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lunes, 18 de octubre de 2021

CUATRO PALABRAS SOBRE LA ESPADA Y EL LAÚD DE DON JUAN PALOU Y COLL.

CUATRO
PALABRAS


SOBRE


LA
ESPADA Y EL LAÚD


DE


DON
JUAN PALOU Y COLL.


Aquel
criadero de incomparable poesía, aquel palacio encantado de la
imaginación, aquella palestra de las pasiones más sublimes, aquel
paraíso del pensamiento nacional que, galeote sin ventura de todas
tiranías, allí sólo encontraba refugio deleitable, aquel teatro
español, de veneranda y gloriosísima memoria, es hoy vergüenza de
propios y menosprecio de extraños. Una turba bullidora de
inteligencias ruines hormiguea allí en donde ingenios peregrinos,
convirtiendo la quinta esencia de sus espíritus en rimas puras como
el oro y musicales como la plata, despertaban con ellas el sonoro
corazón de las muchedumbres. Lo que más caracteriza a esos
jornaleros a destajo que, salvas poquísimas excepciones, señorean
la escena patria es, amén de su fecundidad verdaderamente milagrosa,
lo débil, enfermizo y miserable de su numen. No busquéis en sus
raquíticos engendros un sólo átomo de vitalidad sana; todos nacen
éticos. Por esto, lejos de recibir con desvío producciones como La
Espada y el laúd que, si de algo pecan es de exceso de fuerza y
plétora de vida, hoy más que nunca deberían acogerse con gratitud
señalada. Si algún lunar tiene esta obra inspiradísima, hijo es de
un verdadero genio dramático; y valen más los extravíos del genio
que los aciertos casuales de la necedad.


El
Sr. Palou acostumbra dar sus reñidas batallas de pasiones y
sentimientos dentro de un espacio muy angosto, y en él guerrean con
encarnizado empuje, sin que apenas sufra menoscabo la destreza de las
maniobras, ni amaine un punto la serenidad del que las dirige, ni el
ardoroso brío de los contendientes haga degenerar el combate en
confusa y desordenada pelea. Sin embargo, a ser más autorizada
nuestra voz, aconsejaríamos al Sr. Palou que procurase ensanchar
algo el ceñido círculo en donde luchan los afectos y pasiones de
sus dramas, disminuir el número de los combatientes y no efectuar
las operaciones con tan vertiginosa rapidez. Sus luchas dramáticas
tienen espectadores y pueden estos no ver tan claro desde fuera del
palenque como el autor desde dentro; y por lo mismo, no tributar
completa justicia a su portentosa habilidad.


De
lo que llevamos dicho, implícitamente se deduce que, en nuestro
humilde sentir, lo que más enaltece los dramas del Sr. Palou es su
valor psicológico. El de La Espada y el laúd es a todas luces
acendrado. Para justipreciarlo debidamente basta fijar la atención
en los caracteres principales que descuellan en el drama que nos
ocupa.


AUSIAS
MARCH
... (Ausiàs March, poeta valenciano, en lengua valenciana) Verdadera encarnación de la poesía contemplativa
enguirnaldada con la celeste aureola de un amor puro y extático,
es una figura arrancada de los versos mismos de aquel gran poeta
provenzal
. Su alma es toda profundo lirismo y reconcentrada
pasión. En carecer de carácter exteriormente activo consiste y debe
consistir su carácter, pues su actividad es eminentemente interna.
De esta clase de levantados espíritus pudiéramos decir, a
perdonársenos lo técnico de la frase en gracia de su actitud, que
su fuerza centrífuga es insignificante, y poderosa, por lo
contrario, su fuerza centrípeda. Si alguna vez, menos por
motivos de utilidad práctica propia o ajena que a impulso de móviles
puramente abstractos, toman parte en los acontecimientos del mundo
exterior, suelen hacerlo de una manera brusca o distraída y floja.
Viven como anacoretas en el silencioso retraimiento de la meditación
o en el oasis regalado de la fantasía:


y
sólo penosamente salen de estas regiones intelectuales. He aquí por
qué el Sr. Palou ha dado a su protagonista cierto carácter
relativamente pasivo, he aquí por qué la hazaña que realiza es tan
maravillosa como instantánea; he aquí por qué guarda en la acción
cierto aire, digámoslo así, desorientado que es su mayor y más
artística belleza. Para él, su adorada Teresa no es simplemente un
dechado de hermosura y un ángel de pureza, es el imán de su
imaginación acalorada, el astro radiante del cual su alma es
girasol. El ultraje sangriento hecho por Don Martín a su honor y a
sus blasones, a trechos, a ráfagas encienden su ira, pero no logran
desquiciar su corazón del arrobamiento lírico y amoroso que le
avasalla. Finalmente: cuando su hermana Beatriz le enseña súbito al
villano raptor de su honra, Ausias sediento de venganza y
próximo a lanzarse sobre su presa, se detiene de pronto y exclama en
son de reconvenirse a sí mismo:


¡Ay!
¡ídolo mío!...
¡ya me olvidaba de ti!


¡Triunfo
del amor absorbente del poeta que arrastra todas sus potencias
espirituales al centro de su alma, alcanzado a costa de otro
sentimiento expansivo y diametralmente contrario! ¡Rasgo magistral,
pincelada profunda que pone en claro de repente el carácter del
poeta enamorado!


TERESA...
Pocas veces hemos admirado en la escena una personificación tan
sublime del amor femenino. Teresa ama con su cerebro, con su corazón,
con sus nervios, con todo su ser. Ama como amarán las mujeres el día
que Dios se digne realizar en su alma algunas mejoras urgentes. La
gloria del trovador y los hechos hazañosos del soldado cautivan la
parte poética y fantaseadora de su espíritu; la gratitud, por haber
salvado la vida a su hermano y a ella, acendran su irresistible
simpatía; súbela de punto la férrea voluntad de su padre, que la
obliga a casarse con un ambicioso de aviesos y vulgares instintos. Su
amor recorre toda la escala cromática de la pasión, delicada y
fuerte a un tiempo, hasta estallar en el do de pecho del último
acto. Nace en el cielo de su alma, un amoroso afecto, cual nubecilla
atornasolada y leve: poco a poco se espesa y aploma; la surcan a
ratos ráfagas de pasión incandescente, conviértese por fin en una
tempestad.
Después que Rebolledo ha explicado a Don Martín el
horroroso peligro que acaba de correr su hija, y del cual
bizarramente ha triunfado el heroico esfuerzo de Ausias March, dice:

TERESA. ¡Padre!
REBOLL. ¡Qué quieres!
TERESA.
(Besándole la mano.) ¡Ay, padre!


(Bajo
después de mirar con recelo y aversión a Martín.)


¿Me
amáis?
Con este rasgo profundamente delicado indica Teresa su
afecto por Ausias, su odio al capitán, y toma el pulso al corazón
de su padre para calcular los grados de resistencia que podrá oponer
su cariño paternal al que ella siente por el poeta guerrero. Si en
tan tremenda lucha queda vencida, no por esto llevará al odiado
verdugo de su dicha ni un pensamiento criminal. La fortaleza de su
virtud le inspira los siguientes versos:
«Que la que noble ha
nacido


y
por fiel y honesta pasa,


no
ha de llevar cuando casa,


una
lágrima al marido.»

Aquel maravilloso instinto que crece y se
desarrolla al abrigo de toda pasión, hace adivinar a Teresa, que
para el apetecido vencimiento necesita auxiliares. Empieza por
conquistarse las simpatías de Beatriz, aun antes de saber que era la
hermana de su amado. Pero si nadie la ayuda, si las armas con que su
ingenio cuenta son inservibles, armado está su corazón, hercúleo
es su brío: luchará sola.
Violante le dice:


Nadie
en tu apoyo hallarás.”
Y ella contesta:


¿Sí?
pues mira, eso bastara


para
que yo más le amara...
si pudiera amarle más.”
Así
procede la pasión en hidalgos pechos.
¿Queréis amilanar a los
ruines? Dejadles solos en el combate.
¿Queréis envalentonar a
los esforzados? Negadles todo auxilio.


El
tercer acto de La Espada y el laúd es un volcán, las pasiones del
drama rebientan en tremendas erupciones. La de Teresa ruge,
truena, estalla. Sabe Rebolledo, ya convertido a la religión
apasionada de su hija, ya enemigo de Don Martín, que éste prepara,
junto con Garcés, una emboscada para asesinar a Ausias apenas salga
de la cárcel, en la cual una orden del rey le tiene preso; sabe
también que Violante y Teresa para esquivar la indignación
formidable del monarca, han ido a romper sus prisiones. ¡Trance
cruel! Vuela a impedir la catástrofe amenazadora.

REBOLL. (Va a la
puerta y exclama):
¡Maldición!...


¡Abierta!
¡Instante cruel!


Si
es cierto lo que ha contado


Doña
Beatriz, y han librado


a
Ausias March... ¡Mísero de él!...


Le
asesina ese traidor...


Aún
le puedo yo salvar.


Vamos
antes a mirar


si
aún está preso.


Teresa
y Violante acechan entre la sombra a este bulto que la oscuridad no
les permite reconocer. Primero le creen enviado del rey para impedir
la fuga de Ausias.


Después
un pensamiento desvariado, aunque compatible con la violenta zozobra
que las enloquece, las hace sospechar que es el rey en persona. Una
idea se les ocurre de golpe, una idea esencialmente propia de dos
mujeres, unidas por el lazo de fuego de una común exaltación:
encerrar al hombre de cuya repentina llegada a la cárcel auguran las
más terribles consecuencias para el objeto de sus cuidados. Con dos
pinceladas centelleantes rasguea el autor la situación moral de
Teresa.


PRIMERA.


VIOL.
(Aplicando el oído a la puerta.) Este hombre ya baja.


TERESA.
Es ley.
que espere hasta que mi amante
trasponga el Ebro,
Violante.


VIOL.
¡Si es el rey!
TERESA. ¡Que espere el rey!


SEGUNDA.


REBOLL.
(Dentro, con voz de trueno, empujando la puerta): ¡Abran!


TERESA.
¡Padre!


REBOLL.
¡Que asesinan


a
Ausias March!


Ter.
y Viol. (Alteradas): ¡Jesús!
REBOLL. Abrid.
TERESA.
(Pidiendo a Violante la llave, que ella misma estrecha
convulsivamente en su mano): ¡La llave, la llave!


¡Si
esto no es unir la más exquisita naturalidad con la mayor violencia
de la pasión, confesamos paladinamente que desconocemos las leyes
más rudimentarias del corazón humano! Si un amor tan magistralmente
dramático no merece los aplausos de la prensa y del público, peor
para el público y peor para la prensa.


BEATRIZ...
Nada exaspera tanto a los corazones leales como una torpe y


cobarde
villanía: por esto la culebra de un odio mortal se enrosca en el de
Beatriz, apenas se ve infamemente abandonada por el ladrón de su
honra. La madre de Beatriz baja al sepulcro anonadada bajo el peso de
tan atroz desventura: esto acaba de enconar su herida, y presta
cierto sello sagrado a sus propósitos de venganza. Toda la sustancia
de su alma se hace odio odio egoísta, odio sin tregua, sin descanso,
sin cuartel. El valor de su hermano, el amor de Teresa, son para ella
dos dagas de acerada punta. En Ausias y en su amada sólo mira dos
poderosos instrumentos de su vengadora misión. No será ella quien
pordiosee la mano de su enemigo para satisfacer las sandias
exigencias de una sociedad cuyo voto desdeña. Quédense estas
miserables transacciones que el mundo apadrina para las mujeres al
uso cuya rastrera virtud sólo es en el fondo miedo del qué dirán.
Beatriz ha salido del claustro, en donde con fingido nombre moraba,
para lavar la mancha de su honor con la sangre vil del que se lo ha
robado; una vez satisfecho su anhelo, al claustro volverá. Así sale
de su cueva solitaria la ensañada leona en busca del que la arrebató
a sus cachorros, le encuentra, le acomete, se embriaga con su sangre,
y rugiendo de terrible júbilo, entra otra vez en su guarida.


REBOLLEDO.
Hay en él dos hombres en uno: el hombre de dos limpios pensamientos,
de noble, alto y vigoroso sentir, y el hombre de preocupaciones
aristocráticas, amigo de sus blasones y ganoso de acrecentar el
lustre y poderío de su casa. El primero aboga entusiasta por Ausias
March, y con el fuego de la más entrañable convicción, pondera su
heroísmo y la gloria poética que en los torneos del gay saber
alcanzará. Mima el otro su orgullo y encarece los medros que a sus
timbres y a su fortuna acarreará el casamiento de su hija con Don
Martín que un fatal compromiso abona, y la voluntad de un rey
terrible ordena. Estos dos hombres luchan y forcejean a brazo partido
en la arena calcinada de su espíritu, ora uno, ora otro miden el
suelo hasta que el hombre natural vence al artificial, y triunfa de
la nobleza de blasón la del alma. Toda la del valeroso anciano
brilla en los siguientes versos:
“Oíd, y Dios es testigo
de
que estoy acostumbrado
a sentir, como soldado,
mucho más de lo
que digo.”
Y centellea en estos otros que profiere rabioso al
temer que Don Martín y Garcés haya tenido la alevosía de asesinar
a Ausias:
REBOLL. “La impunidad se prometen...
(A Teresa que
quiere irse por la derecha.)
¡Quieta! - Si el crimen
cometen...
¡Canas mías!...
(Saca la espada y dice con
desvarío.)
¡Hierro mío,
que la misma edad contáis,
de mi
vida honradas huellas...
maldición en ti... y en ellas...
si
en su sangre no os bañáis!”
Así se expresa el héroe canoso,
en quien la nieve de los años no ha enfriado la bravura del
corazón!
DON MARTÍN... Carácter crónicamente vulgar amasado
con el cieno de un libertinaje sin imaginación y de una vanidad
desenfrenada. Por capricho sedujo a Beatriz; por haber mejorado de
fortuna la abandonó; por ambición y codicia desea enlazarse con
Teresa. Así son y han sido y serán todos estos tenorios en
calderilla que la putrefacción social engendra, que las mujeres
miman, que la impunidad envalentona, que el mundo premia con los
resplandores de un prestigio tan majadero como infame.
Dos
acciones hay en La espada y el laúd, pero que convergen a un foco
común. Forman dos círculos concéntricos, de los cuales el amor de
Teresa es el círculo máximo, la venganza de Beatriz el círculo
mínimo, y Ausias March el centro. Los demás personajes son otros
tantos radios.
Por lo mismo es indudable que Ausias March es el
verdadero protagonista del drama mencionado, aunque conserve en la
acción el carácter exteriormente inactivo de que hemos hablado
antes. Enumerar los bellísimos pormenores de fondo y forma que lo
avaloran, sería tarea por demás prolija. El ligero análisis que de
sus admirables caracteres acabamos de hacer, basta para señalar
dicha producción como joya de muchos quilates, que una conjuración
de circunstancias desgraciadas no ha permitido al público ni a la
prensa de Madrid apreciar debidamente.
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sábado, 20 de junio de 2020

JORNADA QUINTA. NOVELA SÉPTIMA.

JORNADA QUINTA. NOVELA SÉPTIMA. 

Teodoro, enamorat de Violante, filla de micer Amerigo, lo seu siñó, la dixe preñada y es condenat a la forca, y mentres lo porten allí afuetánlo, es reconegut per son pare, ficat en libertat, y pren per dona a Violante (Yolanda).

Les siñores, que tremolaben pendéns de sentí si los dos amáns se sucarráen, sentín que se habíen salvat, se van alegrá mol, donán grássies a Deu. La reina, habén escoltat lo final, a Laureta li va doná lo encárrec de contá la siguién história, y ella va escomensá aixina:
Hermossíssimes dames, al tems del bon rey Guiglielmo de Sicilia ñabíe a la isla un gentilhome que se díe micer Amerigo Abate de Trápani, que, entre tots los demés bens temporals que teníe, estabe ben carregat de fills. Com teníe nessessidat de criats, y com veníen moltes galeres de los corsaris genovesos de Lleván, que pirateján y costeján Armenia a mols sagals habíen capturat, de estos, pensánse que eren de Turquía, ne va comprá uns cuáns, entre los que, encara que tots los demés paregueren pastorets, ne ñabíe un de mol bona pinta, de nom Teodoro. Este, com va aná creixén, encara que fore tratat com lo criat que ere, se va criá en los fills de micer Amerigo. Va adependre a sé cortés y de bones maneres, hasta tal pun que tan li va agradá a micer Amerigo que lo va fé libre; y com creíe que ere turco, lo va fé batejá y lo va cridá Pietro, y lo va fé administradó dels seus assuntos, confián mol en ell. Como los atres fills de micer Amerigo, igual va creixe una filla seua de nom Violante, hermosa y delicada jove; passán lo tems sense que lo pare la casáre, se va enamorá de Pietro, y volénlo y tenín en gran estima les seues maneres y les seues obres, teníe vergoña de dílay. Pero Amor li va traure este treball, perque, habénla Pietro mirat moltes vegades cautelosamén, tan se habíe encariñat de ella que no estáe be cuan no la veíe; pero mol se temíe que de aixó algú sen acatare, pareixénli que no fée be en alló; de lo que la jove, que de bona gana lo mirabe, sen va doná cuenta, y per a donáli mes seguridat, contentíssima com estabe, se li mostrabe. Y en aixó van está un tems, sense atrevís a dis la un al atre res, encara que mol los dos u dessichaben. Pero mentres los dos se enseníen en les amoroses flames, la fortuna, com si haguere dessidit que volíe que alló passare, va trobá lo modo de gitá (expulsá, arrojá) de ells la temó que los aguantáe. Teníe micer Amerigo, aproximadamén a una milla de Trápani, un puesto seu mol majo al que la seua dona en la filla y en atres dones y siñores acostumbraben a aná assobín per a distráures; aon, habén anat un día que fée molta caló, y habén portat en ells a Pietro y habénse quedat allí, va passá (com a vegades veém que passe al estiu) que de repén se va tapá lo sel en núgols de tronada, per lo que la Siñora en la seua compañía, per a que la possible pedregada no los enchampare allí, van arreá cap a Trápani; y camináen lo mes depressa que podíen. Pero Pietro, que ere jove com la mossa, se van aná adelantán bastán al caminá de la mare, y de los atres compañs, potsé no tan espentats per l´amor que per la temó al tems; y habén ya avansat bastán, en relassió a la Siñora y als atres, que apenes se veíen, va passá que después de mols trons, un codoléo mol gran y espés va escomensá a caurer, del que la Siñora y la seua compañía se van escapá embutínse a escape a casa de un llauradó. Pietro y la jove, que no van trobá datre refugi, van entrá a una iglesia antiga y casi assolada, a la que no ñabíe dingú, y los dos, daball de una mica de teulada que encara quedabe, se van arrepetá; y los va obligá la nessessidat de la teuladeta a arrimás la un al atre. Este tocamén va los va tranquilisá una mica los ánims, y va despertá lo dessich del amor. Y primé va escomensá Pietro a di:
- ¡Vullguere Deu que may, están com estic, parare esta pedregada!
Y la jove va di:
- ¡Mol me agradaríe!
Y de estes paraules van vindre a agarrás les mans y a apretás, y de aixó a abrassás y después a besás, mentres caíe un granís com a ous de gualla o codorniu; y (per a no tíndre yo que contá tots los detalls) lo tems no va escampá abáns de que ells conegueren los deleites del amor.
Cuan va passá lo mal tems, y al entrá a la siudat, que estabe prop, esperán a la Siñora, van torná en ella a casa. Allí, algunes vegades, en mol discret orden y cuidadet, en gran felissidat se van ajuntá; y va aná abán la cosa, tan que la jove se va quedá embarassada, lo que mol los va desagradá als dos, per lo que ella va tíndre que empleá moltes artes per a pugué luchá contra lo curs de la naturalesa, pero no va pugué conseguíu. Per lo que Pietro, temén per la seua vida, dessidit a fugí, lay va di, y ella li va contestá:
- Si ten vas, me mataré sense falta.
A lo que Pietro, que mol la volíe, va di:
- ¿Cóm vols, Siñora meua, que me queda aquí? La teua pancha descubrirá la nostra culpa, a ti te sirá perdonada fássilmen, pero yo, pobret que soc, siré qui la teua culpa y la meua tindrá que patí la pena. A lo que la jove va di:
- Pietro, lo meu pecat be se sabrá, pero pots está segú de que lo teu, si no u contes, no se sabrá may. Pietro entonses va di:
- Ya que mu prometixes, me quedaré; pero pensa en cumplíu. La jove, que tan com va pugué va aná amagán lo seu estat, veén per lo aumén de lo seu cos que mes no podíe amagás, en mols plos un día lay va manifestá a sa mare, rogánli que la salvare. La Siñora, mol apenada, li va di de tot y va fé despenjás mols ángels del sel, y va voldre sabé cóm habíe sigut la cosa. La jove, per a que a Pietro no se li faiguere cap mal, se va inventá una fábula, embolicán la verdat en mentires. La Siñora la va creure, y per a amagá la falta de la filla, la va enviá a una possesió seua. Allí, arribat lo tems de criá, va escomensá a cridá la jove com un home cuan té fiebre, sense que la mare se puguere imaginá que estaríe allí micer Amerigo, que casi may acostumáe a víndre. Va passá que, tornán ell de cassá y passán prop de la alcoba aon la seua filla cridabe, espantánse, va entrá cap a dins y va preguntá qué ere alló. La Siñora, veén arribá al home, eixecánse assustada, li va contá lo que li habíe passat a la seua filla; pero ell, menos cregut que la seua dona, va di que no podíe sé verdat que no sapiguere de quí estabe preñada, y per naixó u va volé sabé, y si lay díe podríe recuperá lo seu perdó; si no u fáie, ya podíe pensá en morí sense cap piedat. La Siñora se les va ingeniá tan com va pugué en contentá al home en lo que ella li habíe dit, pero no va funsioná; ell, que habíe perdut l´oremus de tanta rabia, en la espasa desenfundada a la ma, va corre cap a la seua filla, que, mentres sa mare entreteníe al pare en paraules, habíe parit un fill mascle, y va di:
- O manifestes de quí se va engendrá este sagalet o morirás aquí mateix. La jove, temén la mort, va trencá la promesa que li habíe fer a Pietro, y lo que entre ella y ell habíe passat li va manifestá. Sentínu lo caballé y mol enfadat, per los pels que no la mate, pero después de alló que li dictabe la ira, va puchá a caball y sen va aná cap a Trápani, y a un micer Currado que en nom del rey ere capitá allí, li va contá la ofensa que li habíe fet Pietro. En seguida, sense sospechá ell res, lo va fé péndre, lo van torturá, y tot lo fet va confessá. Después de uns díes va sé condenat per lo capitá a la pena de sé afuetát per tota la siudat, y después penjat. Per a que a un mateix tems se emportare de la terra als dos amáns y a son fill, micer Amerigo, a qui no li valíe en portá a Pietro a la mort, va abocá veneno a una tassa de vi, y lay va doná a un criat seu, en un gaviñet, y li va di:
- Ves en estes dos coses a Violante y disli de la meua part que prengue la que vullgue de estes dos morts, o lo veneno o lo ferro, y que u faigue sense tardá; si no, disli que yo, a la vista de tots los siudadáns que ñan aquí, la faré cremá com su mereix; y fet aixó, agarrarás al fill parit per nella fa pocs díes y, esclafánli lo cap contra la paret, lo aventarás per a minjá dels gossos de cassa. Donada per lo cruel pare esta senténsia contra la seua filla y lo seu net, lo criat, mes al mal que al be disposat, sen va aná. Pietro, condenat, va sé per los guardies portat a la forca a cop de fuét. Va passá per dabán de un albergue aon ñabíen tres hómens nobles de Armenia, enviats per lo rey de Armenia a Roma com embajadós a tratá en lo Papa de grandíssimes coses per a una expedissió que se teníe que fé; van desmontá allí per a refrescás y descansá uns díes, y habíen sigut mol honrats per los hómens nobles de Trápani y espessialmén per micer Amerigo. Éstos, sentín passá als que portáen a Pietro, se van assomá a una finestra a guaitá. Anabe Pietro de la sintura amún despullat y en les mans gigades a detrás, y miránlo un dels tres embajadós, que ere home vell y de gran autoridat, de nom Fineo, li va vore al pit una gran taca roija, no teñida, sino naturalmén fixada a la pell, pareguda a les que les dones de aquí diuen «roses»; vista esta marca, de repén li va víndre a la memória un fill seu, que fée ya quinse añs que habíe sigut robat per los corsaris, a la costa de Layazo, y no habíe pogut tíndre notíssies de ell.
Considerán la edat del infelís que passaé afuetát, va pensá que, si estiguere viu son fill, tindríe que sé de la edat de aquell, y va pensá que si fore aquell encara sen enrecordaríe del seu nom, y del de son pare, y de la llengua armenia; per lo que, cuan lo va tíndre prop, lo va cridá: - ¡Teodoro!
Sentín aixó Pietro, rápidamen va alsá lo cap, y Fineo, parlán en armenio, li va di:
- ¿De aón eres y fill de quí?
Los soldats que lo portáen, per respecte al valerós home, se van aturá, de manera que Pietro va contestá:
- Vach sé de Armenia, fill de un home que se díe Fineo, y me van portá aquí de sagalet no sé quina gen.
Sentín aixó Fineo, mol sert va reconeixe al fill que habíe perdut; per lo que, plorán, en los seus compañs va baixá, y entre tots los soldats va corre a abrassál, y li va ficá damún un manto de mol rica tela que portabe, y li va rogá an aquell que lo portabe cap al penjadó que se esperare allí hasta que li arribare un atra orden. Aquell va contestá que la esperaría de bon grado. Fineo habíe sabut la raó per la que ere conduít a la mort, per lo que rápidamen en los seus compañs y en los seus criats sen va aná a vore a micer Currado y li va di aixina:
- Micer, aquell a qui enviéu a morí com a criat es home libre y fill meu, y pendrá per dona a la que se diu que li ha tret la seua virginidat; aplasséu la mort hasta que pugue sabés si ella lo vol per home, per a que contra la ley, si ella lo vol, no trobéu que hau obrat.
Micer Currado, sentín que aquell ere fill de Fineo, se va maravillá, y avergoñínse una mica de la culpa de la fortuna, confesán que ere verdat lo que díe Fineo, rápidamen lo va fé torná a casa, va maná a buscá a micer Amerigo, y li va contá aquelles coses.
Micer Amerigo, que ya creíe que la filla y lo net estaben morts, se va dóldre mes que cap home al món per lo que habíe fet, veén que si no estiguere morta se podíen mol be arreglá totes estes coses, aixina que va enviá a escape allí aon la seua filla estabe per a que si no se habíe cumplit la seua orden no se cumpliguere. Se van trobá al criat enviat per micer Amerigo que, habénli ficat dabán lo veneno y lo gaviñet, com ella no se dessidíe, la insultabe y volíe forsála a agarrán un, pero oít lo manamén del seu siñó, dixánla, sen va entorná cap an ell y li va di cóm estabe lo assunto. De lo que, contén micer Amerigo, anán allí aon estabe Fineo, plorán, com milló va sapigué se va excusá de lo que habíe passat y li va demaná perdó, afirmán que ell, si Teodoro volíe a la seua filla per dona, estaríe mol contén de donálay.
Fineo va ressibí de bona gana les excuses, y va contestá:
- Enteng que lo meu fill prengue a la vostra filla; y si no vullguere, que se cumplixque la senténsia donada contra nell. Están, pos, Fineo y micer Amerigo de acuerdo, allí aon Teodoro estabe, encara tremolán per la mort tan justeta, pero mol alegre (com la Violante o Yolanda de Valchunquera), per habé trobat a son pare, li van preguntá la seua voluntat sobre açó. Teodoro, sentín que Violante, si vullguere, siríe la seua dona, tanta va sé la seua alegría que del infern li va pareixe saltá al paraísso; y va di que aixó siríe una grandíssima grássia si a ells los veníe be. Se va enviá, pos, a la jove a preguntáli lo seu pareixe, y ella, sentín lo que li habíe passat Teodoro y encara li podíe passá, va contestá que res milló li podíe ocurrí que sé la dona de Teodoro, pero que sempre faríe lo que son pare li manare. Aixina, pos, en concordia, fen casás a la jove, se va fé una festa grandíssima en mol plaé de tots los siudadáns. La jove, consolánse y fen assormá al seu fillet, después de no mol tems va torná a sé encara mes guapa que antes. Y a Fineo lo va tíndre com a un pare; y ell, mol contén de tan hermosa nora, en grandíssima festa y alegría va fé selebrá les bodes, com a filla la va ressibí y la va tíndre después; y al cap de uns díes, a son fill y an ella y al seu netet, puján a una galera o galea, en ell sels va emportá a Layazo, aon van viure los dos amáns en mol descáns y plaé tan com la vida los va durá.

jornada-quinta-novela-octava

JORNADA QUINTA. NOVELA SÉPTIMA.

JORNADA
QUINTA. NOVELA SÉPTIMA. 








Teodoro,
enamorat de Violante, filla de micer Amerigo, lo seu siñó, la dixe
preñada y es condenat a la forca, y mentres lo porten allí
afuetánlo, es reconegut per son pare, ficat en libertat, y pren per
dona a Violante (Yolanda).

Les siñores, que tremolaben
pendéns de sentí si los dos amáns se sucarráen, sentín que se
habíen salvat, se van alegrá mol, donán grássies a Deu. La reina,
habén escoltat lo final, a Laureta li va doná lo encárrec de contá
la siguién história, y ella va escomensá aixina:


Hermossíssimes
dames, al tems del bon rey Guiglielmo de Sicilia ñabíe a la isla un
gentilhome que se díe micer Amerigo Abate de Trápani, que, entre
tots los demés bens temporals que teníe, estabe ben carregat de
fills. Com teníe nessessidat de criats, y com veníen moltes galeres
de los corsaris genovesos de Lleván, que pirateján y costeján
Armenia a mols sagals habíen capturat, de estos, pensánse que eren
de Turquía, ne va comprá uns cuáns, entre los que, encara que tots
los demés paregueren pastorets, ne ñabíe un de mol bona pinta, de
nom Teodoro. Este, com va aná creixén, encara que fore tratat com
lo criat que ere, se va criá en los fills de micer Amerigo. Va
adependre a sé cortés y de bones maneres, hasta tal pun que tan li
va agradá a micer Amerigo que lo va fé libre; y com creíe que ere
turco, lo va fé batejá y lo va cridá Pietro, y lo va fé
administradó dels seus assuntos, confián mol en ell. Como los atres
fills de micer Amerigo, igual va creixe una filla seua de nom
Violante, hermosa y delicada jove; passán lo tems sense que lo pare
la casáre, se va enamorá de Pietro, y volénlo y tenín en gran
estima les seues maneres y les seues obres, teníe vergoña de dílay.
Pero Amor li va traure este treball, perque, habénla Pietro mirat
moltes vegades cautelosamén, tan se habíe encariñat de ella que no
estáe be cuan no la veíe; pero mol se temíe que de aixó algú sen
acatare, pareixénli que no fée be en alló; de lo que la jove, que
de bona gana lo mirabe, sen va doná cuenta, y per a donáli mes
seguridat, contentíssima com estabe, se li mostrabe. Y en aixó van
está un tems, sense atrevís a dis la un al atre res, encara que mol
los dos u dessichaben. Pero mentres los dos se enseníen en les
amoroses flames, la fortuna, com si haguere dessidit que volíe que
alló passare, va trobá lo modo de gitá (expulsá, arrojá)
de ells la temó que los aguantáe. Teníe micer Amerigo,
aproximadamén a una milla de Trápani, un puesto seu mol majo al que
la seua dona en la filla y en atres dones y siñores acostumbraben a
aná assobín per a distráures; aon, habén anat un día que fée
molta caló, y habén portat en ells a Pietro y habénse quedat allí,
va passá (com a vegades veém que passe al estiu) que de repén se
va tapá lo sel en núgols de tronada, per lo que la Siñora en la
seua compañía, per a que la possible pedregada no los enchampare
allí, van arreá cap a Trápani; y camináen lo mes depressa que
podíen. Pero Pietro, que ere jove com la mossa, se van aná
adelantán bastán al caminá de la mare, y de los atres compañs,
potsé no tan espentats per l´amor que per la temó al tems; y habén
ya avansat bastán, en relassió a la Siñora y als atres, que apenes
se veíen, va passá que después de mols trons, un codoléo mol gran
y espés va escomensá a caurer, del que la Siñora y la seua
compañía se van escapá embutínse a escape a casa de un llauradó.
Pietro y la jove, que no van trobá datre refugi, van entrá a una
iglesia antiga y casi assolada, a la que no ñabíe dingú, y los
dos, daball de una mica de teulada que encara quedabe, se van
arrepetá; y los va obligá la nessessidat de la teuladeta a arrimás
la un al atre. Este tocamén va los va tranquilisá una mica los
ánims, y va despertá lo dessich del amor. Y primé va escomensá
Pietro a di:


-
¡Vullguere Deu que may, están com estic, parare esta pedregada!
Y
la jove va di:
- ¡Mol me agradaríe!


Y
de estes paraules van vindre a agarrás les mans y a apretás, y de
aixó a abrassás y después a besás, mentres caíe un granís com a
ous de gualla o codorniu; y (per a no tíndre yo que contá tots los
detalls) lo tems no va escampá abáns de que ells conegueren los
deleites del amor.


Cuan
va passá lo mal tems, y al entrá a la siudat, que estabe prop,
esperán a la Siñora, van torná en ella a casa. Allí, algunes
vegades, en mol discret orden y cuidadet, en gran felissidat se van
ajuntá; y va aná abán la cosa, tan que la jove se va quedá
embarassada, lo que mol los va desagradá als dos, per lo que ella va
tíndre que empleá moltes artes per a pugué luchá contra lo curs
de la naturalesa, pero no va pugué conseguíu. Per lo que Pietro,
temén per la seua vida, dessidit a fugí, lay va di, y ella li va
contestá:
- Si ten vas, me mataré sense falta.


A
lo que Pietro, que mol la volíe, va di:


-
¿Cóm vols, Siñora meua, que me queda aquí? La teua pancha
descubrirá la nostra culpa, a ti te sirá perdonada fássilmen, pero
yo, pobret que soc, siré qui la teua culpa y la meua tindrá que
patí la pena. A lo que la jove va di:


-
Pietro, lo meu pecat be se sabrá, pero pots está segú de que lo
teu, si no u contes, no se sabrá may. Pietro entonses va di:


-
Ya que mu prometixes, me quedaré; pero pensa en cumplíu. La jove,
que tan com va pugué va aná amagán lo seu estat, veén per lo
aumén de lo seu cos que mes no podíe amagás, en mols plos un día
lay va manifestá a sa mare, rogánli que la salvare. La Siñora,
mol apenada, li va di de tot y va fé despenjás mols ángels del
sel, y va voldre sabé cóm habíe sigut la cosa. La jove, per a que
a Pietro no se li faiguere cap mal, se va inventá una fábula,
embolicán la verdat en mentires. La Siñora la va creure, y per a
amagá la falta de la filla, la va enviá a una possesió seua. Allí,
arribat lo tems de criá, va escomensá a cridá la jove com un home
cuan té fiebre, sense que la mare se puguere imaginá que estaríe
allí micer Amerigo, que casi may acostumáe a víndre. Va passá
que, tornán ell de cassá y passán prop de la alcoba aon la seua
filla cridabe, espantánse, va entrá cap a dins y va preguntá qué
ere alló. La Siñora, veén arribá al home, eixecánse assustada,
li va contá lo que li habíe passat a la seua filla; pero ell, menos
cregut que la seua dona, va di que no podíe sé verdat que no
sapiguere de quí estabe preñada, y per naixó u va volé sabé, y
si lay díe podríe recuperá lo seu perdó; si no u fáie, ya podíe
pensá en morí sense cap piedat. La Siñora se les va ingeniá tan
com va pugué en contentá al home en lo que ella li habíe dit, pero
no va funsioná; ell, que habíe perdut l´oremus de tanta rabia, en
la espasa desenfundada a la ma, va corre cap a la seua filla, que,
mentres sa mare entreteníe al pare en paraules, habíe parit un fill
mascle, y va di:


-
O manifestes de quí se va engendrá este sagalet o morirás aquí
mateix. La jove, temén la mort, va trencá la promesa que li habíe
fer a Pietro, y lo que entre ella y ell habíe passat li va
manifestá. Sentínu lo caballé y mol enfadat, per los pels que no
la mate, pero después de alló que li dictabe la ira, va puchá a
caball y sen va aná cap a Trápani, y a un micer Currado que en nom
del rey ere capitá allí, li va contá la ofensa que li habíe fet
Pietro. En seguida, sense sospechá ell res, lo va fé péndre, lo
van torturá, y tot lo fet va confessá. Después de uns díes va sé
condenat per lo capitá a la pena de sé afuetát per tota la siudat,
y después penjat. Per a que a un mateix tems se emportare de la
terra als dos amáns y a son fill, micer Amerigo, a qui no li valíe
en portá a Pietro a la mort, va abocá veneno a una tassa de vi, y
lay va doná a un criat seu, en un gaviñet, y li va di:
- Ves en
estes dos coses a Violante y disli de la meua part que prengue la que
vullgue de estes dos morts, o lo veneno o lo ferro, y que u faigue
sense tardá; si no, disli que yo, a la vista de tots los siudadáns
que ñan aquí, la faré cremá com su mereix; y fet aixó, agarrarás
al fill parit per nella fa pocs díes y, esclafánli lo cap contra la
paret, lo aventarás per a minjá dels gossos de cassa. Donada per lo
cruel pare esta senténsia contra la seua filla y lo seu net, lo
criat, mes al mal que al be disposat, sen va aná. Pietro, condenat,
va sé per los guardies portat a la forca a cop de fuét. Va passá
per dabán de un albergue aon ñabíen tres hómens nobles de
Armenia, enviats per lo rey de Armenia a Roma com embajadós a tratá
en lo Papa de grandíssimes coses per a una expedissió que se teníe
que fé; van desmontá allí per a refrescás y descansá uns díes,
y habíen sigut mol honrats per los hómens nobles de Trápani y
espessialmén per micer Amerigo. Éstos, sentín passá als que
portáen a Pietro, se van assomá a una finestra a guaitá. Anabe
Pietro de la sintura amún despullat y en les mans gigades a detrás,
y miránlo un dels tres embajadós, que ere home vell y de gran
autoridat, de nom Fineo, li va vore al pit una gran taca roija, no
teñida, sino naturalmén fixada a la pell, pareguda a les que les
dones de aquí diuen «roses»; vista esta marca, de repén li va
víndre a la memória un fill seu, que fée ya quinse añs que habíe
sigut robat per los corsaris, a la costa de Layazo, y no habíe pogut
tíndre notíssies de ell.


Considerán
la edat del infelís que passaé afuetát, va pensá que, si
estiguere viu son fill, tindríe que sé de la edat de aquell, y va
pensá que si fore aquell encara sen enrecordaríe del seu nom, y del
de son pare, y de la llengua armenia; per lo que, cuan lo va tíndre
prop, lo va cridá: - ¡Teodoro!


Sentín
aixó Pietro, rápidamen va alsá lo cap, y Fineo, parlán en
armenio, li va di:
- ¿De aón eres y fill de quí?


Los
soldats que lo portáen, per respecte al valerós home, se van aturá,
de manera que Pietro va contestá:


-
Vach sé de Armenia, fill de un home que se díe Fineo, y me van
portá aquí de sagalet no sé quina gen.
Sentín aixó Fineo,
mol sert va reconeixe al fill que habíe perdut; per lo que, plorán,
en los seus compañs va baixá, y entre tots los soldats va corre a
abrassál, y li va ficá damún un manto de mol rica tela que
portabe, y li va rogá an aquell que lo portabe cap al penjadó que
se esperare allí hasta que li arribare un atra orden. Aquell va
contestá que la esperaría de bon grado. Fineo habíe sabut la raó
per la que ere conduít a la mort, per lo que rápidamen en los seus
compañs y en los seus criats sen va aná a vore a micer Currado y li
va di aixina:
- Micer, aquell a qui enviéu a morí com a criat
es home libre y fill meu, y pendrá per dona a la que se diu que li
ha tret la seua virginidat; aplasséu la mort hasta que pugue sabés
si ella lo vol per home, per a que contra la ley, si ella lo vol, no
trobéu que hau obrat.


Micer
Currado, sentín que aquell ere fill de Fineo, se va maravillá, y
avergoñínse una mica de la culpa de la fortuna, confesán que ere
verdat lo que díe Fineo, rápidamen lo va fé torná a casa, va maná
a buscá a micer Amerigo, y li va contá aquelles coses.


Micer
Amerigo, que ya creíe que la filla y lo net estaben morts, se va
dóldre mes que cap home al món per lo que habíe fet, veén que si
no estiguere morta se podíen mol be arreglá totes estes coses,
aixina que va enviá a escape allí aon la seua filla estabe per a
que si no se habíe cumplit la seua orden no se cumpliguere. Se van
trobá al criat enviat per micer Amerigo que, habénli ficat dabán
lo veneno y lo gaviñet, com ella no se dessidíe, la insultabe y
volíe forsála a agarrán un, pero oít lo manamén del seu siñó,
dixánla, sen va entorná cap an ell y li va di cóm estabe lo
assunto. De lo que, contén micer Amerigo, anán allí aon estabe
Fineo, plorán, com milló va sapigué se va excusá de lo que habíe
passat y li va demaná perdó, afirmán que ell, si Teodoro volíe a
la seua filla per dona, estaríe mol contén de donálay.


Fineo
va ressibí de bona gana les excuses, y va contestá:


-
Enteng que lo meu fill prengue a la vostra filla; y si no vullguere,
que se cumplixque la senténsia donada contra nell. Están, pos,
Fineo y micer Amerigo de acuerdo, allí aon Teodoro estabe, encara
tremolán per la mort tan justeta, pero mol alegre (com la
Violante o Yolanda de Valchunquera
), per habé trobat a son pare,
li van preguntá la seua voluntat sobre açó.
Teodoro, sentín que Violante, si vullguere, siríe la seua dona,
tanta va sé la seua alegría que del infern li va pareixe saltá al
paraísso; y va di que aixó siríe una grandíssima grássia si a
ells los veníe be. Se va enviá, pos, a la jove a preguntáli lo seu
pareixe, y ella, sentín lo que li habíe passat Teodoro y encara li
podíe passá, va contestá que res milló li podíe ocurrí que sé
la dona de Teodoro, pero que sempre faríe lo que son pare li manare.
Aixina, pos, en concordia, fen casás a la jove, se va fé una festa
grandíssima en mol plaé de tots los siudadáns. La jove, consolánse
y fen assormá al seu fillet, después de no mol tems va torná a sé
encara mes guapa que antes. Y a Fineo lo va tíndre com a un pare; y
ell, mol contén de tan hermosa nora, en grandíssima festa y alegría
va fé selebrá les bodes, com a filla la va ressibí y la va tíndre
después; y al cap de uns díes, a son fill y an ella y al seu netet,
puján a una galera o galea, en ell sels va emportá a Layazo,
aon van viure los dos amáns en mol descáns y plaé tan com la vida
los va durá.



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domingo, 9 de junio de 2019

Tomo I, texto XXV, testamento rey Martín de Sicilia


https://es.wikipedia.org/wiki/Mart%C3%ADn_el_Joven

Martín I de Sicilia, conocido como el Joven (1374-Cagliari (Cerdeña), 25 de julio de 1409), fue rey de Sicilia entre 1390 y 1409, III conde de Luna y V señor de Segorbe.


XXV.

Pergaminos de don Martín, n.° 454. 23 de julio de 1409.

In Christi nomine noverint universi: Quod nos Martinus Dei gratia rex Sicilie Athenarum et Neopatrie dux serenissimique domini regis Aragonum primogenitus ejusque regnorum et terrarum generalis gubernator corporali egritudine detentus nostro tamen sensu memoria et intellectu ac firma loquela consistentes nostrum facimus testamentum per modum sequentem. - Imprimis (In primis) instituimus et ordinamus nostrum heredem universalem in omnibus et singulis bonis nostris tam posessis quam quasi posessis mobilibus et immobilibus corporalibus et incorporalibus ubicumque et qualitercumque melius apparentibus et specialiter in regno Sicilie et insulis coadjacentibus ac ducatum Athenarum et Neopatrie cum omnibus juribus regalibus jurisdictionibus et pertinentiis universis serenissimum dominum regem Aragonum patrem et dominum nostrum carissimum salvis legatis et fideycommissis infrascriptis. - Item paternali afectione ducti instituimus nostrum heredem particularem carissimum filium nostrum don Fredericum natum ex nobis tunc soluto et Tarsia muliere soluta in comitatu de Luna sito in regno Aragonie ad nos spectante ex successione quondam serenissime domine regine Aragonie matris nostre carissime cum omnibus jurisdictionibus vassallis et juribus universis ad dictum comitatum pertinentibus necnon et in omnibus aliis bonis tam castrensibus quam feudalibus et paganicis quam aliis juribus quibuscumque ad nos spectantibus ex successione materna quondam serenissime regine predicte. - Item si contingat ex hac infirmitate decedere volumus et ordinamus quod illustris regina Blanca consors nostra carissima sit et remaneat vicaria in predicto regno Sicilie et ipsum regat gubernet et conservet ut vicaria generalis remanentibus in consilio fratre Alamanno de Foxa priore Messane et preceptore Montissoni Lodovico de Rajadells Bartholomeo de Juverio et Gabriele de Faullo militibus: et nichilominus cum contingerit Johannem Ferrandis de Heredia et Jacobum de Aricio milites redire ad regnum Sicilie declaramus et volumus ipsos et ipsorum quemlibet fore de consilio sicut sunt dicti quatuor superius nominati: ac etiam volumus et mandamus quod in predicto consilio una cum predictis sex interesse debeant tamquam consiliarii videlicet unus electus per universitatem urbis Panormi (Palermo) reliqus per universitatem Messane (Mesina) tertius per universitatem Cathanie quartus per universitatem Syracuse (Siracusa) quintus per universitatem Agrigenti (Agrigento) et alius per universitatem Trapani: quodquidem consilium jubemus quod regatur Cathanie (Catania) in cancellaria extra castrum usque ad ordinationem dicti domini regis Aragonie. - Item legamus dicte regine consorti nostre dotem assignatam nobis vel alii nomine nostro contemplatione matrimonii nostri et ipsius regine necnon et dotarium ac etiam legamus sibi triginta milia florennorum. - Item volumus et mandamus quod quamdiu dicta illustris regina viduitatem servaverit teneat et possideat omnia loca sibi assignata in camera et pro camera in regno Sicilie que et prout ad presens ex causa predicta tenet et possidet: et nichilominus specialiter suplicamus dicto domino regi Aragonie quatenus presentem dispositionem nostram singularem singulari affectione per nos ordinatam observare faciat cum effectu relinquentes in arbitrio dicte regine quod ipsa possit habitare in castro Cathanie Jaci vel Auguste in cujus regine custodiam ordinamus quod sit et esse debeat Gabriel de Faullo miles cui dicti castri eligendi per dictam reginam totalem custodiam regimen et conservationem relinquimus et comendamus juxta tenorem cujusdam albarani nostre propie manuscripti et consignati dicto Gabrieli militi: mandando dictis castellanis et cuilibet ipsorum sub fide qua nobis tenentur quod dicto Gabrieli obediant tanquam persone dicti domini regis atque nostre: et suplicamus eidem domino regi Aragonie quod mandet dictum nostrum albaranum debere exequi cum eftectu. Et si ipsa regina eligerit stare in castro Cathanie eo casu dicto Lodovico de Rayadelles militi comendamus gubernationem civitatis Cathanie cum consilio preceptoris Montissoni et Gabrielis de Faullo militis: dicto tamen Gabrielli militi comendamus regimen et gubernationem castri ipsius civitatis juxta tenorem dicti albarani et quousque per dictum serenissimum regem Aragonum fuerit aliter provissum: et si in dicto albarano non continerentur stetur simplici verbo dicti Gabrielis militis cui ipsi castellani propterea obediant tanquam nobis: quod albaranum in omnem eventum volumus observari etiamsi in aliquo presens testamentum eidem contradicetur albarano. - Item rogamus dictum dominum regem Aragonum quod dignetur filiam nostram naturalem nomine Violanti maritare magnifice ad ejus arbitrium et discretionem. - Item volumus et rogamus serenissimum dominum regem patrem nostrum et heredem universalem quod dignetur onus assumere maritandi honorifice Tarsiam matrem don Friderici et Agatuciam matrem dicte Violantis.
- Item legamus pro anima nostra et male ablatis incertis erogandis per fideycomissarios nostros auri centum milia florennorum. - Item ordinamus et mandamus quod omnes assignationes facte officialibus provissionatis assignatariis domesticis et servitoribus nostris ubicumque in regno Sicilie existentibus que ipsas assignationes consueverant maxime super portubus habere illas habeant ad eorum vitam easque eisdem legamus et relinquimus duraturas in vita ipsorum prout et sicut in provissionibus et executoriis litteris nostris inde factis potest apparere: rogantes specifice prefatum dominum regem Aragonum patrem et heredem nostrum quatenus dignetur ejus majestas pro bono regni Sicilie confirmare et acceptare presens generale legatum et assignationes predictas ipsis servitoribus nostris. - Item confirmando et de novo concedendo Galcerano de Sanctapace militi annuales redditus unciarum centum viginti terre Calatagironi quas olim habebat quondam Uguetus de Sanctapace miles ejus frater et exinde Calceranus ex provissione et concessione dicti domini regis Aragonie et nostra super redditibus dicte terre ex habundantiori cautela eidem Calcerano legamus et relinquimus easdem: et quia idem Calceranus temporibus retrolapsis aliquibus annis non recepit dictas uncias centum viginti prout debebat in recompensationem dictorum annorum preteritorum volumus quod calculato et declarato de toto eo quod non receperit illud recipiat habeat et consequatur super aliis reditibus regni nostri. - Item volumus et mandamus quod comitissa Calalabillocte uxor subarrata cum Artali de Luna disponsetur in faciem Ecclesie et nuptui tradatur dicto Artali cui Artali nomine ipsius uxoris libere et expedite assignetur tam dictus comitatus quam baronia Biskone et Juliane spectantes ad dictam comitissam ejus uxorem qui quidem Artalis etiam consequatur pro parte dicte uxoris sue omnia alia et singula jura spectantia ad dictam ejus uxorem: ubicumque et qualitercumque melius apparentia.
- Item volumus et mandamus quod omnia jocalia nostra cum publico inventario per Sanccium Rohiz de Lihori militem camerlengum nostrum assignentur Petro Torrelles militi per eum deferenda et assignanda dicto domino regi genitori nostro: et ea jocalia que sunt pignoris nomine tradita patronis galearum nostrarum pro certa quantitate peccunie soluta peccunia ipsa per dictum dominum nostrum genitorem patronis ipsis assignentur sibi jocalia supradicta.
- Item legamos Johanni Darbea militi consideratione suorum serviciorum unciarum auri duo milia.
- Item legamus consideratione suorum serviciorum magistro Rogerio Camma phisico nostro et filio suo post eum tonnariam Panormi: quam quidem tonnariam volumus per supradictos teneri pacifice et sine controversia donec ei vel ejus filio provideatur de equivalenti excambio ultra tamen assignationem ejusdem magistri Rogerii debitam et consuetam quam habere volumus ut solebat.
- Item legamus Garcie Latras militi uncias tres mille.
- Item legamus Ugueto de Foxa militi ultra assignationem et gratiam per nos sibi factam decem milia florennorum.
- Item legamus Sigerio de Perapertusa militi florennorum auri decem milia.
- Item in aliqualem recompensationem serviciorum legamus Jacobo de Aricio militi prothonotario nostro tonnariam Bonaxie in ejus vita et filii sui per eos tenendam pacifice et sine controversia quousque provideatur dicto militi vel ejus filio nunc viventi de excambio equivalenti quod sit duraturum in vita dicti militis et filii sui ultra consuetam assignationem ejusdem militis.
- Item confirmando Alberico de Heredia militi baroniam Palacioli cum juribus suis legamus sibi florennorum auri triginta milia.
- Item legamus Lodovico de Rayadelles militi consideratione suorum gratorum serviciorum florennorum auri viginti quinque milia.
- Item legamus Sanccio Roiz de Lihori militi camerlengo nostro totum id et quicquid proventurum est vel erit ex redemptione Guillermi de Moglo militis capiti armate januensium Janecti scutiferi vicecomitis Narbone Caroli Omellini Symonis de Amari Brance Doria Ambrosini de Grimaldis et ejus fratris captivorum quomodocumque et qualitereumque proveniat cujus rei causa dictos captivos sibi tradimus et assignamus.
- Item legamus Aloysio de Santadria militi super tractis regni Sicilie in ejus vita et filii sui nunc viventis annuales redditus florennorum mille.
- Item legamus fratri Johanni Ximeniis confessori nostro redditus mille florennorum auri quousque provideatur sibi de aliqua dignitate equivalenti vel majori.
- Item legamus Isabelle de Luna pro ejus maritagio florennorum auri decem milia.
- Item legamus Bernardo Centelles militi camerlengo nostro florennorum auri quinquaginta milia. - Item legamus infrascripto notario et secretario nostro in subsidium militie et ejus serviciorum consideratione Jacobo de Gravina militi uncias auri mille super reditibus cabelle tritici civitatis Cathanie.
- Item legamus Petro Caldarono castellano Catanie uncias auri mille.
- Item legamus Gabrieli de Faullo militi florennos auri viginti milia.
- Item legamus Giliberto Centelles militi florennorum auri decem milia.
- Item legamus Petro Darbea militi florennorum auri decem milia.
- Item legamus Nicolao Dabella militi et ejus filiis de suo corpore legitime descendentibus super tractis regni Sicilie annuales reditus florennorum auri mille.
- Item legamus Augerot Delarca militi florennorum auri decem milia.
- Item volumus et mandamus quod quodam joellum quod nunc est in posse dicti camerlengi nostri restituatur dicte regine consorti nostre.
- Item ordinamus nostros fideicommissarios seu malmissores dictum dominum regem Egidium Roiz de Lihori militem gubernatorem Aragonum Sanccium Roiz de Lihori militem camerlengum nostrum et prefatum fratrem Johannem de Eximeniis quibus virtute hujusmodi testamenti seu ultime voluntatis nostre plenam conferimus potestatem et facultatem predicta omnia et singula distribuendi exequendi administrandi et penitus adimplendi. - Et hanc volumus esse ultimam voluntatem nostram quam valere volumus jure testamenti et si jure testamenti non valeat vel valebit valeat seu valebit vel valere possit jure codicilli vel alterius cujuslibet ultime voluntatis: supliciter exorantes dictum dominum regem quatenus presentem voluntatem nostram dignetur nostra sola voluntate et veritate inspecta eandem ut predicitur tanquam validam facere effectui demandare. Actum in castro Calleri anno Domini millessimo quatuorcentessimo nono vicessima quinta die julii secunde indictionis. - Sig+num nostri Martini Dei gratia regis Sicilie Athenarum et Neopatrie ducis et primogeniti Aragonum supra nominati qui predicta firmamus concedimus et laudamus presentibus ad hec vocatis et rogatis testibus infrascriptis videlicet nobilibus Johanne Ferrandis de Heredia Sanccio Roiz de Lihori Bernardo Centelles militibus fratre Johanne Eximeniis confessore Antonio Valls Petro Compagnono secretariis Alberico de Heredia Uguet de Foxa Sigerio de Perapertusa Nicolao Dabella Johanne Castellar et Garcia Latras militibus et Rogerio de Camma phisico et Jacobo de Aricio milite prothonotario. + Ego frater Johannes Exameno confessor dicti domini regis testor. - + Yo Sancho Roiz de Lihori son testimoni - + Jo Johan Ferrandez de Heredia som testimoni - + Jo Bernat Centelles som testimoni - + Ego Anthonius Valls predictus pro teste me subscribo - + Ego Jacobus de Aricio premissis interfui et testor. -
+ Ego Nicolaus de Apilia testor. - + Jo Uguet de Foxa son testimoni. - + Yo Johan Castella ne so testimoni. - + Eguo Seguier de Peyrapertusa son testimoni. - + Eguo Guarcyas de Latras testor. - + Ego Rogerius de Camma phisicus testor. - + Yo Alberico de Heredia so testimoni. - + Ego Petrus Companyoni de Stagneolo qui premissis presens fui hic me pro teste subscribo.
- Sig+num mei Jacobi de Gravina militis regii secretarii et publici notarii auctoritate regia in regnis Sicilie et Sardinie qui ad hec vocatus premissa propia manu scripsi eisdemque interfui
publicavi et clausi cum rasura ubi legitur videlicet nobilibus non vicio set errore: ideo pro autentico habeatur.

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lunes, 3 de junio de 2019

Carta, rey don Martín, Violante, su cuñada

AÑO DE 1407. 
III. 7 de junio.
Carta del rey don Martín a la reina doña Violante, su cuñada, en la cual le dice, que habiéndole participado su consejero mosen Galcerán de Sentmenat la prisión de Artal de Alagón, rebelde y traidor a él y al rey de Sicilia, su primogénito; y que el rey de Jerusalén y de Nápoles, hijo de la misma doña Violante, le hizo prender en París en el hostal de les tres puncelles, y llevarlo después al castillo de Ganges, según se contaba en la corte del padre santo; le escribía a dicho rey de Nápoles, rogándole que lo tuviese bien guardado, hasta tanto que él le avisase de su intención.


III.

Reg. 2251, fol. 41. 7 Je junio de 1407.

Senyora molt cara sor. Per relacio del amat conseller e camerlench nostre mossen Galceran de Sentmenat havem entes que sabut per vos com lo molt alt et molt car nebot nostre lo rey de Jerhusalem et de Napols fill vostre havia haut a sa ma Artal Dalago rebelle et traydor a nos et a nostre molt car primogenit lo rey de Sicilia escrivis de continent al dit rey sobre la bona guarda e retencio del dit Artal la qual cosa vos grahim molt. Apres ses seguit que vuy data de la present havem reebuda una letra de micer Johan de Balleterra la qual nos havem tramesa al sant pare escrita en Marsella a XXII de mars prop passat per la qual nos certifica com en la cort del dit sant pare se contava certament que lo dit rey vostre fill hauria fet pendre lo dit Artal en Paris en un hostal apellat de les tres puncelles et aquell haguera apres fet traure dalli e aportarlo en lo castell de Ganges del dit rey e axi parria que es certa la preso del dit Artal: perque nos scrivim de present al dit rey pregantlo axi afectuosament com podem que ell vulla fer tenir be guardat lo dit Artal et aquell no vulla manar soltar en alguna manera tro que nos ben certificats de la sua preso escriscam clarament de nostra intencio: e jatsia cregam fermament que ell per nostra contemplacio e honor e del dit rey de Sicilia ho fara de bon grat empero encaraus pregam senyora et molt cara sor que de continent li vullats scriure conformantvos ab la present lletra nostra per manera que lo dit Artal no sia en manera alguna soltat e deliurat sens expressa volontat: e sera cosa de la qual nos farets gran plaher lo qual molt vos grahiremrescrivintnos fiablament totes coses a vos plasents. E sia tots temps en vostra guarda senyora e molt cara sor lesperit sant. Dada en Valencia sots nostre segell secret a VII dies de juny del any MCCCCVII (1407)— Rex Martinus, - Dominus Rex mandavit michi. - Johannes de Tudela. - Dirigitur domine Regine Yolande. (Violante: Yolanda)


colección documentos inéditos archivo corona Aragón tomo I