aventura de Don Quijote. Falla de la calle de Ruzafa. 
http://bibliotecadigital.jcyl.es/i18n/catalogo_imagenes/impresion.cmd?path=1007174&posicion=69&destino=..%2Fcatalogo_imagenes%2Fgrupo.cmd%3Fposicion%3D69%26path%3D1007174%26presentacion%3Dpagina%26idBusqueda%3D1527Juan Antonio Mayans y Siscar y Juan Antonio Pellicer y Saforcada; Cartas Cervantinas.
En Joseph Bodríay Roig. De Don Quixot a Cervantes, Goig.