Molt honorable mossen. Arribat lo vostre home e portador de aquesta encontinent havem mesa en consell la fahena del castella de Bellaguarda e es stat delliberat e per aquesta ciutat en tota manera lo castell vos sie retut segons li scrivim e ab la oferta contenguda en la letra copia de la qual sera dins aquesta per vostre avis la qual oferta li deu be bastar car per nosaltres hi seria provehit degudament. Pregam vos sie ço eus encarregam doneu recapte a les coses segons de vos plenament se confie. E sie la Santa Trinitat proteccio vostra. Data en Barchinona a XXX de septembre del any MCCCCLXIII. - M. de Monsuar dega de Leyda. - Los deputats del General e consell representants lo Principat de Cathalunya a vostra honor prests. Domini deputati e consilium mandaverunt mihi Anthonio Lombard.
Poesías escritas en mallorquín literario. Acompañadas de versión castellana; por D. José Taronjí.
Presbítero,
Doctor en Sagrada Teología, canónigo de la insigne iglesia del Sacro-Monte, Catedrático de Retórica y Poética en el Colegio-Seminario de San Dionisio.
Palma de Mallorca.
Tipografía de Bartolomé Rotger.
1883.
Licencia del Ordinario.
Examinada por especial encargo la presente colección de poesías líricas mallorquinas, con su correspondiente versión castellana, Su Excelencia Ilustrísima, ha tenido á bien conceder permiso y licencia para que pueda imprimirse y publicarse.
Palma 9 de Setiembre de 1882. Guillermo Puig. Canónigo Srio.
Prólogo.
Tras algunos años de espera, debidos á las circunstacias de mi accidentada vida, puede ver la luz el primer volúmen de mis versos mallorquines. En 1877, al publicar la obra sobre el Estado religioso y social de la isla de Mallorca, anuncié la publicación de LO TROVADOR MALLORQUÍ; no me ha sido posible hasta hoy realizar lo prometido. No tarda quien llega, afirma un refrán; y ménos tarda aún, como de fijo deben de asegurar los que algo entiendan del estado de nuestro comercio de libros y arte de imprimir, el que á traves de los obstáculos aludidos, llega á ver, si bien imperfectamente, efectuada la difícil empresa. Hecha esta necesaria aclaracion, tocaríame, a fuer de buen padre, enterar al público de lo que concierne á la historia y cualidades de mis poesías, pobres hijas de mi imaginacion juvenil, nacidas al calor del sentimiento patrio, iluminadas por el rayo vivificante de la Fe católica; y á guisa de prólogo, insertar largos capítulos de teoría literaria tocantes al fondo y a la forma, al medio de expresion y á los ideales de estos versos. Mas ¿para qué? Aquí están ellos mismos: hablen y respondan, sin necesidad de abogados enojosos, pues valor tienen de presentarse, sencillamente y sin pueriles temores ni vanos alardes, ante el tribunal de la crítica ilustrada. Veinte años escasos contaría yo, cuando sentíme impulsado por la poderosa corriente de renovacion literaria, que los vientos del Mediterráneo, desde las costas de Cataluña traían á Mallorca. La voz de la antigua patria catalano-aragonesa, envuelta en los misterios y atractivos de lo pasado; el sentimiento religioso, puro, vivo, resplandeciente en mi familia y en la Isla entera, como la llama del hogar; las suaves emociones que experimentaba mi corazon, al escuchar los cantos populares de boca de las aldeanas mallorquinas, incomparable tipo de belleza, en el fondo de blancos almendrales, á orillas de *tados arroyuelos, ó a lo largo de las azules playas, cuando murmura dulcemente el mar dormido; la delicada pasion de mi alma, exhalándose en entusiastas discursos, al contemplar los muchos monumentos que el genio del Arte, por la Fe dirigido, levantó en el pequeño territorio de mi patria; todo, todo me impelía a tomar parte en la que se ha llamado la nueva cruzada; todo convidaba á sentarse en el banquete de los hijos de los dioses, todo ponía en mis manos el arpa sonorosa. La naturaleza cultivada con sus encantadoras armonías; el cielo eternamente azul, que, cual inmenso pabellon de seda, cobija las altísimas cumbres; el mar, ya sosegado, ya furiosamente revuelto contra la escollera de rocas que defiende el N. de la Isla; el derruido castillo, baluarte un tiempo de la independencia cristiana; la cabaña del leñador amparada de los vientos por el añoso ramaje de las encinas; la espesa cabellera de pinares que cubre las graciosas vertientes de los cerros: hé ahí las fuentes de mi inspiracion poética. Al fijar la atencion en las vicisitudes de la humana vida, la complicada urdimbre de acontecimientos, prósperos y adversos, que la constituyen, levanta ó abate el espíritu; el cual se dilata en las expansiones de legítima alegría, ó se contrae bajo el peso del infortunio, ó saca, en su meditacion científica, provechosas lecciones de las alegorías é imágenes de la naturaleza . El espíritu se encuentra mecido en una onda de luz; ó vaga de pronto en menguada circulación de tinieblas. Y, por otra parte, mirando la cruz de Jesucristo, símbolo sublime de nuestra civilizacion, coronar las esbeltas torres de las parroquias, lo mismo que el pajizo techo de selváticas ermitas, llevé mi alma á la soledad; y, en el silencio de la oracion, por el camino del deber, los ejemplos de Dios y de los mártires y santos infundiéronme ¿por qué no decirlo?, la gracia del amor, para cantar, con pobrísimos pero sentidos acentos, en mi nativo restaurado lenguaje mallorquin, ó catalan literario los afectuosos temores y esperanzas del alma cristiana, los encantos y grandezas de la Religion, la caridad heróica, nuestros destinos inmortales. Por eso la presente coleccion de poesías se divide en tres libros, cuyos títulos indican suficientemente el asunto: Recuerdos de la patria; Las luces y las sombras; Granos de incienso.
Preludi.
LO PRIMER CANT DEL TROVADOR.
The first, the first! ...oh! nought like it. Our after years can bring. (Francis Brown.)
Su baix la forta alzina Qu´ombreja la marjada, Y rossinyols estoja Ab son negrench fullatje. Un jovenet s´hi veya Com l´auba clarejava. ¿Qué hi fa en aquestes hores? Tant dematí ¿quí aguarda? ¿Ascolta per ventura La suau remor de l´aygua Del torrentol vehí Cobert de flors boscanes?
PRELUDIO. EL PRIMER CANTO DEL TROVADOR.
Cabe la robusta encina que se levanta en el bancal, y en su negruzco ramaje esconde nidos de ruiseñores; A la claridad del alba, vese delicado mozo. ¿Qué hace allí á estas horas? ¿A quién busca tan de mañana? ¿Escucha tal vez el suave rumor del arroyo, que corre cerca, oculto en bosquecillo de flores?
¿Quí es lo galant jove? Riallera té la cara, Cabells abundantíssims Li besan ses espatles. Com si hagués foch intern Inquieta n´es sa marxa, Y axí com raig de sol Llambrejan ses ullades. Lo jovencell ¿qué porta, ¿Qué porta en ses mans d´ángel? La clau de l´harmonía,
la joya d´ell: Un arpa. Y alegre la punteja, Mentres lo Sol dexantne Los cims de l´alta serra, Lo mira ab ulls de pare. ___ M´han dit en la vila (Axí canta´l jove) Que som un trovayre, Que gloses sé fer; M´han dit les donzelles Que veu melodiosa No hi há com la mía, Que som llur plaher. No sé lo que pugan Mes veus agradarles, No sé si mos cántichs Ne son un tresor; Mes sé qu´una harpeta M´han dat, y que vibra Gratíssimes notes Si la polso jo.
¿Quién es ese simpático jóven? Risueña cara tiene; abundantísima cabellera flota sobre sus hombros. Demuestra inquietud en sus pasos, como si fuego interno le aquejase; sus miradas relampaguean, como rayo de sol. ¿Qué lleva el niño, qué lleva en sus manos de ángel? La llave de la armonía, la prenda de su amor: UN ARPA. Alegremente la hace vibrar, miéntras el Sol, abandonando las cumbres de la alta sierra, le mira con ojos de padre. ___ Y canta: - “Dijéronme en el pueblo que soy trovador, que sé componer canciones; dijéronme las doncellas que no hay voz tan melodiosa como la mía, que yo soy su encanto. “No sé hasta qué punto les gustan mis armonías; no sé si mis cánticos son un tesoro: pero me han dado un arpa, y ésta, cuando la pulso, despide gratísimos sones.
Sols quinze vegades, En tota ma vida, De la Primavera N´he vist lo tornar; Mes sént una espurna De foch dintre l´ánima; Y el cor se desperta, Y ´m plau lo cantar. ¿Quí som? ¿Per qué ´m crida La gent admirada? ¿Per qué de mí brollan Suavíssimes veus? ¿Per qué conmoguda m´ascolta ma mare? Per qué s´en glorían De mí ´ls parents meus?... Tot, tot, vol parlarme. La gaya fonteta De dolços murmuris Ne fa veu per mí. ¿Quí som? ¿Per qué ´ls núbols, Les flors y les aygues, Sa vida me contan Per ferme sentir? L´Altíssim tal volta M´envía á la Terra, Dels hòmens per calma. De dòls per espant; Y arreu les criatures, Vehent m ´arribada, Me diuen: Poeta, Comença ton cant.
Áun sólo quince veces he visto la vuelta de la primavera; mas siento chispas de fuego en el alma; el corazon se despierta, y me gustan los cantares. ¿Quién soy? ¿Por qué me llama con cierta admiracion la gente? ¿Por qué se escapan de mi boca suavísimas palabras? ¿Por qué conmovida me escucha mi madre? ¿Por qué mis parientes hablan de mí con complacencia? Todo quiere hablarme. La gaya fuentecilla sírvese de dulces murmullos al dirigirse a mí. ¿Quién soy? ¿Por qué las nubes, las flores y las aguas me cuentan su vida, comunicándome sus sentimientos? Tal vez el Altísimo me envía á la Tierra, para mitigar los dolores de los mortales. Y las criaturas todas, al ver mi llegada, me dicen: Poeta, empieza tu canto.
¡ Qué hermosa es la Terra! ¡Qué bella es Natura! M´ encisa de l´auba Lo joch matiner. Qué bella es l´aubada Quant surt enllestida, De flors primerenques Regant lo planter. Lo Sol qui s´axeca, De llum les ratxades Envía benévol Per serres y valls. L´oratje qui corre sorprén les espigues. ¡Quín goig!; al sentirho Defugen traballs... ___ Mon pit té molta d´ansia Del goig d´esta ventura; La gloria y la bellesa Saltar me fan lo cor. La mar, los cels, les aures Me diuen tendres coses, De santa Fe ´l tresor. ¡Oh, vull cantar! ¡No ´s pérdia Ma veu en mes entranyes! Ara, en ma jovenesa, Mos lays entonaré; Y quant les venes flonjes Me tornin de vellesa, Encara al mon y als hòmens Adeu cantant diré!
¡Qué hermosa es la Tierra! ¡Qué bella es Natura! ¡Qué encantadores los juegos del alba, al aparecer ésta con su brillante atavío, rociando los planteles de tempranas flores! El SOL se levanta; desparrama benévolamente raudales de luz por sierras y valles. Pasa la brisa matinal, sorprendiendo las espigas. ¡Qué gozo! Las penas huyen... ___ Mi corazón ansía gozar tanta ventura; mi corazon salta de contento por la gloria y la belleza. El mar, los cielos, las auras me dicen ternuras inefables; y el tesoro de la santa Fe híncheme el pecho de armonía. ¡Quiero cantar! ¡No vaya a perderse la voz en mis entrañas! Ahora, en la juventud, entonaré mis cantares. Y cuando la vejez afloje mis venas, todavía cantando diré adios al mundo y á los hombres!
¿Sentíu la cantoría Que ´s pert per l´enramada? Dolcíssima ressona Com los gemechs del ayre. N´es la cançó primera Que n´ix del fons d´un ánima; Del Home d´harmonía N´es lo suspir del auba. Primicies del Ingeni, Preludi d´entussiasme; Del jove Trovador N´es la primer cantada.
Abril de 1872.
¿Oís el eco, que se pierde por la espesura? Resuena dulcísimo como los gemidos del aire. Es la canción primera, que sale del fondo de un alma. Es el suspiro de alborada del Hombre del Ritmo. Primicias del ingenio, preludio de entusiasmo; primera cantata del jóven Trovador.
____
LLIBRE PRIMER. RECORDANCES DE LA PATRIA. ___
I Á MALLORCA x --- Poesía premiada en lo certámen de Montpeller de 31 de Mars de 1875, convocat per la “Société pour l´étude des langues romanes.” Desde ton trono escumós, Desde ta cadira d´algues, Reb mes tendres cantoríes, Mes senzilles codolades. ***
Ben hajas, Illa preciosa, Que ets per mí l´estel del auba; Terra de les ones filla, Mallorca mía, ¡ben hajas! Oh sant niu de ma naxença Jardinet de los meus pares, Que ´l Creador fa florir Pera la nostra alegransa.
MEM, MIM. Decimotercera letra del alefato arameo. Tiene forma inicial y final. Su sonido es "m". Número cardinal 40 y, prefijada con dálet, es el ordinal cuadragésimo. Su origen pictográfico se refiere a unas olas o aguas; en hebreo y arameo, agua se dice mayim y maya, respectivamente.
ENSAYO DE UN
DICCIONARIO ARAGONÉS-CASTELLANO POR DON MARIANO
PERALTA, ABOGADO DE LOS TRIBUNALES DEL REINO **(dedicatoria y
firma: Al Sr. Conde de Ay* Su *ser.° de aprecio El
autor) CON LICENCIA: ZARAGOZA. IMPRENTA REAL. AÑO
1836.
Amigo mío: aunque
no mediasen los motivos de la amistad, que para mí siempre serán
muy principales, bastaría para ofrecerle este Ensayo el derecho que
tiene V. a ello, como escritor aragonés, que no se deshonra de
parecerlo en su estilo, si es que no fue envidia del crítico que le
notó de provincialismo. No soy tan lince que en las obras de V.
señaladamente en la del Verdadero Derecho Natural conozca la patria
de su autor, y aun me atrevo a decir, que no la conociera ningún
español, ni sospechara nadie que había nacido en las riberas del
Ebro, (en Fórnoles, comarca del Matarraña) si V. mismo no lo
hubiera asomado en aquellas expresiones, nuestro fuero aragonés,
nuestros mayores y otras que V. usa en esta obra. Pero habiendo
sabido, que no se defendió V. de la crítica de aquel temerario,
diciendo, “que caso de ser fundada la miraba V. como un testimonio
del mérito de su estilo, y que si podían tacharle de aragonés,
nunca le podían calificar de afrancesado,” lo que es muy raro
entre nuestros modernos escritores: me ha parecido que era este un
título de justicia *para que le dedicase esta obrita, cuya
publicación se debe sólo a las instancias de V. A la autoridad
del hecho que he referido se debe la idea general del discurso
preliminar; y aun las observaciones oportunas (en mi concepto) con
que en él se defienden del supuesto provincialismo de nuestros
escritores.
Antes de conocer a
V. tenía ya compuesto mi Diccionario, pero ha sido suerte muy feliz
no haberle publicado, pues así ha merecido la aprobación de un
escritor castizo e inteligente con cuya amistad se honrará siempre.
S. S. S. Q. B. S. M.
(Quizás en otra
edición aparece: Zaragoza 6 marzo de 1835. En esta no.)
PRÓLOGO.
Para aquellos que
pretenden reducida la España en materia de idioma culto a los
confines de la Castilla y que sólo juzgan que allí se habla el
lenguaje puro y castizo de los hijos de Pelayo, parece una empresa
ridícula y mezquina la de un Diccionario de las voces que se usan en
Aragón y que no han merecido tener cabida en el de la Academia. Sin
embargo un trabajo de esta naturaleza no sólo es un testimonio de
laboriosidad y de que se ha fijado una atención filosófica sobre
cosas, que no llaman ordinariamente la de los que sólo viven en el
mundo de los muertos conversando únicamente con los autores que
fallecieron en siglos remotos y apartados, sino que es un medio
asimismo de presentar materiales para enriquecer nuestra lengua. Los
idiomas pobres en su principio crecen como los ríos con los caudales
que se les agregan. Los romanos que sojuzgaron la Italia y que
trasladaron al recinto de su ciudad pueblos enteros adoptaron también
parte de las palabras de que usaban aquellos. Podría citarse la voz
Quírites tomada de los sabinos, y aun se podría hacer patente que
fueron a enriquecerse fuera del Lacio con los despojos de otras
naciones acogiendo una palabra española para significar el escudo.
¿Los franceses no han tomado también de nosotros la palabra número
para evitar las equivocaciones que produciría la ambigua aplicación
de nombre? Estas adopciones frecuentes en todos los idiomas
comprueban lo conveniente, que es recoger dentro de una misma nación
las palabras que se usan en las provincias. Un gran provecho
resultará a los magistrados para entender las declaraciones de los
testigos, para penetrar la fuerza de los contratos y ordinaciones
redactadas en este lenguaje, pero también se originará otro
beneficio y es que muchas de estas voces desechadas ahora con hastío
como bárbaras puedan ser admitidas algún día en el Diccionario de
la lengua, después de haber observado, que escritores profundos y
cultos, no reparan en valerse de ellas, para expresar ciertas ideas,
que antes las significaban con rodeos y circunloquios. ¿Por qué no
había de adoptarse en un código rural, la Agüera, Alfarda,
Aguacivera y otras? Será más castellano ni más propio decir
acequia de aguas pluviales, pago de aguas o contribución de estas,
que alfarda? Lo único, pues, que puede oponerse contra las palabras
que contiene el catálogo, que presento, es que no se hallan, o muy
pocas en el Diccionario de la Academia. Pero ¿acaso esta omisión o
calificación de provinciales puede ser un anatema invencible, ni un
justo título de proscripción?
La Academia no puede
ejercer una autoridad tan ilimitada, ni los castellanos pueden dar la
ley hasta tal punto a los aragoneses. Quieren ser los jónicos de la
lengua castellana; pues nosotros seremos los áticos o los dóricos,
y con cualquier título tan castizos y tan buenos como ellos. Los
andaluces alegarán el mismo derecho, que es el uso de su país,
derecho muy legítimo, como que no tienen otro los castellanos, y
podrán también formar su Diccionario.
Es una paradoja
gálica, porque los franceses son los que lo han inventado, para
consolarse de la pobreza de su lengua, y un engaño decir, que la
riqueza de una lengua no consiste en la abundancia de voces, sino en
la diversa significación que tienen, en la variedad y diferencia de
ideas, que unas mismas representan. No sé como los que así sienten,
puedan entender la riqueza de los idiomas. Y lo peor es, que al fin
han llegado a hacer su opinión de moda, porque es corriente entre
nuestros filólogos. Siempre el prólogo de Huerta a sus Sinónimos
me ha parecido obra de un filólogo educado fuera de su patria, en
esa Nación donde es muy usado ese estilo, porque así cree que
conviene a su estimación y al desprecio de las cosas en que otros le
llevan alguna ventaja. Vaya aparte la cuestión, si hay o no
verdaderos sinónimos, que ya sólo puede ponerse a ventilarla el que
nunca haya examinado en dos voces que lo parecen, las ideas ya
simples, ya compuestas que encierran. Pero con todo no puedo menos de
advertir que siempre es argumento en favor de la opinión contraria a
la del Sr. Huerta y de los franceses. Aun en las anticuadas se
hallarán ideas que faltan a las que el uso les ha sustituido, aun en
las simples conjunciones. ¿Quién dirá que por tanto, así que son
absolutamente lo mismo que por ende? Séanlo dende y desde, porque la
diferencia no está en la voz, sino en las letras de una misma; pero
si aquella es diferente, apenas se hallará una en que las ideas no
lo sean. Doy sin embargo que haya una absoluta identidad, ¿nada es
la variedad, la armonía, la facilidad de asonantes y consonantes por
las diferentes terminaciones? Dejemos pues esas paradojas, esos
errores, esas artes a los franceses, llamen ellos claridad a la
mezquindad, exactitud a la ruindad y monotonía de su sintaxis
(sintácsis): y formando la opinión por nosotros mismos, y
por nuestras cosas nacionales, atrevámonos a estimar nuestra
riqueza, y la abundancia, variedad y la generosidad de la más
hermosa lengua de Europa.
No se trata en este
Diccionario de la las voces particulares de un dialecto, porque este
nombre no se puede dar sino a una lengua distinta de otra en algo en
la sintaxis, o por lo menos de la declinación de los nombres y
conjugación de los verbos, y semejante a la misma en lo general de
ella. Sería dialecto del español la lengua que hablan nuestros
aragoneses del Somontano, porque sin dejar de ser española tiene
diferencias bastante considerables en lo esencial de todo idioma.
Allí dicen, o mulo, os mulos por el mulo, los mulos: tu yés, el yé,
por tú eres él es: vinon, tubon, se fuen: por vinieron, tuvieron,
se fueron: a yo, por a mí: subiba, teneba: por subía, tenía: gosa
ser, gosa tener: por debe de ser, debe de tener: bel tunante que la
quie engañar, por algún tunante que la quiere engañar: bella
muller d'a galera, por alguna mujer de la galera. Esto es un
verdadero dialecto de la común lengua española; pero no lo es la
que se habla en Zaragoza ni en parte alguna de Aragón (fuera de
esa), porque es absolutamente la misma de Castilla. Una que otra voz
ni muchas no hacen diferencia de idioma.
Muchas de estas son
tomadas del lemosín o catalán, por la proximidad a Cataluña y la
antiquísima unión de estas dos naciones. Pero no por eso se crea
que en Aragón se habló el catalán en algún tiempo, como dice sin
ningún fundamento el Marqués de Mondéjar, que quiere atribuir al
rey Fernando 1.° la introducción de la lengua castellana. Poco
había leído de nuestros antiguos escritores, y poco sabía de
nuestras cosas. El rey Fernando vino a principios del siglo XV
(después del Compromiso de Caspe) y ya mucho antes hablábamos
la misma lengua que ahora, si bien usábamos algunas voces que poco a
poco se fueron dejando, como también ha sucedido en Castilla. En
1385 decía D. Juan 1.° escribiendo a los jurados de Zaragoza. Omes
buenos, bien creemos que habedes sopido, como en el principado de
Cataluña no hay aquella abundancia de pan que sería menester.
Pregunto; ¿cómo se diría esto en Castilla en aquel tiempo? ¿Era
otra lengua o estaba más adelantada la que entonces hablaban los
castellanos? Sin embargo aún tardó más de veinte años a venir el
rey Fernando del Marques de Mondéjar.
Que en Aragón
resultase del latín, del arábigo y del gótico una lengua tan
parecida, o la misma que resultó en Castilla, no debe admirar,
porque con los mismos elementos en el idioma, la misma pronunciación,
las mismas costumbres, las mismas causas políticas y religiosas, el
mismo cielo, el mismo carácter y una comunicación y mezcla tan
continua entre ambas naciones, fuera imposible suceder otra cosa. No
así en Cataluña donde la corrupción del latín vino de la Provenza
con los primeros reconquistadores. Conque ni los castellanos
introdujeron aquí su lengua, ni es diferente la nuestra de la de
ellos: es uno mismo y solo idioma.
No todas las voces
que usamos nosotros y son extrañas en Castilla pertenecen al
lemosín, aunque hay algunas que tienen este origen. Unas son
latinas, otras derivadas de raíces españolas, otras arábigas, lo
que demostraría su etimología si se examinase. Pero para prueba
véase en estas. Concieto (apetito fuerte y especial de comer o beber
alguna cosa determinada) viene de conceptus (deseo concebido) que es
muy latino. Porgar (acribar, ahechar) de purgare, (limpiar). Pinocha
de Pinna o pinus, por la figura. Trasmudar de transmutare. Remondar
de mundare (limpiar) Recantillo de canto (extremo) y re que tiene
fuerza de trabajado, repetido, redoblado, porque así se hace una
buena barda. Vesque (liga) de Viscus. Botinflado de boto (cuero) e
inflar. Basta de etimologías. Las voces arábigas son harto
conocidas, y no es menester citarlas. En fin tenemos también algunas
griegas, como entre otras: aturar, que es parar en un sitio por estar
entretenido o cebado en alguna distracción o juego. Caloyo,
recental, cabritillo.
El desprecio o nota
infamatoria con que los castellanos desechan algunas voces nuestras
es una injusticia, y una presunción exorbitante; y esto se funda en
que los castellanos tienen un diccionario de su idioma, en el cual se
han visto obligados a dar lugar a algunas voces extrañas a su
provincia, como lo son muchas de las suyas para nosotros. La disputa,
pues, debe ser, si un escritor aragonés puede usar las voces que
aquí usamos propias de nuestra provincia, que usaron ya, o no
usaron, nuestros escritores de otros siglos.
Que los castellanos
se rían, sólo prueba que les sorprende un lenguaje a que no está
acostumbrado su oído. Porque ¿en qué se funda la autoridad de las
lenguas? La contestación no la darán sin que podamos sacar
ventajas. Así también un ateniense se burlaba de unas sicilianas
porque dorizaban, y con todo nunca aquellos en su dialecto supieron
componer cosas tan amables y preciosas y en estilo tan dulce.
No podemos los
aragoneses oponer a los castellanos un poeta que haya usado nuestras
voces provinciales, igual a un Garcilaso. Pero sin esta
circunstancia, aunque algunas quizá (quizà, con à) se les
encontrarían, permítaseme citar a los Argensolas, los cuales no
aprendieron su lengua en Castilla, en Toledo, Valladolid, o Alcalá
de Henares, sino en Aragón, en Barbastro, Huesca y Zaragoza. Y dijo
de estos (Lopez) Lope de Vega, que habían ido de Aragón a
Castilla a enseñar la lengua a los castellanos. En efecto así estos
dos escritores célebres, como otros de menos nombre, hablaron la
lengua española tan bien como los más cultos toledanos del siglo
XVI. Que si Cervantes reprende, no sé qué dialectismo en el autor
tordesillesco, ya se sabe que habló en odio de los Argensolas, y con
tan mala prueba no obstante, que ni Tordesillas es pueblo de Aragón,
ni se conoció acá ningún Avellaneda. (Tordesilos sí es de
Aragón, cerca de Alustante, Guadalajara)
No diré yo que los
antiguos escritores aragoneses no se pueden conocer por el estilo; y
aun los modernos; pero será como se distinguen los toledanos de los
sevillanos de aquel siglo, y unos y otros de los que se criaron en
Castilla la Vieja. Notarase lo más un cierto carácter, una índole,
que consistirá precisa y únicamente en más o menos naturalidad,
candor, popularidad, ingenuidad: en mayor o menor concisión, gracia,
energía o suavidad. Pero todos hablan la misma lengua, y fuera de
una que otra voz o frase, tan la misma, que sólo un filólogo
consumado podrá conocer por el estilo donde aprendió a hablar y
cultivó la lengua el escritor que se examina. ¡Ojalá todos ellos
hubieran tomado más de la índole de sus respectivas provincias, más
de su diccionario particular, de sus costumbres y leyes: así
tendríamos una lengua más abundante y varia, como hicieron y
lograron los italianos, y como sobre todos hicieron y lograron los
griegos; pues no se deben a otra causa sus varios, hermosísimos y
encantadores dialectos. Si yo hubiese nacido en Somontano, o hablase
con perfección aquel dialecto, puede ser que me probase a componer
en él algunas églogas, que respecto de la común lengua española,
presentarían el rústico pero suavísimo dialecto dórico de Bion y
Teócrito en la griega.
Advierto que no
todas las voces de este Diccionario son igualmente cultas: hay
algunas bajas, otras son familiares, otras burlescas, otras jocosas:
pero este juicio se deja a la educación, gusto y oído del que
conoce la lengua.
Decimos pues,
respondiendo a la pregunta de arriba, que con la debida elección, y
según la naturaleza de la obra que se escribe, se pueden usar estas
voces en escritos para el público, y por supuesto en instrumentos de
notarios, en la conversación y trato familiar, sin ningún
escrúpulo, como las más puras castellanas, o de la común lengua
española. ¿Qué poeta reparará en una égloga en usar de la voz
ternasco, (cabritillo destinado para regalo de la mesa), tan legítima
por su etimología (tierno) y tan castiza por el sonido? ¿Qué poeta
describiendo el campo no usará la suave y hermosa voz, Ababol, por
la especie de amapolas que se crían en las mieses en primavera, y
que en lemosín se llaman, ruellas, ruillas, por su color rojo? Pues
no menos hermosas que esta hay muchas en este diccionario. Otras son
expresivas de un modo particular. Otras graciosas; otras sonoras: y
aunque todas tuvieran sus equivalentes en castellano, y equivalentes
rigurosos ¿quién se privará de esta riqueza y variedad; sobre todo
en poesía, por un respeto casi idólatra a la Academia de Madrid? Si
en vez de ir Fernando el Católico a Castilla, hubiese venido la
reina Isabel a Aragón y fuera Zaragoza la corte de España; aquí se
hubiese formado el diccionario de la lengua, y contendría nuestras
voces como primeras y las provinciales de Castilla como segundas.
Prevengo que los
zaragozanos hallarán aquí algunas voces que ellos no usan, y quizá
echarán (de) menos una que otra de las más usadas en esta
capital: pero aquello deben atribuirlo a la generalidad del
diccionario, y esto a un cuidado muy especial, que hemos puesto en el
discernimiento de las mismas voces. Las hay en todas las lenguas que
por su rustiquez, inutilidad o corrupción no deben estar en ningún
diccionario. Las propias de nuestros fueros se darán en un apéndice
al que precederá un tratadito del derecho público político y civil
de los aragoneses, cuando tomando consejo de las circunstancias, me
parezca que puedo y debo publicarle.
Explicación de las
abreviaturas. Agr. Agricultura. Adj. Adjetivo. Adv.
Adverbio. Ant. Anticuado. P. u. Poco usado o sólo en algunos
pueblos. For. Forense. n. Nombre. V. Véase. v. a. Verbo
activo. v. n. Verbo neutro. v. r. Verbo recíproco. -
Separación de las varias acepciones de un vocablo, o señal para
excusar la repetición de las voces.
DICCIONARIO
ARAGONÉS-CASTELLANO.
A
Ababol. n.
Amapola que nace en la mies en primavera.
Abadía. n. Casa del
cura de un pueblo. Abadiado. n. Territorio de la abadía.
Abejero. n. Abejaruco. Abispado (avispado). adj.
Agudo, vivo, entendido y activo. Abolorio. n. for. Abolengo.
Retracto gentilicio. Abrahonar. v. r. Ceñir por los brahones.
Abrevador. n. Abrevadero. Acacharse. v. r. Agacharse.
Acampo. n. Dehesa. Acantalear. v. a. Caer granizo grueso.
Acapizarse. v. r. Asirse a las greñas. Acoplar. v. a.
Atraillar, unir dos personas o bestias. Acortadizos. n.
Cortaduras, desperdicios de papel, guantes, etc. Acorzar. v. a.
Acortar. Acotolar. v. a. Aniquilar, acabar con alguna cosa.
Ademprío. n. Ejido, término común de pasto. Ador. n. Turno
en el riego. ADULA. n. Hato de ganado mayor de todo un pueblo,
reunido para pacer (la dula). - Terreno que no tiene riego
destinado. AFIRMARSE. v. r. Ajustarse, contratar un criado o
criada su servicio. AGRAMAR. v. a. Machacar cáñamo, lino.
AGUA ESMERADA. Agua reducida a menor cantidad por la acción del
fuego. AGUACIBERA (aguacivera). n. Tierra sembrada en seco
y regada después. AGUAITAR. v. a. Acechar. AGÜERA. n.
Acequia para dirigir el agua pluvial a los campos. AGUJA. n.
Alfiler. AGUATIELLO. n. Abertura hecha en la pared, para despedir
el agua de un patio, calle etc. ALACET. n. Fundamento de un edificio.
ALADRO. n. Arado. ALAICA. n. Aluda, hormiga con alas.
ALAMBRE. n. Hilo de hierro. ALBADA, n. Alborada. - Canción
de los mozos al rayar el día.
ALBARÁN. n. Papel
de obligación privada. - El que se da en Cuaresma para acreditar el
cumplimiento con la iglesia. ALBELLÓN. n. Arbollón. n. Albañal.
- Conducto subterráneo de piedra en los campos para dar salida a las
aguas sin perjuicio de la labor. ALBERGE. n. Albaricoque.
ALCOVILLA. n. Chimenea sólo para calentarse. ALCORZAR. v. a.
V. Acorzar. ALERA FORAL. n. agr. Pastos comunes a dos o más
pueblos. ALFALZ o ALFALCE. n. Alfalfa.
ALFARDA. n.
Contribución por el riego.
ALFARDÓN. n.
Arandela.
ALFARRAZAR. v.
Pactar el pago de una cosa por otra.
ALFÓNDIGA. n.
Alhóndiga.
ALGORÍN. N.
Atajadizo para poner la aceituna separadamente. - Sitio para tener a
mano harina, cebada etc.
ALMADÍA. n. Balsa
de maderos, o conjunto para conducirlos por los ríos.
ALMENARA. n. Zanja
para conducir al río el agua sobrante de una acequia.
ALMOGÁBARES
(almogávares). n. Tropa irregular de Aragón.
ALMUD. n. La dozava
parte de una fanega aragonesa.
ALMUDÍ. n.
Alóndiga.
ALMUESTAS. n.
Tributos reales.
ALMUTAFAT. n.
Almotacén, fiel de pesos y medidas.
ALQUEZ. n. Medida de
doce cántaros de vino.
ALUFRAR. v. a. Ver
con prontitud. - preveer.
ALUM. n. Alumbre.
AMANTA. adv. Mucho.
AMERAR. v. a. Merar,
mezclar el agua con vino, etc. - Amerar la olla: echar agua en olla
de nuevo. AMORGONAR. v. ac. agr. Tender los sarmientos para que
arraiguen. AMOSTA. adv. Lo que puede cogerse con las
palmas de las dos manos juntas. AMPRAR. v. a. Pedir o tomar
prestado.
ANDADERAS. n. Secas.
ANDADOR. n. agr.
Andén, calle de jardín. - Ministro de Ayuntamiento.
ANDALOCIO. n. Lluvia
de poca duración.
ANEGA. n. Fanega.
ANTECOGER. v. a.
Coger las frutas antes de tiempo.
ANTIPOCA. n.
Instrumento, por el cual uno se declara deudor. ANTORCHERA. n.
Velón de cobre. ANTOSTA. n. Tabique. APAÑAR. v. a.
Remendar. APARADOR. n. Basar. APENAR. v. a. Intimar una pena
ya señalada. APERCAZAR. v. a. Coger con alguna dificultad.
APETENCIA. n. ant. Apetito. APOCA. n. Recibo. - Testimonio
que dan los curas y frailes por las misas de algún cargo que han
celebrado. APRENSIÓN. n. for. Uno de los cuatro procesos
forales. ARGUELLADO. adj. Desmedrado en salud. ARGUELLARSE.
v. r. Parecer enfermizo y desmejorado. - No blanquear la ropa, lo que
debiera. ARGUELLO. n. Desmedro. - Suciedad. ARIBOL. n. Aspa:
ARMADÍA. n. V. Almadía. ARQUIMESA. n. Papelera. ARRAMBLAR.
v. a. Dejar una avenida llena la tierra de arena. - Llevarse uno todo
lo de una especie o muchas cosas con grande ambición o codicia.
ARTIGA. n. Tierra recientemente roturada. ARTO. n. Espino.
(??? si florecen os artos, nieve en os altos)
ASOLARSE. v. r.
Aclararse los licores turbios bajando al suelo las partículas más
gruesas. ATAR, fardos, paquetes. v. a. Liar, etc. ATRAZAR. v. a.
Trazar, disponer el éxito de alguna cosa.
ATRAZO. n. Persona
desaseada y despreciable. ATURAR. v. a. Hacer parar o detener
las bestias. - El que a 40 años no atura, a 50 no adevina, a 60 desatina. V. el prólogo. AUGETAS. n. Albricias, gratificación
que se suele dar a las criadas en casas particulares, mesones,
diligencias. - Especie de pastel. - Penca de escarola cocida.
AVEZAR. - AMALVEZARSE. v. r. Aficionarse, cebarse. (chap.
aveá, aveás, malveá, malveás)
AZAROLLA. n. Serva.
(acerola)
AZUD. n. Presa para
sacar agua de un río.
AZUDA. n. Noria.
B
BABAZORRO.
adj. Rústico, tosco. - Dícese con desprecio del joven que se atreve
a mayores empresas de lo que está bien a su edad. BADAL. n.
Carne de las espaldas y costillas. BADINA. n. Charco o laguna que
deja un río. - De aquí embadinar. BANDEAR LAS CAMPANAS.
Tocarlas, haciéndoles dar vueltas. BAGA. n. Cuerda para atar
cargas. BAGUETA o BAGUERETA. V. Baga. Ballón. n. agr. Arroyo
pequeño. BALLUECA. n. agr. Ballico, joyo, especie de cizaña.
BÁNOVA. n. Colcha
de lana, cubierta de cama. BARBADO. n. agr. Sarmiento con
raicillas para plantarse. BARCHILLA. n. La doceava parte de un
caiz de granos. BARDO. n. Barro. BARRAL. n. Garrafa.
BARREÑO. n. Jofaina. BASTA. n. Hilván. BASTARDELO. n.
Minutario, cuaderno de borradores de las escrituras. BASTE. n.
Basto, especie de albarda. BATEAGUAS. n. Paraguas. BATIR. v.
a. Verter, arrojar, desechar, derribar. BATUECO. adj. Huevo
huero. BÁZARO de cera, pez, etc. n. Escoria. BECCARDÓN. n.
Agachadiza. BERGANTO. n. Cardenal, señal o hinchazón que deja
el látigo. BERLANCO. n. V. Berganto. Besque. n. Liga.
BIMARDO. n. Novillo, buey de dos a tres años. BISALTO. n.
Guisante. Bisca. n. Remurguillo, viento no muy fuerte, pero frío
y penetrante. BISTRAER. Sonsacar. BISTRETA. n. Cantidad que
en lo antiguo se adelantaba a un procurador.
BLANQUERO. n.
Blanqueador.
BOALAR. n. agr.
Dehesa.
BOIRA. n. Niebla muy
espesa.
BOJARDONES. n. agr.
Especie de setas.
Bofo. adj. Fofo.
Bolado. n. Pan de azúcar rolado. (panal de azúcar).
BOLEA. n. Pelota jugada al aire. - fam. mentira. BOLISA. n.
Pavesa, motilla en la ropa, y la que vuela en el aire. BOLLO. n.
Chichón. Boñiga. n. Excremento del ganado vacuno (bacuno).
Boque. n. Macho cabrío. Botiga. n. Tienda de mercader. -
Taller de un artista. BOTINFLADO. adj. Hinchado. Boto. n.
Pellejo, cuero para poner vino. BRAZAL. n. agr. Arroyo, hijuela
de acequia. BRESCA. n. Panal de miel. BRISA. n. Orujo de la
uva. BROCAL de canal. n. Bocal, azud (o presa). BROCUL,
BROQUIL o BRÓCULI. n. Brócules, col. Buco. n. V. Boque. BUEGA.
n. Mojón, linde. BULCAR. v. a. Volcar. BURO. n. Greda,
arcilla. BUSCA. n. Mota. BUIDADOR o BUIRADOR. n. El que
trabaja en latón o cobre.
С
Cabezana. n. Cabestro. CABIDAR. v. a. Ahorrar,
economizar. CABALLÓN. n. agr. Lomo de tierra que divide las eras
de los huertos. CABEZERO. n. Inquilino principal de una casa.
CABREO. n. Libro becerro. Cacha. n. Envite falso en ciertos
juegos de naipes,
CACHILADA. n.
Lechigada.
Cacho. adj. Gacho.
Cadejo. n. Madeja.
CADILLO. n. La flor
del olivo cuando sale el fruto. - Cachorro.
CADIELLO. V.
Cadillo.
CADIERA. n. Escaño,
banco de respaldo.
Cado. n. Madriguera.
CALAJE. n. Cajón o
naveta.
CALAMONAR. v. a.
Corromperse o fermentar la yerba u otro vegetal.
CALIBO. n. Rescoldo.
CALOYO. n. Recental, cabritillo destinado para el plato.
Callizo. n. Callejuela, calleja.
CAMAL. n. Rama.
CAMPAR. v. n.
Solazarse. - Descollar, sobresalir: lucir el garbo, pasear con
vanidad u ostentación de la ropa, riqueza, etc. CANALERA. n.
Canal de tejado. CANERO. n. Salvado grueso. CANSO, CANSE o
CALSO DE AGUJA. n. Ojo de aguja. CANTAL, CANTALAZO. n. Canto o
piedra grande. Caño. n. Cueva para refrescar el agua, vino en
verano. CAÑUTO. n. Alfiletero. CAPAZA. n. Espuerta para los
molinos de aceite. Capazo. n. Esportilla. CAPARRA. n.
Garrapata. CAPARRÓS. n. Caparrosa. CAPEL. n. Capullo, se
dice del gusano de seda. CAPELARDENTE. n. Tumba. (capilla
ardiente) Capítulo. n. Cabildo de cualquiera iglesia.
CAPOLAR. v. a.
Cortar menudamente carne, cebolla. CAPSUELDO. n. Ventaja del uno
por diez le da al que paga ciertas deudas antes del término. Y así
se dice ganar capsueldo o capsuelda, por pagar anticipadamente.
CARAMULLO. n. Colmo. CARDELINA. n. Jilguero. CARDÓN. Árbol.
n. agr. Laurel silvestre. CARIÑAR. v. a. Echar (de) menos
a una persona, lugar, etc. sentir su ausencia y privación.
CARIÑARSE. v. r. Sentir tristeza por la ausencia de los amigos,
padres, etc. Sentir novedad triste de un lugar, de gentes no
conocidas, etc.
CARNERARIO. n.
Panteón u osario.
CARPETA. n. Cubierta
de carta.
CARRAÑA. n. Ira:
persona de mal genio.
CARRAÑAR. v. n.
Regañar.
CARRAÑÓN. adj.
Regañón.
CARRAZA de n. Ristra
de ...
CARRAZO de uva. n.
Racimito de la uva.
CARRADA. V. Carraza.
CASAL. n. Solar:
edificio de casa arruinado.
CASERA. n. Ama de
gobierno.
CAJETA. n. Cepo para
pedir limosna.
CAVAL (cabal).
n. Peculio, pegujar, de los hijos segundos.
CAVALERO. n. El hijo
que no es heredero. (aquí aparece cabezero. n. Inquilino
principal de una casa.)
CAZUELO o CAZUELA.
n. Cacharro.
CENERO. n. Terreno
no pacido.
CENTENAR, CENTENAL O
CENTENERO. n. Cuenda de madejas.
CENSAL. n. Censo.
CENSALISTA. n. El
acreedor a los censos.
CEÑAR, v. a.
Guiñar, hacer señas.
CEPRÉN, CEPRENAR.
Palanca: mover algo con ella. CERCILLO. n. Arco de cuba. CERPA
DE LANA. n. La porción que puede cogerse con los dedos. CHAFAR.
v. a. Escachar, machucar: - dejar burlado a uno con una salida que no
esperaba. CHAFARREAR. v. a. Hablar, platicar. CHANDRO. adj.
Flojo, desaseado. CHANCHULLO. n. Bahorrina, conjunto de cosas
despreciables y asquerosas. CHAPARRAZO. n. Chubasco. CHAPEAR o
CHAPIAR. v. a. Chapotear. CHARADA DE FUEGO. Llamarada de poca
dura duración.
CHARRAR. v. a.
Charlar, hablar con indiscreción.
CHEMECAR. v. n.
Quejarse.
CHEMECO. n. Quejido.
CHIRNETE. N.
Chichón.
CHIRIGOL. n. Pisto.
(algunas no están
en este orden en el texto que tengo delante)
CHORDÓN. n.
Frambuesa: zumo de fresas.
CÍA. n. Silo.
CIBIACA. n.
Parihuelas, andas.
CIRIUELO. n. Libro
de cerilla. CHOLLAZO. n. Pescozón. CHOTA. n. Vaca. -
Ternera.
CHULLA. n. Lonja de
tocino, carnero, etc.
CLAMOR. n. f.
Barranco o valle, que es arroyo crecido en las lluvias copiosas.
COBAR. n. Cobijar.
COCINILLA. V.
Alcobilla.
Cocio. n. Cuenco.
Coconas (nueces).
adj. Nueces vanas.
Cocote. n. Cogote.
COGER. v. n. Caber.
COGULLADA. n.
Cogujada.
COLLETE. n.
Alzacuello.
Concieto. n. Apetito
semejante al de las mujeres preñadas. CONFITAR. v. a. Cocer las
frutas en almíbar y cubrirlas con azúcar. CONSUETA. n. Añalejo.
- Apuntador de teatro. CONVOLAR A SEGUNDO MATRIMONIO. Contraer
segundo matrimonio. COQUETA. n. Palmeta. - Especie de pan.
CORCARSE. v. r. Se dice de la madera cuando la roe el gusano.
CORRENTIAR. v. a. agr. Echar agua en los campos para
beneficiarlos. CORRINCHE. n. Círculo de gente. CORRO. V.
Corrinche. COSCARANA. n. Torta delgada y seca. Coso. n. Calle
muy ancha, que suele ser la principal de una ciudad. Cosero. n.
Arroyo para regar un campo. Cospillo. n. Orujo de oliva.
COTILDEQUÉ (de) m. ad. Clase ínfima de un mismo título
de nombre, autoridad, dignidad, etc. CREMALLOS. n. Llares.
CRESARSE LA MADERA. V. Corcarse. CUARTEAR. v. a. Cuartar,
sacar la cuarta parte de la décima. CUARTEADOR. n. El encargado
de esta operación. Cuezo. V. Cocio. CULTARAR. v. a.
Cultivar. CUITAR. n. Reja para arar cuando la tierra está
seca. CUNAR. v. a. Mecer.
D
Dalla o dallo. n.
Dalle.
DAZA o ADAZA. n.
agr. Cierta semilla parecida al trigo cuando está en cierne.
DEGÜELLA. n. La res que se mata por haber entrado en vedado.
Degüello.n. Degolladero. DENTERA. n. Apetito de comer una
cosa excitado por su presencia. DESCAI O DESGAI. n. Retal, pedazo
de tela. - El tanto en dinero que se paga cuando en los diezmos no
llega al número la especie. DESGANA. n. Desmayo, congoja.
DESMADEJADO. adj. Flojo, desmazalado. Despedida. n. Salida,
desaguadero. Dica. adj. Hasta. DIEZMADOR. n. El preceptor de
diezmos. DOBLERO. n. Panecillo de cierta especie. DOMINICATURA.
n. Cierto derecho del señor temporal. Doncel. n. Ajenjo.
DORONDÓN. n. V. Boira. Niebla espesa y fría de invierno.
Dropo. adj. haragán
(aragan en el original), inaplicado.
DULA. V. Adula.
DURAZNILLA. n.
Durazno.
DESJUÑIR. v. a.
agr. Desuncir.
E
ECHAR
GATOS AL EBRO. (No estar para) estar miserable, etc. EJECUTOR, n.
Albacea. EMBAFAR. v. a. Empalagar. EMBASTAR. v. a. Hilvanar.
EMBASADOR. n. Embudo. EMPANDULLO O EMPANTULLO. Pastel,
ensuciada, mala salida de un negocio, - embolismo, embrollo. Enverar
las uvas y demás frutas. v. a. Principiar a sazonar las frutas.
EMPEDREAR. v. a. Empedrar. EMPELTRE. n. Olivo (injertado)
engertado. EMPENTA. n. Empujón, empellón. EMPENTÓN V.
Empenta. EMPENTAR. v. a. Empujar. Enatizo. n. Desmedrado, mal
nacido físicamente. - De ánimo apocado, ruin. ENCANTAR. v. a.
Vender en almoneda. ENCANTE, ENCANTILLO. n. Lugar en que se
venden las cosas viejas o de desecho. ENCARRAÑARSE. v. r. Irritarse,
incomodarse. ENCETAR. v. a. Decentar, empezar. ENCORRER. v.
a. Correr tras alguno para cogerle. ENDURAR. v. a. Pasar hambre,
sufrir. ENGALZAR. v. a. V. Encorrer. ENGARDAJINA. n.
Lagartija. ENGLUCIAR. v. a. Mirar con intensión, hacer gestos
para conseguir alguna golosina. ENGULLIDOR. n. Sumidero.
ENRONA. n.
Escombros, desperdicios de obra.
ENRONAR. v. a.
Envolver con escombros.
ENRUENA. V. Enrona.
ENSOBINARSE. v. r.
Caer una caballería en postura supina con peligro de perecer.
ENTORNAR. v. a. Hacer el dobladillo. ENTRECABAR. v. a. Sachar,
limpiar de yerbas la hortaliza. ERAGE. n. Miel virgen. ESBARAR.
v. a. Resbalar. ESBARRAR. v. a. Asombrar, espantar la caza,
caballerías, etc. ESBAFAR. v.
a. Evaporar. ESCACHAR. v. a. Despachurrar met. Chasquear,
dejar burlado con admiración. ESCALFETA. n Braserillo. ESCAHAR.
v. a. Roturar. ESCAÑARSE. v. r. Desgañitarse, ahogarse de una
tos fuerte. Escaño. n. Féretro. ESCACILAR. v. a. Cacarear.
ESCALIBAR. v. a. Sacar el rescoldo. ESCAMPAR. v. a. Tender el
estiércol por la tierra. - Derramar granos y cualquiera cosa.
ESCOBAR. v. a. Barrer. ESCOPETADA. n. Escopetazo. ESCORCHA.
n. Túrdiga, correa ancha de cuero sin curtir. ESCORCHAR. v. a.
Levantar la corteza de un mal. ESCOTOLARSE. v. r. Frotarse el
cuerpo con la camisa moviéndose. Escudillar las sopas,
chocolate. Calar las sopas. ESGARRIFAR. v. a. El efecto que nos
causa la lima cuando da en falso. - Espeluzarse (espeluznarse)
de estremecimiento y horror por un hecho atroz.
ESMUIRSE. v. a.
Deslizarse, escurrirse, zafarse.
ENAVESAR. v. a.
Trasponer.
ESPEDO. n. Asador.
(espeto)
ESPERREQUE. n. Niño
u hombre mal sano, regañón. Cosa despreciable.
ESPICHAR. v. a.
Morir.
Espinai. n.
Espinaca.
ESPONJADO. n.
Azucarado.
ESPORTÓN. n. Serón.
Espuenda. n. Margen
de río, campo.
ESQUILA o ESQUILO.
n. Cencerro.
ESQUILADA. n.
Cencerrada.
ESQUIROL. n.
Ardilla.
ESTADAL. n. Librito
de cerilla.
ESTREÑIR. v. a.
Entornar una puerta, medio cerrar. ESTRENAS. n. V. Augetas en su
primera acepción. ESTRICALLAR. v. a. Hacer pedazos. ESTREUDES.
n. Trébedes. ESVIRAR. v. a. Bruñir.
F
FABOLINES. n.
Especie de habas pequeñas.
FABUEÑO. n.
Fabonio, viento.
Fajo. n. Haz.
FALCA. n. Cuña.
FALAGUERA. n. Deseo
impertinente y extravagante.
FALORDIA o FALORÍA
(hay tilde, faloria). n. Cuento, Fábula.
FARDACHO o HARDACHO.
Lagarto.
Falsa. n. Desván. -
zaquizamí.
FARACHAR. v. a.
Espadar el cáñamo, lino.
Farfalloso. adj.
Tartamudo, balbuciente.
FARINETAS, n.
Puches.
FARNACA. n. Lebrato.
FASCAL. n. Hacina de
30 haces de mies.
FEJUDO. adj. Basto,
pesado: se dice de las ropas.
FEJUDEZ. n. Pesadez.
FEMERA. n.
Estercolero. FENDILLA. n. Grieta.
FENAL. N. Prado.
FERGENAL, FERGINAL o
FREGENAL. n. Campos que se comprenden en la redonda de un pueblo.
FIEMO. n. Estiércol.
FILA. N. Madero,
viga.
Findoz. n. Regaliz.
FIRMA. n. Uno de los
cuatro procesos forales.
FITERO DEL SOL. n.
Resistero.
FIZAR. v. a. Clavar
el aguijón la abeja o algún animal ponzoñoso. Fizón. n.
Aguijón. FONDELLÓN. adj. Vino muy bueno que tiene fondo o madre
antigua en la vasija. FOSQUETA. n. Calabozo. Fraga. n. Fresa en
la parte septentrional de Aragón. (Fraula en Valencia)
FRAGENCO. n. Cerdo de dos años. Fres. n. Galón de plata u
oro. FRITADA. Pisto. FRIOLENCO. adj. Friolento. FRONTINAZO.
n. Golpe dado en la frente, contra una pared, puerta, etc. FULCO.
n. Geme. FURO. adj. Fiero, huraño, animal coceador. - Mujer
esquiva, cerrera. - Hacer fura alguna cosa. - Trasnocharla. -
Hurtarla.
G
GABOTE. n.
Volante, juego. GAFETE. n. Corchete. GAJO. n. Porción de
manzana, naranja. GALACHO. n. Hoyo o cortaduras que dejan las
avenidas o aguas derrumbadas. GALDRUFA. n. Peonza. GALERA. n.
Casa de corrección para mujeres. GALLINERO. Cazuela de teatro.
GALLIPUENTE. n. Puente que llevando una acequia, sirve también
para paso.
GALLOFA. n. Añalejo.
GALLÓN. n. Césped arrancado de los prados para hacer paredes.
GANA, tenerla o darla. Querer o no querer. GAÑA. n. Extremos
de herradura, reja o azada. GARGOL. V. Batueco. GARNACHA. n.
Uva y vino de cierta especie. GARRAMPA. n. Calambre. GARRASPA.
n. Escobajo. GARRÓN. n. Calcañar. GARROSO. adj. Patituerto.
GARVA. n. agr. Gavilla de mies. GARUFO. adj. Garifo. GAVIÑO.
n. Pretil. GAY o GAYO. n. Cierta ave. GENERAL. n. ant. Rentas
generales. GENERALILIDADES. n. ant. Contribuciones. GETA. n.
Grifo - boca y aun mejillas. - Hinchar a uno la geta - darle de
mogicones. GETAZO. n. Bofetón. GIGUENTENA. n. Multa o pena por
abuso de las aguas de riego. GIMENZAR. v. a. Sacudir a golpes la
simiente de lino, cáñamo. Ginjol. n. Ginja, azofaifa. GORITO.
adj. Ruin. GRAMEN. n. Grama. GRATAR. v. a. Rascar poquito a
poco. GRIPIA. n. Mujer díscola y pendenciera. GRITAR. v. a.
Reprender reconvenir. GRUENZA, n. Tolva. GUARDA o GUARDIA. V.
Dula o adula. GUANTĄZO. V. Getazo. GUAJO. n. Pie de trigo,
cebada con más de una espiga. GUAJAR. v. n. Echar muchas
espigas. GUARÁN. N. Garañón. GÜELLAS. n. Ovejas. GUIJA.
n. Amorta (almorta), especie de legumbre. GUIJONES. n.
Especie de guisante. GUIÑOTE. n. Brisca real, tute, juego de
naipes. GUINGORRIA. (a la) mod. adv. Se dice de un traje mal
puesto, extravagante. Guito. adj. Mulo o asno coceador.
GUSANERA. n. Herida hecha con palo o piedra en la cabeza.
H
HILARZA. n. Hilaza.
HILADILLO. n. Cinta
de algodón.
HILERA. n. Hueca del
uso.
Hilete. n. Hilo
delgado.
HORCA PAJERA. n.
Aviento.
Hoya. n. Terreno
llano y dilatado rodeado de montes.
Huega. V. Buega.
HUEBRA. n. Barbecho.
HURTA-DINEROS. n.
Alcancía, hucha.
I
INDIGNARSE LA LLAGA.
Enconarse la. INGENIO. n. Fábrica donde se elabora la cera.
INTIMA. n. El acto de apenar. INVENTARIO. n. Uno de los
cuatro procesos forales de Aragón. IRASCO. n. Macho cabrío.
J
JARRO. n.
Medida de vino. - el cacharro. Jasco. adj. Desabrido, áspero al
paladar. JAUTO. adj. Soso. Jota. n. Baile (bayle) de
Aragón. - Sonata de la provincia. - Canto. JORDIGA. n. Ortiga.
JUBO. n. Yugo. JUBADA. n. Yugada. JUÑIDERA. n. Coyunda.
JUÑIR. v. a. Uncir. JUSTILLO. n. Ajustador de las mujeres. -
En francés y en Castilla corsé.
L
LABOR. n.
Simiente de seda que se aviva. LAMÍN. n. Golosina. LAMINERO.
adj. Goloso. Lapo. n. Bofetón no fuerte y dado por venganza y
con desprecio. LASTÓN. n. Yerba seca. LATONERO o LITONERO.
n. Almez, árbol. Ley. n. Cariño, afecto. - Tener poca o mucha
ley. - Querer poco o mucho. - No tener ley al pan que se come. - ser
un descastado. Libón. a. Fuente donde borbolla el agua de abajo
arriba. - Depósito de agua para una fuente. LIBRA. n. Peso en
los molinos de aceite. - veinte sueldos moneda; libra jaquesa.
LIESTRA. n. Planta silvestre parecida al mimbre. LIGALLO o
LIGAJO. n. Junta de ganaderos que determina el paso de los ganados, y
en lo antiguo dirimía las controversias que de esto se producían.
Lillas. n. Aguinaldos. LISIADO. adj. ant. Aficionado. LITÓN.
n. El fruto del almez, almez. LIZA. n. Bramante. LOMILLO. n.
Solomillo. LONJA. Edificio público para depositar artículos de
comercio. Loseta. n. Trampa hecha de un ladrillo o losa pequeña
para coger ratones y pájaros. LUCIAR. v. a. Apuntar la reja o arado.
LUCERO. n. Libro Becerro.
LUMINERO. n.
Mayordomo de cofradías.
LUMEN-DOMUS. V.
Lucero.
LUNA. n. Patio.
LUQUETE. n. Pajuela.
Lorza. n. Alforza,
pliegue que se hace en los vestidos para alargarlos, si acomoda.
LLEGA, (hacer la) n. Recoger limosna, o lo que la caridad da aún a
los que no son pobres, como los frailes. LLEGAR. V. Llega.
M
Macelo. n. Rastro.
MADRAZA. n. Madrona. MAIGAR. V. Entrecavar. MALBUSCA. n.
Mujer inquieta, sagaz y muy astuta. MALMETER. v. a. Echar a
perder. MANCHA. n. Fuelle. MANCHAR. v. a. Mover los fuelles.
MANCHADOR. n. El que los mueve. MANIFACERO. adj. Entrometido
en lo que no le importa. MANIFESTACIÓN. n. for. Uno de los
cuatro procesos forales. MANTORNAR. v. a. agr. Binar. MANZANA
DE DAMA. n. Azarolla. MARDANO. n. Morueco, carnero que se deja
para padre. MÁRFEGA. n. jergón. MÁRRAGA. n. Tela basta de
estopa y pelo de cabra. MARTÍN-PASEO. V. Fritada. (pisto;
chirigol) MAS. n. Casa de campo en secano. MASADA. V.
masía.
MASAR. v. a. Amasar.
MASÍA. v. a. agr.
Cortijo.
MASOBERO. El que
vive en cortijo.
MASCARA. n. Tizne.
MASCARAR. V. Tiznar.
MATA DE PELO. n.
Crencha.
MATACABRA. n.
Granizo muy menudo y frío que cae en invierno.
MAYENCO. n. Deshielo
de nieve en primavera.
MAZA. n. Pértiga.
MAZERO (macero).
n. Pertiguero, oficio de las iglesias.
MEJANA. n. Isla de
río. MELSA o MIELSA. n. Bazo.
MELÓN DE AGUA.
Sandía.
melón de carne o de
tierra. Melón.
MEMORIA, (caer o
dormir de) boca arriba, panza arriba, posición supina. MENUCELES,
MINUCIAS. Los perceptores de décimas entienden todos los frutos,
menos los granos, vino y aceite, que llaman mayores. MENUDILLO.
n. Moyuelo, salvado menudo. MESTURA o MISTURA. n. Trigo mezclado
con centeno. MERMAR. v. n. Disminuirse el agua, la cera, y
cualquier líquido por la acción del fuego. Mida. n. Medida,
sincopada de medida. Milocha, o MILORCHA. n. Cometa. MITADENCO.
n. V. Mestura. MOLADA. n. Cantidad de aceituna que se deshace de
una vez. MOLTURA. n. Maquila. Molla, musgo, mohó. n. Tierra
sustanciosa.
Momo, momero. n.
Fisgón.
MOÑACO. n. Muñeco.
MORCACHO. V.
Mestura.
MORCAS. n. La hez
del aceite.
MORGUERA. n.
Tomillo.
MORGÓN DE VID. n.
Mugrón.
MORGONAR. v. a.
Tender los sarmientos para que arraiguen. MORTIJUELO. n. Párvulo,
niño muerto dispuesto para enterrarle. MORÚGULA o MÚRGULA. n.
Criadilla de tierra. Mosen. Título o tratamiento. Equivale a
Don: y se da a los clérigos. Antiguamente se daba
a los nobles.
MOTACÉN. V.
Almotacén.
MUTAFA. V.
Almotacén.
MOTILAR. v. a.
Cortar el pelo.
Mueso. n. Bocado.
MUIR. v. a.
Ordeñar. (muñir)
N
NANTARSE. v. r. p.
u. Apresurarse. NATILLA. n. Natillas. NAVESAR. V. Esnavesar.
NAYA. n. Galería dentro de sala, iglesia, etc. NIETRO. n.
Medida de 16 cántaros de vino. Niquitoso. adj. Dengue, hombre
que se emplea en menudencias y reparos despreciables. No-cosa. mod.
adv. p. u. Nada.
O
OLEAZA. n.
El agua sucia que sobra después de sacado el aceite de la pila.
OLIVA. n. Aceituna. OLIVERA. n. Olivo árbol. ONCEJO. n.
Vencejo. ORDINACIÓN. n. Ordenanza. ORDIO. n. Cebada.
OTRI-OTRIE. adj. p. u. Otro. - Ocupa hacienda, ropa ajena.
P
PACENTAR o PAGENTAR.
v. a. Apacentar. PAJUZ, PAJUZO. n. Paja desecha en los pesebres
y eras.
Panes. n. El trigo
en yerba.
PANIZO, n. Maíz.
PANIQUESA. n.
Comadreja.
PANOLLA. n. Mazorca.
PAREJO. adj. Poco
limpio en guisar y gobernar la comida.
PASAMÁN. n.
Pasamanos.
Paviso. n. Pavía. -
adj. - Tonto, lerdo.
PAÚL. n. Pradería
común.
PECINA. n. Riña.
PECULLO. n. ant.
Peculio.
PEDRADA. n.
Apedreada.
PEDREÑA. n.
Pedernal.
PELELE. n. Pobre en
potencias y fortuna.
PELLA DE COL. n. El
cogollo de la col.
PENAR. v. n. Pesar,
arrepentirse.
PENAMÉ. Pésame.
PENEQUE. n.
Borracho. Ponerse peneque, embriagarse.
PEONÍA. n. Peonada,
jornal.
PERCAZAR. V.
Apercazar.
PERDIQUERO. n.
Perdigón.
PERERA. n. Peral.
PETENAR. v. a.
Retozar.
Pezolaga, n. Hombre
o mujer tronera, de poco asiento y malas mañas. PICAR. v. a. en
el almirez. - Machacar. Pichón. n. Palomino, el polluelo de
paloma casera. Picor. n. Picazón, escozor. Pie. n. Medida de
aceituna. PIGRE. n. Negligente, el peor de la escuela. PILLA.
n. Pillaje. Pilma. n. Vizma. - Deuda o trampa. PINOCHA. V.
Panolla. PIÑORAR o PEÑORAR. ant. Sacar prendas. PINCHE. n.
Ayudante, marmitón de cocina. PIQUERO. n. Albañil, alarife.
PIGÜESA. n. Viruelas. Picota. V. Pigüesa. (pigota) Pizco.
n. Pellizco. PLACER (A). mod. adv. Despacio, poco a poco.
Planzón. n. Estaca de olivo vivo; y de cualquier árbol.
PLEGAR. V. Llegar. PLEGADOR. n. El que recoge la limosna.
Pocear. v. a. Sacar agua de un pozo con pozales. PORCHE. n.
Poste, soportal. PORGADERO. n. Arnero.
PORGAR. v. a.
Aechar. PORGUESAS. n. Aechaduras. (Pocha. n.
Faldriquera.) Pocho. adj. Pálido, descolorido. Pollos. V.
Caballón. POLPA. n. Pulpa. Poso. n. La parte gruesa de
líquidos que se queda o baja al fondo de la vasija. POZAL. n.
Cubo de pozo. POZALEAR. v. a. Revolver la agua de un pozo
con los cubos y cuerda subiendo y bajando. PRECIOS. n. Estimación
de daño causado en campo. PREDICADERA. n. Púlpito. PRESA.
Puchero de enfermo. PRESTAR EL PAÑO. v. a. Dar de sí
extendiéndose. PRIETO. adj. Mezquino, mísero, tacaño.
PROCURA. n. Procuradoría. PROBAR. v. a. Catar. PUDIR. v.
n. Heder. PUDOR. n. Hedor, hedentina. PUNCHAR o PINCHAR. v.
a. Punzar. PUNCHÓN, PINCHÓN. n. Punzón. PUNCHAZO. n.
Punzada. PURNA. n. Chispa. Puya. n. Poya.
Q
QUADERNA. n. La
cuarta parte de alguna cosa. - Moneda de dos cuartos. - El prest de
los presos. QUERA. n. Carcoma. QUERAR. v. a. Carcomer.
QUEBRAZAS, de aquí AQUEBRAZARSE. n. Herpes en pies y manos.
QUIÑÓN. n. Almenara; turno para regar algún término o huerta.
R
RABADA n. Rabadilla.
RACIMAR. v. a. Recoger los racimos después de vendimiada una
viña. RACIMO, n. Hijuela, parte de uva. RAEDOR. n. Rasero.
Rafe. n. Alero de tejado. RAN DE TIERRA (cortar al) Cortar la
raíz. (cortar por la parte más baja, la raíz queda aún más
abajo) RAMPA. n. Calambre. RAMPALLOS. n. Pimpollos. Ras.
(Paño de tapiz). RASAS. n. Porción elevada de tierra de
regadío. Raso, adj. Lleno, colmado, lengua rasa, (hombre o mujer
de) desbocado, desvergonzado. Raspa. n. Escobajo. RASTRA. n.
Rispa (ristra), Sarta. REAL o REAL DE PLATA. Diez y seis
cuartos. REBÉS (revés). n. Sornavirón, bofetón dado
vuelta la mano. REBECAR. v. Pandear, inclinarse un árbol o sus
ramas por el peso del fruto. REBUSCAR. v. a. V. Racimar. REBLAR.
v. n. arredrar. - Hincar en la madera la punta de un clavo cuando
sale otro.
REBOTIGA. n.
Trastienda.
REBUÑOSO. ad.
Tomado de orín.
RECADO. (buen) mod.
adv. Mucho.
RECANTILLO. n. Barda
de tapia.
RECARDERO. n.
Revendedor.
RECIBIDOR. n.
Recibimiento. - Cierto oficio honorífico de alguna encomienda.
Rechichivado. adj.
Guisado demasiado cocido o pasado de fuego.
REGACHO, REGACHADO.
n. Canal que abre agua derrumbada de los montes. (regall; regallo)
REPARAR. v.
Operación del pan.
Reposte. n.
Despensa.
REPOSTEAR. v. n.
Mirar, registrar con curiosidad reprensible lo que no importa.
REPROPIAR. v. a.
Resistir el freno las caballerías. - Repetir con impertinencia y
poca atención una misma respuesta, unas mismas palabras.
RESTIL. n. Resistero
del sol.
RETASTINARSE. (el
guisado) v. Asurarse.
REVISALSEAR. V.
Repostear.
REVISALSERO. adj.
Curioso, bachillero.
REVOLTINA. n Motín,
conmoción (comocion) popular.
REZAGO. n. Ganado
endeble, que se separa del rebaño para mejorarle en otro pasto.
(rezagado, de zaga: detrás, atrás; zaguera, zaguero)
RIADA. n. Avenida de
río.
RIOSTRA. n. Aldava.
(aldaba ?) REBELLONES. n.
Especie de hongos. (robellones, rovellones, níscalo,
lactarius)
ROLDE. n. Círculo.
ROÑAR. v. a.
Regañar, roñón. adj. Regañón.
Roncha. n. Lonja
(loncha) de tocino, carne, salchicha, etc.
Rónego. adj.
Descarnado.
Royo. adj.
Rojo. Robel. V. Labacio.
Roscadero. n.
Cuévano.
ROSADA. n. Escarcha.
Roya. n. Cierta
yerba. - Cierta enfermedad del trigo.
Ruejo o rollo de
molino. n. Rodillo. (roll)
Rufo. V. Garufo.
Rusio rusiente. adj. Candente.
RUJAR. v. a. Rociar.
RUJADA. n. Rociada.
S
SABANILLA. n.
Pañuelo. SACAFUEGOS. n. Eslabón. SACA. (derecho de) V.
Abolorio. SANSA. n. Orujo de oliva. SAQUERA. n. Aguja de
coser sacos. SARGANTANA. n. Lagartija. SARRAMPIÓN. n.
Sarampión. SARRIO. n. Especie de cabra montés. Saso. n.
Tierra ligera y opuesta a la vega. SEÑAR. v. a. Hacer señas.
SIRGA. n. Maroma. SIRRIO. n. Sirle, Sirria. SITIADA. n.
Junta de gobierno de una casa de beneficencia. SOBA. n. Cueva o
boquerón profundo horizontalmente. SOBATER. v. n. Agitar
líquidos, sacudirles. SOMARRARSE o SUMARRARSE. v. a. Pegarse un
guisado.
SOPAPO. V. Revés.
SOTOBAR o sostobar.
v. a. Mullir.
SUELDO, SUELDO
JAQUÉS. Ocho cuartos.
SUPLICACIONES. n.
Barquillos.
T
TABLERO. v. n.
Mostrador.
Taca. n. Mancha.
TAFARRA. n. Atarre.
TAJADERA. n. Tabla
para detener el agua.
TALA. n. Tara.
TALEGAZO. n Caída
de resbalón. - Costalada.
TANERÍAS. n.
Tenerías.
Tano. n. Nudo en la
madera.
TÁPARA. n.
Alcaparra.
TARDANO. adj.
Tardío.
Tarde. adv. Las
primeras horas de la noche.
TARQUÍN. n. Cieno.
TARRANCO, o
TARRANCHO. V. Garrancho.
TARRANCAZO. V.
Garrancho.
TASTAR. v. a.
Probar, gustar.
TERCIAR. v. Dar la
tercera reja a la tierra.
TERNICES. n.
Gusanillos que se ven en la carne que empieza a podrirse.
TERNASCO. n.
Recental.
TERUELO. n. Bolita
de lotería, o semejante.
TINGLADO. n. Tablado
en alto, poco seguro.
TIRETA. n. Tira de
piel sobada.
TITADA. n. Monería.
Tobo. adj. Hueco,
mullido.
Tocho. n.
Cachiporra.
TONGADA. n. Capa de
tierra, paja alternada con fruta.
Toña. n. Pan
grande.
TORMO. n. Terrón.
TORRE. n. Quinta,
Carmen, casa de recreo.
Toza. n. Chueca.
TOZAL. n. Monte, collado. TOZUDO. adj. Obstinado, testarudo.
TOZOLADA. n. Tozolón. Trallo, n. Cuartón. TRANZA. n.
Trance. Trapal. n. Paño para recoger la aceituna, tendido debajo
del árbol. - Agujero grande en ropas. TRASCA. n. Pellejo grande
de buey. TRASCÓN. n. Pezcuño. TRASMUDAR. v. a. Trasegar.
TREMEDAL. n. Páramo, montes despoblados. (Como los de
Orihuela, en Teruel) TREMONCILLO. n. Tornillo. TRENA. n.
Trenza. TRENCHA n. Pretina. TRENZADERA. n. Cinta de hilo.
TRIBUTACIÓN. n. ant. Reconocimiento de los límites concedidos a
la mesta. - El contrato constitutivo del treudo. TRINGOLA. n.
Campanilla de cabestro. TRIPLICA. n. Petición respondiendo a la
segunda contradicción. TROMPICHÓN. n. Perinola. (Esta
palabra no está en la versión que tengo delante. TRIUNFA. n.
Patata.) TRUJAL. n. Lagar. TRUJALETA. n. Vasija o tarro
para recibir el vino del lagar o de las cubas. TRUCAR a la
puerta. v. a. Golpear a la. TÚBERAS o TÚFERAS. n. Especie de
criadillas de tierra. TUMBILLA. n. Calentador. TRASCOLAR. v.
a. Trasegar.
U Uva (uba en el original). n. El
racimo de la uva (uba).
V
VALONES. n. Calzones.
VELLUTERO. n. Oficial que trabaja en seda. Vendema. n.
Vendimia. VERDUZCO, VERDUSCO, o VERDIASCO. n. Látigo hecho de
rama de un árbol. VERGUER o VERGUERO. Alguacil de vara. - V. Mazero
(macero).
VETA. n. Cinta de
algodón. - Hebra de hilo.
Vicioso. adj.
Mimado.
Vicios. (dar) v. a.
Mimar.
VIOLA. n. Violeta.
VIRAGA. n. Especie
de zizaña. (cizaña)
VISTRAER. v. n.
Desembolsar. ant. Sonsacar. V. Bistreta.
VIZALERO. V. Dulero.
VOLADA DE AIRE. n.
Ráfaga.
VUELTAS. n. Techo.
VULTURINO. n. Nasa
de hilos para pescar.
X
Xada: ni. Azada
XAMBOLIER. n.
Camarero. (chambre : cámara : cámara) XAMBRAR v. a.
Enjambrar. XAPURCAR o CHAPURCAR. v. a. Revolver el agua u otro
líquido.
XAQUE. n. Cualquiera
de los dos lados de las alforjas. (en esta edición no aparece: -
Estar hecho un xaque. - Estar ebrio) XARAPOTEAR. n. Xaropear.
XEPE. n. Azumbre. XETAR. v. a. Desatar algo en cosa líquida.
- Frotar una cosa con otra, v. gr. un ajo. Xeto. n. Colmena
vacía, untada con miel. XIMENZAR. v. a. Quitar a golpes la
simiente del cáñamo, lino, etc. XINGLAR. v. a. Chinglar, gritar
con regocijo. Xisca. n. Especie de caña basta en lugares
húmedos. XIJALLO o SISALLO. n. Arbusto para el ganado.
Z
ZABACEQUIAS.
El que cuida de los turnos del riego y de multar a los que abusan de
las aguas, o cierran mal las atajaderas. ZABORRA. n. Piedra
pequeña y sin labar. (lavar; zahorra) ZABORRERO o
ZABURRERO. adj. Albañil que trabaja con zaborras. - Poco esmerado en
su oficio cualquiera que sea. ZAL-MEDINA (zalmedina) o
SALMEDINA. n. Antiguamente era el alcaide, ahora el preso que hace de
caporal en una estancia de la cárcel. Suele ser el más antiguo y el
más esforzado y valentón. Está encargado del orden interior. No
obstante que su causa sea grave, como no esté en incomunicación.
ZALEAR. v. a. Ajar la fruta, carne, etc. manoseándola. ZANCOCHAR.
v. a. Guisar con poca limpieza, revolver, desgobernar.
ZANCOCHO. n.
Derivado de zancochar V. Empandullo.
ZAPOTAZO. V.
Talegazo.
ZARANGA. V. Fritada.
ZERIGALLO. n.
Pingajo. - Joven que se lleva y sigue impertinentemente a donde y con
quien no debe.
ZOCA. V. Choca.
ZORRA DE CARNE. n.
Piltrafa.
Zoque. n. Tarugo o
pedazo grande del tronco de un árbol para cortar las carnes.
Nota. Por un descuido
involuntario dejó de ponerse en la página 4.a del prólogo la nota
de que: las observaciones pertenecientes a la lengua griega se deben
a un Helenista aragonés, que las suministró habiéndole consultado
el diccionario. (Supongo que era Braulio Foz, helenista, le gustaban las mujeres con nombre Helena, y otras con diferentes nombres y apellidos, como Nogués, aragonés de Fórnoles, ver la dedicatoria: A DON BRAULIO FOZ:
PROFESOR DE
LENGUA GRIEGA EN LA UNIVERSIDAD DE ZARAGOZA.)